Es una evidencia ya indiscutible que la aparición de internet (las nuevas tecnologías) ha revolucionado nuestras vidas y ha producido cambios muy importantes en nuestro día a día.
Al mismo tiempo, y como no podía ser de otra manera, esto se ha extendido al mundo laboral y profesional. La digitalización de las empresas es un fenómeno imparable que abarca todas las áreas de las organizaciones.
En los últimos tiempos han surgido dos conceptos que revolucionarán nuestro entorno laboral y profesional en los próximos años de manera significativa: la robótica y el concepto ‘Internet de las Cosas’. La definición del concepto ‘Internet de las Cosas’, (IoT, siglas en inglés), se refiere a la interconexión en red de objetos equipados con algún modo de inteligencia y sensores. En este contexto, internet puede ser también una plataforma para dispositivos que se comunican electrónicamente y comparten información y datos específicos con el mundo que les rodea. Así, IoT puede verse como una verdadera evolución de lo que conocemos como internet, añadiendo una interconectividad más extensa, una mejor percepción de la información y unos servicios más inteligentes y completos.
¿Cómo afectará toda esta digitalización al sector de la higiene profesional?
Esta es la gran pregunta que deberían hacerse los principales actores de nuestro sector. Pues su futuro, en buena parte, dependerá del grado y momento de adopción de soluciones digitales diferenciadoras que les permitirán ‘jugar con ventaja’ respecto a sus competidores directos y, por tanto, se convertirán en empresas que aportarán a su servicio un valor añadido que será percibido por sus clientes finales. Esto afectará a las empresas fabricantes, de servicios de limpieza y a clientes finales. Como todas las innovaciones, las digitales, que van a una velocidad muy superior a otras innovaciones previas o de tipo ‘analógico’, implicarán una respuesta al cambio por parte de cada actor del mercado. Los habrá más reticentes o con mayores frenos y los habrá con mayor predisposición a asimilar estas nuevas tecnologías, afectando positivamente, o no, en función de esa resistencia a estos cambios que ya se están produciendo.
Habrá que tener en cuenta un hecho innegable: la información es poder. Aquellos que sean capaces de medir los datos generados en sus actividades de limpieza diarias tendrán la capacidad de optimizar sus recursos, ahorrar tiempo, mejorar sus protocolos y estándares de limpieza, realizar un menor gasto de producto químico, agua y energía, es decir, ser más ecológicos; y podrán tener una ‘gran historia’ que poder contar a sus clientes.
Existen diferentes categorías bien definidas para catalogar las reacciones o adaptaciones a los cambios tecnológicos de los clientes o entes que intervienen en el mercado:
- Pioneros o innovadores: el proceso de adopción de las nuevas tecnologías empieza con un pequeño número de visionarios imaginativos. Les define la ilusión con la que persiguen nuevas tecnologías, son conscientes de lo que las nuevas herramientas pueden aportar a sus negocios y clientes, y se obsesionan por mantener un control de los datos generados en los procesos de limpieza.
- Early Adopters o primeros seguidores: son aquellos que en cuanto los beneficios de la nueva tecnología empiezan a ser aparentes y ven que hay competidores directos que ya se benefician de las nuevas herramientas tecnológicas comienzan a consumir dichas nuevas tecnologías. A diferencia de los primeros, estos segundos se mueven más por las posibilidades prácticas y la resolución de problemas reales que les afectan. Este sería el segmento de clientes que más puede ser de gran ayuda a la hora de construir un negocio o comercializar determinados productos, pues buscan una solución en el mercado a un problema o problemas concretos.
- Mayoría precoz: este tipo de clientes son la gran mayoría de seguidores. Tienen un carácter pragmático y se sienten cómodos adoptando ideas moderadamente innovadoras, pero no adoptarán nuevas soluciones si antes no se les demuestra la existencia de otros clientes que han adoptado determinada solución innovadora y han logrado resultados sólidos y reales.
- Mayoría tardía: tienen un carácter bastante conservador y una importante tendencia a evitar riesgos. Se sienten incómodos con las nuevas soluciones, bien por desconocimiento o bien por falta de motivación. Comprarán productos que ya sean un comodity en el mercado y únicamente cambiarán ligeramente su postura por el sentimiento de estar quedándose atrás. El factor precio es un elemento clave que les influye de manera negativa a afrontar inversiones, tal vez porque las perciban como un gasto, aunque de manera demostrada la implementación de una solución digital concreta pueda traducirse en ahorros de tiempo, productos, optimización de recursos y demás factores que intervienen en los procesos de higiene. En definitiva: dinero.
- Rezagados: no querrán saber nada de la tecnología. Tienen gran miedo al riesgo. Son los que, a pesar de que un producto ya se ha establecido en el mercado y ha sido adquirido por las tipologías descritas anteriormente, siguen sacando argumentos en su contra. Podríamos estar también hablando de clientes con ciertas dificultades financieras. Estas dificultades les influyen claramente a no adoptar los cambios propios del mercado. Por todo ello, son los que más en riesgo tienen su negocio.
La visión de Diversey como empresa pionera en el sector
Por parte de las empresas del sector, al igual que en la categorización de las tipologías de cliente, existen compañías con una marcada vocación pionera en relación a su aportación al mercado de soluciones de I+D+i. Desde su fundación en 1923, Diversey ha ido a la vanguardia de la tecnología aplicada al mercado de la higiene profesional.
En un mercado cada vez más exigente, con sectores muy diferenciados, Diversey proporciona soluciones especializadas para las necesidades de sus diferentes clientes en todo tipo de sectores.
El negocio de Diversey como compañía fabricante del sector, no solamente es la venta de productos químicos, maquinaria, utensilios y demás familias de productos, sino la creación de soluciones específicas en función de las diferentes tipologías de clientes, intentando fomentar nuestro carácter pionero. Todas estas nuevas tecnologías tienen un único fin que coincide con nuestros valores y misión como compañía: ser facilitadores de soluciones para nuestros clientes, proteger a las personas y salvar vidas, pues ése, debe ser el fin último de la higiene.
En la higiene profesional, donde se quiere tener cada vez más control sobre los procesos de limpieza, y donde se esperan los mejores resultados en menor tiempo y con el coste más reducido posible, Diversey ha introducido el concepto IoC (Internet of Clean™) acrónimo de IoT aplicado al sector de la higiene profesional, en el cual se enmarcan las siguientes aplicaciones:
- Intellibot un robot completamente autónomo para la limpieza de suelos que no requiere un operario para su conducción y manejo mientras está trabajando.
- Intellitrail que es un sistema de gestión de flotas de maquinaria de limpieza mediante geolocalización.
- SmartView, una solución completa, sencilla e intuitiva que permite controlar y mejorar la visibilidad de las diferentes tareas realizadas por el personal de un centro.
- IntelliDish, un sistema que permite la gestión y monitorización en tiempo real de la información generada en el proceso de lavado de máquinas lavavajillas.
- IntelliLinen, la última evolución en la forma de gestionar la lavandería profesional pues, al igual que IntelliDish, permite la monitorización en tiempo real de todos los parámetros generados en el proceso de lavado de ropa.
- IntelliCare es la innovación lanzada por Diversey para la higiene de manos con conectividad a internet, siendo el primer sistema en poseer el primer y patentado dispensador híbrido del mercado.
Las nuevas tecnologías web de almacenamiento de datos, la geo-localización y el Internet de las Cosas han abierto un nuevo camino dentro del mercado de la higiene profesional. Ya no es suficiente con limpiar bien y con los mejores productos, sino que ahora debemos proporcionar a nuestros clientes una visión 360º de los diferentes parámetros inherentes a los procesos de limpieza, para poder monitorizarlos, estudiar los datos generados y ayudarles a tomar las mejores decisiones.