Las poblaciones de avispa común en nuestro país se están incrementando, y lo están haciendo a un ritmo bastante acelerado. Esto se debe a que en los pasados meses hubo temperaturas primaverales muy cálidas, y en las últimas semanas un incremento generalizado de ellas. Así lo pone de manifiesto la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA). Esta entidad advierte de que la excesiva presencia de avispas puede, además de resultar molesto, incrementar el riesgo de sufrir picaduras.
La picadura produce una reacción en la piel de enrojecimiento e hinchazón alrededor de ella. Además, se ve acompañada de dolor más o menos intenso atendiendo a factores como la zona del cuerpo donde se es picado. No obstante, según señala Jorge Galván, director general de ANECPLA, “las picaduras de avispa pueden suponer un riesgo cuando una persona es hipersensible a su veneno. Igualmente, cuando se producen picaduras masivas, por encima de las 25 o 30, pudiendo llegar a causar la muerte”.
Nidos de avispa en zonas residenciales
Asimismo, el aumento de poblaciones de avispa hace mayores las probabilidades de que estos terminen por alojarse en barrios residenciales. “El emplazamiento de este tipo de nidos en zonas habitadas puede resultar peligroso”, apunta Sergio Monge, presidente de ANECPLA, quien continúa: “Además, muestran mayor agresividad en los días en que la temperatura está por encima de los 28º C y hay alta humedad, aún más cuando se aproxima una tormenta”.
Es por ello que estos nidos deben controlarse retirándolos. Eso sí, según explican desde ANECPLA, esta actividad no deben realizarla personas no expertas que no cuenten con la formación necesaria ni el equipamiento adecuado. Por este motivo, recomiendan acudir a empresas de gestión de plagas inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Biocidas (ROESB) de las distintas Comunidades Autónomas. En este registro figuran las empresas cuyos trabajadores (técnicos de sanidad ambiental) pueden prestar este servicio. No en vano, son los únicos con formación suficiente para este tipo de labores, además de contar con los equipos de protección personal necesarios para no sufrir ningún perjuicio durante sus trabajos.
“Dejarlo en manos de personas que no tienen la formación suficiente o tratar de hacerlo por nuestros propios medios puede tener consecuencias terribles. Además, se puede causar daño al entorno y la biodiversidad. De hecho, este puede ser mucho mayor que aquello que se trata de contrarrestar eliminando el nido”, concluye el director general de ANECPLA.
Archivado en: