La limpieza en los colegios para los más pequeños se centra en el lavado de manos

lavado manos pequeños

A Southeast Asian female kid wash her hands at the lavatory to prevent virus and germs

Tras un mes de la rutina escolar en toda España, los niños y niñas están cambiando sus hábitos de verano. Esto conlleva la necesidad de inculcarles o recordarles la importancia de ciertos hábitos en la escuela, como el lavado de manos y la higiene personal, una práctica que no solo ayuda a prevenir el contagio de diversas enfermedades, sino que también les proporciona una base sólida para el autocuidado en el futuro.

Está comprobado que las pequeñas acciones que conforman la higiene personal evitan malestares causados por virus o bacterias. Por ejemplo, el lavado de manos con agua y jabón puede reducir hasta un 50% las diarreas infantiles y un 25% las infecciones respiratorias, según UNICEF. De ahí la necesidad de inculcar a los niños buenos hábitos de aseo. La complicidad de los padres y educadores es fundamental, pero también es importante que el centro tenga las instalaciones con los recursos apropiados. Por eso, para la vuelta al cole los expertos proponen la siguiente guía para fomentar la importancia de la higiene entre los niños.

1. Lavarse bien las manos.
El lavado de manos frecuente reduce la prevalencia de infecciones respiratorias entre un 20% y un 30% en menores de tres años, según la Asociación Española de Pediatría (AEP). Los entornos comunitarios, como las escuelas, ofrecen múltiples oportunidades para la propagación de infecciones, por lo que es vital garantizar una adecuada higiene de las niñas y los niños. El correcto lavado de manos es clave.

Los pasos adecuados para el correcto lavado de manos:

  • Primer paso: mojarse bien las manos y luego verter una dosis de jabón suficiente para que se pueda esparcir por toda la superficie. Recomiendan una dispensación de jabón automática para evitar el riesgo de contaminación cruzada, a poder ser con cargas de espuma.
  • Segundo paso: frotar las manos durante un mínimo de 20 segundos, sin olvidar el dorso, los espacios entre los dedos y debajo de las uñas. Y finalmente aclarar bien con agua. El lavado debe durar mínimo unos 40 segundos.
  • Tercer paso: es importante secarse las manos por completo. Es preferible hacerlo con papel pues los secadores de aire ayudan a esparcir los gérmenes por el aire. Independientemente de si se opta por dispensadores automáticos o manuales, es importante asegurar que todos ellos cuentan con un sistema de bloqueo. Por ejemplo, existen dispensadores que se abren con una llave de seguridad y así garantizan que el producto podrá manipularlo solamente la persona, disminuyendo así los riesgos de contaminación.

 

Secado de manos, lavado de manos

2. Cuándo usar gel desinfectante de manos.
El uso del gel hidroalcohólico también puede ser un buen aliado de higiene en la escuela, aseguran los expertos, aunque conviene recordar a los estudiantes que este paso no sustituye en ningún caso al lavado de manos. Su uso está recomendado para aquellas situaciones en las que no se tenga acceso al agua o al jabón o como complemento después del lavado de mano. De hecho, su acción desinfectante se inactiva si se aplica el producto en manos sucias. En el caso de los colegios se recomienda apostar por aquellos que se accionen de forma automática para evitar problemas de contaminación cruzada.

3. La importancia de los dispensadores.
El estudio Contamination of refillable soap dispensers: The risk of bacterial growth and infection, publicado en el Journal of Environmental Health reveló que los dispensadores de jabón recargables suelen estar más contaminados que los sistemas sellados. Según el informe, aproximadamente el 25% de estos dispositivos contienen bacterias peligrosas al ser tocados por muchas personas cada día. De ahí que sea importante la elección adecuada que no solo ayudará a evitar el riesgo de contaminación cruzada, sino que también puede permitir racionalizar y optimizar el uso de jabones, geles y papel higiénico, además de reducir la huella medioambiental.

4. Convertir el hábito en una actividad divertida.
Inculcar hábitos de higiene en los niños en edad escolar requiere de paciencia y tiempo, por eso se proponen acciones sencillas como, por ejemplo: cantar una canción juntos mientras los pequeños se lavan las manos; utilizar un jabón que haga espuma o huela bien; esta es una carrera de fondo, por eso conviene repetir y repetir el porqué de la higiene y sus beneficios. Además, se recomienda a los profesores que recuerden a sus pequeños alumnos que deben lavarse las manos antes de comer, después de usar el baño y después de toser o estornudar.

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