Los periodos de calor son cada vez más largos a causa del cambio climático y esto conlleva una serie de consecuencias perjudiciales para la sociedad, entre ellas, la presencia de plagas. Que el invierno esté ya con nosotros no es sinónimo de poder respirar tranquilos ante este problema, sino que nos debe de poner en alerta. Así pues, la ventana de reproducción se abre aún más en épocas donde impera el frío, ya que especies como las chinches, buscan cobijos tanto en viviendas como en locales.
Por otro lado, su expansión se acelera todavía más en las épocas del año donde las personas son más asiduas a los desplazamientos, como por ejemplo en el puente de la Constitución o en Navidad, según la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental, ANECPLA.
Las chinches, de las plagas más comunes en invierno
En primer lugar, con la mirada puesta en las escapadas propias de la época que viene, las chinches de cama pueden aparecer tanto en hoteles, como en casas rurales o alquileres vacacionales. “Las chinches de cama son una de las plagas más comunes durante todo el año”, explica el director general de la asociación, Jorge Galván. Además, advierte que son tan frecuentes que, a día de hoy, están consideradas como uno de los mayores problemas de salud pública. Destaca también que no se trata de que los espacios no estén bien limpios o higienizados, sino de que se debe de actuar correctamente tan pronto se tenga constancia de su presencia.
Su crecimiento exponencial, especialmente en las dos últimas décadas, está más relacionado con otras circunstancias mucho más generales como la globalización, la contaminación y el cambio climático, según Sergio Monge, presidente de ANECPLA.
Las ratas y termitas
Otras de las plagas más comunes cuando el frío llega, son las de las ratas y termitas. En el primer caso, ante las bajas temperaturas, estas buscan comida y cobijo en los hogares e interiores de locales y negocios. Estos animales son de las principales especies transmisoras de enfermedades como la leptospirosis, la toxoplasmosis o el síndrome pulmonar por hantavirus, entre otras. Ante esta situación, ANECPLA hace un llamamiento a la realización de adecuadas labores de prevención que mantengan bajo control esta especie que es fácil que llegue a convertirse en una plaga debido a su alta condición oportunista y su elevada capacidad reproductiva.
Desde ANECPLA recuerdan la importancia de contratar los servicios de empresas especializadas inscritas en el Registro Oficial de Establecimientos y Servicios Plaguicidas / Biocidas cuyo personal técnico esté capacitado oficialmente como especialista y que empleen una serie de productos en todo caso registrados y autorizados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
En el caso de las termitas, son otras de las especies plaga que no cesan su actividad en invierno. Estas viven y se alimentan de las estructuras de madera y cuando se detecta, por lo general, ya suele ser demasiado tarde. Por ello desde ANECPLA insisten en la importancia de realizar periódicos servicios de prevención y mantenimiento. El poder de destrucción de las termitas no tiene límites. En la actualidad, son multitud los edificios afectados en España por su capacidad destructiva, muchos de ellos tan relevantes e icónicos, y pertenecientes al Patrimonio Histórico del país, como es el caso de la Mezquita de Córdoba, la catedral de Barcelona o el emblemático monasterio de El Escorial en Madrid.
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