Carbón activado: qué es y para qué sirve

El carbón activado es una sustancia versátil y sostenible con creciente protagonismo en la limpieza moderna. Su eficacia contra los contaminantes lo hace útil en actividades tan distintas como el saneamiento del hogar, procesos industriales y conservación ambiental. Es indudable su capacidad para generar entornos más saludables y limpios.

Este material altamente poroso tiene una capacidad excepcional para captar impurezas del aire, el agua y las superficies sólidas. Producido mediante el calentamiento de materiales ricos en carbono, como madera, cáscaras de coco o carbón, en condiciones controladas, su estructura se «activa» para crear una masiva red de poros microscópicos. Puede abarcar superficies proporcionalmente inmensas (una sola cucharadita de carbón activado puede tener la superficie de un campo de fútbol), lo que lo hace ideal para atrapar contaminantes.

Cómo funciona el carbón activado

El carbón activado limpia mediante adsorción, un proceso en el que las moléculas se adhieren a su superficie porosa. A diferencia de la absorción, que incorpora una sustancia a otra, la adsorción fija los contaminantes a la superficie del carbón mediante atracción química. Esto lo hace eficaz para capturar compuestos orgánicos volátiles, olores, gases, cloro y ciertas sustancias químicas.

Aplicaciones en limpieza

  • Higiene doméstica. Los sobres de carbón activado son pequeñas bolsitas que contienen partículas de este material poroso y se colocan en cajones, armarios o dentro de la ropa para absorber humedad, olores y contaminantes del ambiente. Funcionan atrapando las moléculas en su estructura interna, ayudando a mantener la ropa seca y libre de malos olores.
  • Purificación del aire. El carbón activado es un componente clave en los filtros de aire, eliminando alérgenos, humo y olores en hogares, oficinas y entornos industriales. También se utiliza en sistemas de climatización y mascarillas para mejorar la calidad del aire.
  • Filtración de agua. En el tratamiento del agua, el carbón activado elimina el cloro, los pesticidas y los compuestos orgánicos, mejorando el sabor y la seguridad. Se encuentra en filtros de jarras, accesorios de grifos y sistemas municipales a gran escala.
  • Neutralización de olores. Desde refrigeradores hasta plantillas para zapatos, el carbón activado atrapa las moléculas que causan olores, ofreciendo una solución sin químicos para los olores rancios o desagradables.
  • Emergencias y catástrofes industriales. Limpieza de derrames para absorber sustancias químicas tóxicas y en máscaras de gas para proteger contra vapores peligrosos.

Pros y contras

El carbón activado es ecológico, no tóxico y reutilizable al reactivarlo. Sin embargo, no elimina todos los contaminantes, como metales pesados ​​o microbios, y requiere una actualización periódica. Para una limpieza integral, suele combinarse con tecnologías como la luz ultravioleta o los filtros con fibra de vidrio.