Las altas temperaturas propias del verano multiplican el riesgo de plagas de distintas especies como mosquitos, cucarachas, ratas, avispas o termitas. Así lo advierte la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA). “Las lluvias de final de la primavera, unidas al posterior aumento de temperaturas, constituyen el mejor caldo de cultivo para la proliferación de gran parte de las especies susceptibles de convertirse en plagas, o que ya lo son, agravando el problema”, afirma su directora general, Milagros Fernández de Lezeta. “El calentamiento global conduce a las plagas, como el mosquito tigre, hacia zonas cálidas y húmedas, haciendo de nuestro litoral un paraíso para esta especie”.
Las plagas del verano
Precisamente, desde ANECPLA alertan de tres especies que se pueden convertirse en plaga este verano:
Los mosquitos
Desde que el mosquito tigre entró en nuestro país procedente de Asia en el verano de 2004, su presencia se ha convertido en un problema. Además, el año pasado, el confinamiento y la desatención a labores de prevención de plagas, limpiezas y saneamiento, favoreció la multiplicación de distintas especies de mosquitos.
Cucarachas
Las cucarachas son unos insectos de hábitos nocturnos que se esconden en grietas y pequeños rincones con poca luz. Sin embargo, se dejan ver durante el día si la plaga es de grandes dimensiones y si salen de su refugio en búsqueda de alimento. “Las lluvias de las últimas semanas favorecen la aparición de esta especie, que normalmente se resguarda en espacios húmedos”, apunta Fernández de Lezeta. “El calor hace que estas especies abandonen su hábitat natural en búsqueda de nuevos cobijos en los que encuentren agua, alimento y temperatura adecuada”, añade.
Esta plaga, más allá de un claro problema higiénico, puede ocasionar graves enfermedades derivadas de la contaminación de alimentos como la disentería o la salmonelosis. Además, es una de las “bestias negras” de la hostelería en época estival, capaz de ocasionar pérdidas económicas y de prestigio, aparte de generar alergias.
La avispa asiática
Desde que llegó a España en 2010, la avispa asiática no ha dejado de crecer a un ritmo frenético y de expandirse por nuestro territorio. Su picadura puede producir shocks anafilácticos o reacciones alérgicas graves que en algunos casos llegan a ser mortales. Además, provoca un elevado impacto económico en el sector apícola por ser una especie cuyo alimento principal son las abejas. “El sector apícola se está viendo afectado de manera muy importante por esta plaga de avispa asiática, llegando a sufrir hasta un 60% de merma en su producción”, apunta Fernández de Lezeta.
Por todo ello, desde ANECPLA animan a las Administraciones Públicas a confiar para estos casos en las empresas de la sanidad ambiental, fundamentales para el desarrollo de un trabajo efectivo y seguro. Además, recientemente la asociación se ha posicionado a favor del enfoque “One Health”. Se trata de una estrategia transversal que aúna la salud humana, animal y ambiental para dar respuestas eficaces y trabajar en la prevención de situaciones sanitarias graves como en la que estamos viviendo con la pandemia de COVID-19.
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