Hay ciertas innovaciones tecnológicas que parece que llevan toda la vida con nosotros y sin embargo su aceptación en el mercado es relativamente novedosa. Es habitual que desde que se produce una invención hasta que realmente es adaptable hay un largo proceso de maduración.
Por ejemplo, los robots cortacéspedes. Este pequeño electrodoméstico fue desarrollado en 1969 de la mano de Lawrence Bellinger bajo la denominación de Mowbot, ampliamente considerado como precursor de Roomba y otros modernos productos autónomos. Posteriormente, varias multinacionales introducen en el mercado a finales de los años 90 sus propios sistemas automatizados para segar la hierba de jardines sin intervención humana, con innovaciones diversas: unidad de potencia solar, mapeado de superficies, etcétera. Esta primera generación, pese a su diseño elemental y limitadas prestaciones, constituyó un hito en la historia de los cortacéspedes. Y así ha evolucionado hasta nuestros días en los que empieza a ser inhabitual encontrar una
gran superficie de césped que se corte sin un robot.
En la robótica de limpieza, a mi juicio, creo que estamos viviendo un punto de inflexión en el que también estamos cercanos a que pronto sea inusual ver limpiar una gran superficie sin la intervención de un robot.
La evolución de la robótica de limpieza se ha impulsado por diversos factores, siendo algunos de los más destacados:
– Eficiencia y productividad: los robots de limpieza permiten realizar tareas repetitivas de manera constante y eficiente, liberando a los trabajadores humanos para enfocarse en actividades más especializadas. Esto mejora la productividad y reduce el tiempo dedicado a labores monótonas.
– Tecnología avanzada: con avances tecnológicos como sensores, cámaras, y algoritmos de mapeo, los robots de limpieza pueden navegar y operar de manera autónoma, adaptándose a entornos complejos y evitando obstáculos.
– Mejoras en la Inteligencia Artificial (IA): la integración de la inteligencia artificial permite a los robots de limpieza aprender y adaptarse a su entorno con el tiempo. Pueden mejorar sus capacidades de navegación y reconocimiento de patrones, optimizando así su desempeño.
– Sostenibilidad: la robótica de limpieza también ha evolucionado en respuesta a la creciente conciencia ambiental. Los robots diseñados para ser eficientes en el uso de energía y recursos contribuyen a prácticas de limpieza más sostenibles.
– Demanda del mercado: la creciente demanda de soluciones de limpieza automatizadas, especialmente en entornos comerciales y de servicios, ha estimulado el desarrollo y la mejora continua de los robots de limpieza.
– Costes competitivos: con el tiempo, la fabricación y desarrollo de tecnologías robóticas han llevado a la reducción de costos, haciendo que los robots de limpieza sean más accesibles para una variedad de aplicaciones y sectores.
En conjunto, estos factores y no necesariamente por este orden, han impulsado la evolución de la robótica de limpieza, convirtiéndola en una herramienta eficaz y versátil en diversos entornos.
Los robots de limpieza permiten realizar tareas repetitivas de manera constante y eficiente, liberando a los trabajadores humanos para enfocarse en actividades más especializadas
En Darlim llevamos años preocupados y ocupados con la robótica de limpieza y estamos participando en algunas de las implantaciones más representativas del panorama nacional. ¿Qué puntos críticos hemos detectado?
– Integración hombre/máquina: es fundamental la formación y adaptación de las personas al integrar un robot en las tareas de limpieza. Una de las bases de futuro de esta tecnología es que la máquina no viene a sustituir al hombre, si no a complementar y mejorar su trabajo. Es importante considerar una regla 80/20 en el reparto de tareas entre el robot y una persona. El robot tiene que hacer el 80% de la tarea más pesada y la persona el 20% restante en un remate de detalles de calidad. Por ejemplo, en una superficie de trabajo de 1.500 m2 el robot se ocupará de barrer y fregar la práctica totalidad de la superficie mientras que la persona actuará en esquinas o zonas de difícil acceso a la máquina o incluso podría tener tiempo para dedicarse a tareas de limpieza de cristales o mobiliario, mientras el robot termina su tarea. Para que esta integración sea posible es muy importante una buena formación de los operarios que vayan a interactuar con los robots.
– Autonomía real: existen diferentes soluciones automatizadas en el mercado, pero no muchas se pueden identificar como verdaderos robots autónomos inteligentes de limpieza. Para alcanzar esta autonomía e inteligencia requieren de un software sofisticado que pocos fabricantes pueden ofrecer. Un verdadero robot autónomo es el que es capaz de salir de su base cargado de energía, agua y producto químico de limpieza. Que a pesar de las diferentes circunstancias que se encuentre en su tarea, objetos o personas, sea capaz de interactuar sin intervención humana. Que cuando necesite repostar energía, agua o productos químico por si solo vuelva a su base y vuelva retomar la tarea hasta completarlas. Con estos requisitos ya es más complicado identificar robots autónomos inteligentes de limpieza.
– Servicio preventa y postventa: estamos hablando de equipos que son relativamente sencillos y sin mayores innovaciones con respecto a la maquinaria convencional en cuanto al proceso de limpieza. Los sensores y dispositivos de posición ya implican una diferencia sustancial. Pero es sobre todo el software la ventaja competitiva diferencial. Es importante que el fabricante del robot sea realmente un especialista en robótica y que cuente con el respaldo adecuado para dar el mejor soporte en cuanto al software. Es primordial que el software sea propiedad del fabricante y no depender de terceros. Por otra parte, por lo ya comentado en cuanto a la integración con el equipo humano es igual de importante contar con un especialista que sea capaz de recomendar la solución adecuada para cada instalación, que se implique en la implantación y forme adecuadamente al personal que va a interactuar con la máquina. Por tanto, uno de los puntos críticos de la tecnología es contar con un fabricante acreditado en robótica de limpieza que cuente con un servicio técnico especializado.
Es fundamental la formación y adaptación de las personas al integrar un robot en las tareas de limpieza
Darlim y la robótica de limpieza
Una de los pilares de DARLIM es la innovación y para ello cuenta con un programa denominado Darlim Innova Tech, mediante el cual está en permanente búsqueda de novedades que aporten valor y soluciones a sus clientes.
En el caso de la robótica, la compañía, ya va camino de cumplir una década trabajando con las primeras unidades autónomas. Eran equipos muy básicos, se mapeaban por cuadrículas, había que utilizar otros dispositivos para restringir perímetros de trabajo y su autonomía era muy limitada. No obstante, daban respuesta a determinadas tareas básicas de limpieza de grandes superficies.
Es en estos últimos años en los que hemos visto un verdadero avance de la tecnología, hemos incorporado nuevos equipos con una versatilidad y posibilidades que nos parecían inimaginables.
Gracias a ellos hemos tenido la suerte de liderar proyectos de robotización muy importantes en el panorama nacional, como por ejemplo en aeropuertos, estaciones de metro, gran industria, etc. Pero también ya estamos comprobando cómo esta tecnología se adapta a entornos más reducidos como hospitales, colegios, centros de negocio, etc.
Para nosotros es una suerte contar con los principales fabricantes y participar en un grupo selecto de importadores y distribuidores que nos permite abordar toda la península ibérica con el máximo nivel de servicio y con un servicio técnico especializado en robótica.
Todo ello nos ha llevado a crear una división especializada que bautizamos como DARLIM ROBOTICS y que cada día cobra más protagonismo en nuestra actividad diaria.