El absentismo laboral en el sector de la limpieza aumentó en 2019 en más de 4.000 trabajadores con respecto al año anterior, pasando de los 27.397 trabajadores en 2018 a los 31.485 de 2019 que no acudieron a sus empleos, según datos extraídos del informe anual que la Asociación Profesional de Empresas de Limpieza (ASPEL) ha presentado el martes en una rueda de prensa.
En este anuario se incluye un estudio de absentismo que la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo ha elaborado para ASPEL, en el que se desgrana que en los últimos seis años el incremento del absentismo laboral ha sido de un 122%, pasando de 14.136 trabajadores que no acudieron a trabajar en el ejercicio 2013 a 31.485 trabajadores en el ejercicio 2019.
Un incremento “desmesurado del absentismo laboral en comparación con la media del resto de sectores” según el presidente de ASPEL, Juan Díez de los Ríos, que, a su juicio “conlleva un importante coste para las empresas”.
De hecho, la duración media de las bajas por contingencias comunes fue de 58,65 días por proceso finalizado en este sector, frente a los 40,38 días del total de sectores. Asimismo, la incidencia media mensual de los procesos de baja para el sector de la limpieza se cifró en 37,67 casos por cada 1.000 trabajadores, siendo esta cifra superior en un 51,22% al del total de sectores para el ejercicio de 2019.
Y es que, según se desgrana en el informe, el coste total que supone para las empresas del sector de la limpieza los procesos de baja de una duración de 15 días es de más de 270 millones de euros y los de más de 15 días un total de 304 millones para la seguridad social.
Principales datos y retos del sector
Durante la presentación del anuario, el presidente de ASPEL ha asegurado que “los datos del informe ponen al sector de la limpieza a la par con otros sectores y lo convierten en una de las diez principales actividades de servicios en términos de empleo de España” y ha recalcado que “la limpieza proporciona un servicio vital para el país, asegurando que los lugares de trabajo, hospitales, escuelas, transporte y espacios comunes sean limpios y agradables de usar”.
Sin embargo, Díez de los Ríos ha recordado que “tenemos numerosos retos por delante puesto que debemos garantizar que el sector pueda continuar prestando sus servicios esenciales durante la segunda ola para mitigar los efectos del Covid-19”.
En este sentido, Díez de los Ríos ha manifestado que “la situación derivada de la pandemia ha paralizado la actividad en los países de la Unión Europea” y que “esta tesitura está arrastrando a toda la economía a una caída vertical con numerosas incertidumbres”. “De la bajada del 65% debido a la suspensión de los contratos públicos y a la paralización de los privados por ERTE considerados de fuerza mayor, hemos recuperado de forma desigual según la cartera de las empresas entre mantener el 65 % al 97%” ha apostillado.
En relación a los ERTE, el presidente de ASPEL ha valorado positivamente el acuerdo final al que se ha llegado entre patronal, sindicatos y gobierno y confía en que “no existan dificultades burocráticas para llevarlos a cabo”. “La extensión de los ERTE es necesaria puesto que trabajamos en casa de nuestros clientes”, ha explicado.
De la misma manera, Díez de los Ríos ha mostrado su confianza “pese a la pandemia de la covid-19” en el “desarrollo de un Convenio Estatal de Limpieza que ayude a simplificar y a hacer de la negociación colectiva, una herramienta unificada que dé como resultado un mercado único, eficiente y competitivo”.
Por último, ha asegurado que el sector de la limpieza en España se ha visto incrementado en 7.527 trabajadores respecto al año anterior, situándose el número total de trabajadores en casi 380.000, lo que supone “ligero un acercamiento a años anteriores a la crisis de 2008”. Además, según los últimos datos, el sector representa a un total de 17.578 empresas, 34 más que el pasado año. De ellas no llega a 3.000 las que actúan en el mercado real.
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