El 18 de octubre es el Día Internacional del Reconocimiento al Personal de Limpieza. Se trata de una efeméride cuyo objetivo es reivindicar, visibilizar y reconocer la labor de este colectivo del sector de la limpieza profesional, así como su importante aportación para la salud pública y la economía de nuestro país.
Celebramos este día, en España, desde el año 2018. Esta efeméride tiene su origen en Nueva Zelanda ya en el año 2015; fue una propuesta de la organización internacional de empresas profesionales de limpieza de edificios (BSCNZ). En la actualidad, la propuesta se ha ido popularizando, extendiéndose por distintos países, sirviendo de reconocimiento a los limpiadores de todo el mundo. Ahora mismo, y tras la pandemia del Covid-19, se les conoce como ‘héroes ocultos’. Hoy en día, se rinde homenaje a esta profesión en 50 países entre los que se encuentra España.
¿Cómo es el sector de la limpieza profesional?
Según AFELIN, la organización que componen federaciones y empresas de limpieza, que aglutina a más de cien mil trabajadores, solo en España, el sector de la limpieza profesional da empleo a más de 570.000 personas de hasta cien nacionalidades distintas.
Esta masa laboral supone el 2 por ciento de los 20,5 millones de trabajadores asalariados que hay en total en nuestro país. En el año 2022 se llegaron a registrar 15 mil trabajadores más en el sector de la limpieza profesional.
Por otro lado, este sector es mayoritariamente femenino, siendo una oportunidad laboral para miles de mujeres. De hecho el 72 por ciento de los diferentes puestos de trabajo que hay en este sector los ocupan mujeres. Cada vez más, los cargos intermedios y la alta dirección es ocupada por mujeres.
Desde la asociación, también quieren resaltar que el sector de la limpieza es un claro generador de oportunidades laborales para distintos colectivos con dificultad de inserción laboral. Esto es, por ejemplo, para personas con bajos niveles formativos, discapacitados, migrantes y trabajadores de una edad avanzada. Este conjunto de personas hacen que el sector sea inclusivo y diverso en términos de empleo.
Además, una de las características del sector es que está fuertemente atomizado. Es una alternativa de autoempleo para muchas personas. La mayoría de las empresas (36.000 según el censo) son micropymes de entre 1 y 5 trabajadores. Solo el 12 por ciento de las empresas cuenta con más de 5 trabajadores en plantilla.
En términos económicos el sector de la limpieza profesional es relevante, las empresas de limpieza tienen un impacto significativo en la economía. La facturación del sector se incrementó un 4,6 por ciento en España en el año 2022; en cifras fueron 12.450 millones de euros, respecto a los 11.900 millones de euros facturados en el año 2021. Su aportación al PIB es del 1,05 por ciento.
Todos en este sector ya sabíamos que son esenciales, aunque tras la crisis del Covid-19 ha sido mucho más patente. Este servicio, el de limpieza profesional, contribuye a mantener el entorno limpio y saludable. Como hemos visto juega un importante rol tanto a nivel social como económico, forma parte de la cadena de valor de otros sectores. Es imprescindible para que otras empresas puedan funcionar, compañías o infraestructuras como: hospitales, colegios, transporte, oficinas, fábricas, restaurantes, tiendas y así en todas y cada una de las diferentes industrias que componen nuestra economía.
AELMA ante el coste de la inflación en los contratos públicos
AELMA, la patronal de las empresas de la limpieza de edificios y locales de la Comunidad de Madrid, denuncia en el Día Internacional del Agradecimiento al Personal de Limpieza, que sus empresas han perdido 72 millones de euros durante los últimos dos años por no poder imputar la subida de la inflación en los contratos públicos.
Todo se debe a la actual Ley de Desindexación de la Economía aprobada en 2015. Esta ley impide a las empresas de limpieza actualizar los precios de los contratos ya firmados con la Administración. Esto no sería un problema si los precios se hubieran mantenido, estos últimos años, estables.
Según la patronal, en dos años los costes salariales han aumentado un 6 por ciento por el incremento del Salario Mínimo Interprofesional y la actualización de los Convenios Colectivos. Es una subida importante ya que hablamos de un sector cuyo coste de mano de obra supone hasta el 85 por ciento del gasto total que genera la prestación del servicio.
A esta situación hay que sumar los costes energéticos, financieros y de las materias primas. Así las cosas, el alza de precios se situó el año pasado en un 8,4 por ciento de media. El problema radica en que las empresas no pueden trasladar estos aumentos en los contratos en vigor con la Administración. En algunos casos hablamos de contratos de 5 años de duración que se desarrollan en hospitales, colegios y demás servicios públicos.
Esta circunstancia afecta no solo la estabilidad de las propias empresas, también la calidad de los servicios prestados y la protección de los empleos.
“La falta de flexibilidad de los contratos públicos está ahogando al sector de la limpieza”, reconoce Jesús Martín, presidente de AELMA, por lo que “exigimos al futuro Gobierno que introduzca cambios legislativos en esta materia para que no se produzca un desequilibrio económico-contractual en las empresas adjudicatarias”.
Se suma a las reivindicaciones de AELMA la necesidad de eliminar la obligatoriedad para el contratista de cumplir con las prórrogas forzosas en los contratos públicos. Es decir que las empresas continúen prestando el servicio de forma obligatoria (incluyendo prórrogas), sin recibir a cambio ningún tipo de compensación por costes sobrevenidos.
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