El Open Cleaning Day destaca la importancia del sector de la limpieza

“Aunque normalmente el sector de la limpieza es menos visible que otros, en esta crisis ha demostrado la importancia que tiene para la salud y seguridad de las personas, y de las empresas a las que presta servicio”. Con estas palabras, Antonio Borredá, director de la revista Limpiezas, dio comienzo al Open Cleaning Day, un evento virtual que reunió a distintos expertos para hablar sobre cómo el sector de la limpieza se está adaptando a esta crisis.

El papel de la limpieza

Para ello, la jornada se inició con la celebración de la mesa redonda denominada El papel del sector de la Limpieza profesional ante el Covid-19. En ella participaron Juan Díez de los Ríos, presidente de ASPEL (Asociación Profesional de Empresas de Limpieza); Jesús Martínez, presidente de AFELIN (Asociaciones, Federaciones y Empresas de Limpieza Nacionales); Pilar Espina, directora general de ADELMA (Asociación de Empresas de Detergentes y de Productos de Limpieza, Mantenimiento y Afines); y Rafael Arruga, gerente de AEFIMIL (Asociación Española de Fabricantes e Importadores de Maquinaria Industrial de Limpieza).

El primero en intervenir fue Díez de los Ríos, quien analizó la situación del sector desde el comienzo de la pandemia. “Entre enero y febrero aumentó el negocio del sector. Sin embargo, a partir de marzo, con la entrada en vigor del Estado de Alarma, empezó a decaer la actividad”, comentó.

De hecho, en julio había más de 100.000 trabajadores de esta industria en ERTE o suspendidos, cifra que se redujo hasta los 20.000 en septiembre. “Son los trabajadores que ahora han recibido la extensión de los ERTE hasta finales del próximo mes de enero”, puntualizó.

Esta suspensión de la actividad, por supuesto, ha traído aparejada una “clarísima caída de la facturación”, en palabras de Díez de los Ríos, quien remarcó la falta de diálogo del sector con el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas. “La Administración Pública sigue publicando protocolos sin consultar a los profesionales de la limpieza, los cuales hemos demostrado que se puede contar con nosotros”, apuntó.

Además, señaló la necesidad de seguir luchando “contra el precio como factor determinante” en las licitaciones públicas.

Durante su intervención, Díez de los Ríos también se pronunció sobre las diferencias del sector español con respecto a otros países en esta crisis. En el terreno económico y de ayudas, opinó, España se ha comportado como otros países.

Otro tema es el aspecto operativo. En este sentido, el presidente de ASPEL apuntó que “en España estamos demasiado constreñidos y burocratizados”. Esto, sin duda, es un lastre para la industria. “En muchas ocasiones nos hemos autolimitado. No podíamos trabajar de determinadas formas, ni utilizar determinados productos… Esto hay que racionalizarlo y utilizar más el sentido común”, expresó.

Tras su intervención, le tocó el turno a Martínez, de AFELIN, quien remarcó la buena respuesta del sector ante la crisis. “Durante los últimos meses se ha puesto en valor lo que representamos y la capacidad que tenemos de generar higiene para generar salud. En otras palabras, esta pandemia ha puesto sobre la mesa nuestra importancia y la profesionalidad de las empresas”.

Pero más allá de eso, Martínez confirmó que siguen estando sobre la mesa los mismos problemas que ya había antes: la ley de desindexación, en donde “los precios de los contratos públicos se tienen que ajustar a los costes que cada año surjan”; la subrogación, donde “habrá que desarrollar legislación para que vuelva a funcionar el sector después de que el Tribunal de Justicia de Europa lo haya puesto todo patas arriba”; “la contratación por precio y no por valor”, algo que ya se temen en la asociación que se hará realidad; y la morosidad, de la que no entienden por qué “no se respeta la ley tanto en la Administración como en el sector privado”.

En definitiva, resumió el presidente de AFELIN, “las cosas ahora están un poco peor de como estaban antes. Esperamos que con la fuerza de las asociaciones podamos interferir y ayudar a que se solucionen todos estos temas”.

Seguidamente, intervino Espina, de ADELMA, quien abordó la situación desde el ámbito de las empresas de detergentes y de productos de limpieza. La directiva subrayó el esfuerzo que han hecho todas ellas para mantener el abastecimiento de productos tanto en la población general, como en el ámbito sanitario e institucional en el inicio de la pandemia, en el confinamiento, en la desescalada y hoy con los rebrotes. “La respuesta del sector ha sido extraordinaria. En todo momento han mostrado su colaboración y han adaptado sus líneas de producción para fabricar productos vitales en estos momentos como desinfectantes de manos u hospitalarios”, recordó. Eso sí, puso el acento en la necesidad de una mayor coordinación por parte de la Administración con el sector, habida cuenta de que muchos de sus productos están muy regulados. “Durante los primeros meses de la pandemia todo iba cambiando según cada etapa en la que nos encontrábamos, con distintos protocolos”, manifestó.

Asimismo, Espina puso sobre la mesa el tema de los productos desinfectantes, “que en poco tiempo han pasado a ocupar un papel clave en la vida de las personas”. Sin embargo, la mayoría de la población desconoce la normativa al respecto. “La legislación española al respecto es extensa y compleja, sobre todo cuando se quiere poner en el mercado un producto desinfectante”. De hecho, puntualizó, “actualmente, conviven la legislación nacional y la europea de biocidas”; y según la sustancia le corresponde una normativa u otra.

La última intervención de la mesa redonda corrió a cargo de Arruga, de AEFIMIL, quien puso de manifiesto la importancia que durante la crisis del coronavirus ha tenido el sector de fabricantes de maquinaria industrial de limpieza, no solo asegurando su suministro, sino también realizando el servicio técnico. “Hemos conseguido ayudar a los profesionales de la limpieza y a los usuarios finales, como la industria alimentaria, a mantener sus procesos productivos para poder seguir prestando sus servicios”, comentó. Es más, el directivo consideró que esta crisis ha puesto a prueba al sector, y la ha superado “con creces”.

Para terminar su intervención, Arruga desveló algunos datos interesantes. “A día de hoy tenemos una caída del sector de la maquinaria del 9% con respecto al año pasado, con una gran diferencia entre trimestres. Por ejemplo, durante el primero cayó un 5%, mientras que durante el segundo el descenso fue del 27%”.

Además, este segmento del sector de limpiezas tiene que hacer frente también a la aparición de nuevas tecnologías que se venden sin ningún tipo de asesoramiento. Por eso, remarcó la importancia que tiene en su industria la inversión en Investigación y Desarrollo que llevan realizando en los últimos años y que está dando sus frutos. Es más, según el directivo, esta crisis ha impulsado tecnologías incipientes que ya se estaban desarrollando como la limpieza y desinfección mediante luz ultravioleta, los nebulizadores o las máquinas de vapor.

Juan Carlos Cebriá, presidente de ASFEL (Asociación de Fabricantes Españoles de Productos de Limpieza e Higiene), que no pudo estar finalmente presente nos ha trasladado sus inquietudes en este sentido. Cebriá asegura que el sector ha sentido desde el principio la responsabilidad enorme que tenía. “El sector desde el primer momento se puso el traje de faena y estuvo realmente a la altura de lo que se esperaba de él”. A pesar, como destaca, “de que nos hemos encontrado con muchísimas dificultades, especialmente en los primeros tres meses para producir por falta de suministro de algunas materias primas”. Y concluye que: “Sin embargo, el sector sigue luchando y las empresas, debido a esta situación, estamos realizando potentes inversiones a fin de salir reforzados de esta situación; porque somos esenciales”.

Para terminar la mesa redonda, Antonio Borredá, director de la revista Limpiezas y moderador, invitó a los participantes a exponer las principales reivindicaciones y retos del sector. En el primer apartado, destacaron temas como la solución de la morosidad, la agilidad a la hora de aprobar nuevos productos o el crecimiento del absentismo. En cuanto al segundo, la idea más expresada fue convertir este momento en oportunidad, no repitiendo los errores del pasado y poniendo en valor la importancia de la limpieza.