Como directora general de ADELMA, ¿cuál es su evaluación general del estado del sector de la detergencia en España en lo que va de año?
Podemos hacer una valoración positiva del sector, teniendo en cuenta los datos de producción de los que disponemos —correspondientes a los primeros tres meses de este año—, si se mantiene la tendencia habitual en la que a este trimestre le corresponden valores inferiores a la media final del año.
En la actualidad, ¿se han solucionado los problemas de disponibilidad y los altos costes de las materias primas en la producción y distribución de productos?
Hasta donde sabemos, no hay problemas de disponibilidad de materias primas, aunque los costes de estas continúan siendo elevados, a pesar de que la inflación ha tenido una tendencia descendente. Entre estos costes se encuentran también los costes laborales, al requerir dedicación de más recursos al cumplimiento de requisitos administrativos, la necesidad de aplicaciones informáticas para las notificaciones, Sistemas Colectivos de Responsabilidad Ampliada del Productor (SCRAP), mayores cargas fiscales (y nuevos impuestos) y costes asociados al transporte.
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta actualmente el sector de la detergencia en España?
Como es habitual, el principal desafío es la continua y cuantiosa generación de nueva legislación que se debe cumplir, tanto en lo relativo al contenido de los productos como al envase, transporte, etc. Y la previsión de una seria disminución de las sustancias que podrán ser utilizadas en la formulación de detergentes, limpiadores, y biocidas, bien por su clasificación como por el umbral de concentración permitido (que no resulta efectivo en la formulación a esa concentración). Los plazos para las autorizaciones, en el caso de productos biocidas y los productos con ecoetiqueta, son extremadamente largos.
A todo esto, hay que añadir la obligación de los SCRAP, que son un conjunto de medidas y herramientas que buscan incentivar la recogida, gestión y valorización de residuos, mediante los cuales se busca garantizar la sostenibilidad y la eficiencia en la gestión de los desechos que las empresas generan.
Hace unos años hablábamos de la guerra de Ucrania, de la crisis con Argelia… ¿cómo diría que está afectando la situación geopolítica y económica global al sector en estos momentos?
Como en otros sectores industriales de cualquier índole, la incertidumbre no ayuda a estabilizar y dar confianza a los mercados. Las empresas continúan haciendo grandes esfuerzos para poder seguir en el mercado pese a las adversidades con las que se encuentran. Gracias a este esfuerzo, en España tenemos un tejido empresarial muy potente.
En su opinión, ¿qué papel juega la innovación en la capacidad del sector para adaptarse a los cambios rápidos del mercado?
La innovación como respuesta a las nuevas necesidades del consumidor es una seña de identidad y una de las únicas herramientas de las que dispone el sector para hacer frente al dinamismo que exigen el mercado y el marco legislativo.
¿Qué iniciativas sostenibles se están adoptando en el sector de la detergencia, en la actualidad?
Sustancias de origen natural, fórmulas eficaces a menor temperatura y con menores dosis, microorganismos como nuevos ingredientes, envases más sostenibles y nuevos formatos (sólidos, recargas).
En los productos de uso profesional e industrial también hay mejoras claras respecto a la sostenibilidad de este tipo de productos, no solo con la obtención de la Ecolabel, sino también a través de la concentración de los productos. Prueba de ello es la actualización constante de la iniciativa europea Charter para una Limpieza Sostenible.
¿Cómo están las empresas abordando el desafío de equilibrar la sostenibilidad con la rentabilidad?
Como he dicho anteriormente, la sostenibilidad es una seña de identidad del sector, por lo que siempre está presente en el desarrollo de los productos y, al igual que con el resto de variables en las empresas, es necesario llegar a un equilibrio para asegurar la supervivencia de las mismas con el menor impacto posible al usuario.
¿Cuáles son las expectativas para el sector a medio plazo? ¿Y en materia legislativa/regulatoria?
Los datos positivos del primer trimestre hacen ver el año con optimismo en cuanto a los movimientos del mercado se refiere. En relación con los aspectos legislativos, aquí las previsiones son complejas, al estar inmersos en múltiples cambios legislativos (principalmente a nivel europeo, aunque también a nivel nacional) que afectan a nuestro sector directa e indirectamente, si bien destacamos, a la cabeza de todos ellos, la revisión del Reglamento de Detergentes, por ser nuestra legislación específica.
¿Qué tendencias emergentes cree que definirán el futuro del mercado de la detergencia en España?
De manera generalizada, tanto la sostenibilidad como la economía circular se conforman como los grandes pilares en los que las empresas deben apoyarse en los años venideros con el fin de contar con una base sólida que les permita fortalecerse en un mercado que está en continuo desafío.
¿Cómo está colaborando ADELMA con la Administración para abordar los desafíos del sector?
Siempre hemos mantenido un estrecho contacto con nuestras autoridades competentes, dado que uno de nuestros cometidos principales es defender los intereses de nuestras empresas miembro. Pero es cierto que desde el año pasado hemos intensificado los contactos en los distintos niveles institucionales (ministerios, europarlamentarios, comisiones específicas de la Comisión Europea, grupos de trabajo de las comisiones, etc.) para explicar más detalladamente nuestras preocupaciones, sugerencias, consultas públicas y propuestas de enmiendas en relación con cada uno de los procesos legislativos en curso.
¿Qué significan las exportaciones para las compañías del sector?
Según los datos estimados en el último informe Economía elaborado por FEIQUE, en el 1º trimestre de 2024 la balanza comercial en química sigue siendo positiva, con un crecimiento en volumen de toneladas; 75% de este volumen es la química básica.
En lo que respecta a nuestro sector, las exportaciones en volumen han crecido un 12% respecto al mismo periodo del año anterior, si bien en valor han disminuido ligeramente.
¿Cómo impactan en el sector las tecnologías disruptivas, entre ellas la inteligencia artificial (IA)?
Es un hecho que, claramente, la inteligencia artificial tendrá un impacto, al igual que en resto de sectores industriales. En estos momentos en los que la IA mejora día a día, las empresas están comenzando a plantearse incorporarla en sus quehaceres diarios, en un principio, y a niveles más profundos a medio y largo plazo, siempre con cierta cautela, ya que la vertiginosidad de estas nuevas aplicaciones así lo requieren.