En este período navideño, para muchos españoles el primer propósito a cumplir para 2024 ha sido volver a estar en unas condiciones saludables sin toses, estornudos y fiebre. Según datos del Instituto de Salud Carlos III, difundidos la víspera de la noche de Reyes, el número de infecciones respiratorias ascendía a casi 953 de cada 100.000 personas. El número de personas que no pudieron disfrutar de las navidades en plenas condiciones se ha incrementado este último año comparado con los anteriores. Este hecho se podía haber evitado con una mejor CAI (Calidad del Aire interior).
Expertos en sanidad ambiental como Jorge Galván, director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), afirma que esta epidemia se podía haber frenado: «La gripe no surge a consecuencia de una ráfaga de aire. La gripe es causada por un virus. Los virus son microorganismos que persisten en el aire tras toses o estornudos y tienen más probabilidad de propagarse en espacios interiores con aire viciado y sin corrientes producidas por ventanas o puertas abiertas. En cambio, en ambientes bien ventilados, el riesgo de infección disminuye«.
No hemos aprendido nada
Siendo la tercera causa de muerte en nuestro país, el año pasado estas enfermedades respiratorias provocaron cerca de 43.000 fallecimientos. Los niños y ancianos son los colectivos más vulnerables a estas infecciones, con la coincidencia de que la CAI de colegios y residencias geriátricas está mucho menos controlada. Esto resulta contradictorio ya que «desde el punto de vista legislativo, el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) establece un requisito de calidad superior para ellas», especifica Galván.
«Es sorprendente que, tras la crisis sanitaria experimentada con la pandemia de COVID-19, no parecemos haber extraído ninguna lección. La Calidad del Aire Interior resulta crucial para mitigar y controlar las enfermedades respiratorias, de la misma manera que lo fue el lavado de manos para la prevención de enfermedades en el siglo XIX. Es fundamental que la población sea consciente de la importancia de una ventilación adecuada en los hogares, y también es crucial destacar la labor de los profesionales de la Sanidad Ambiental especializados en CAI, capaces de gestionar niveles óptimos de calidad del aire en espacios interiores de uso intensivo, como centros comerciales, hipermercados, empresas, así como en lugares críticos como escuelas infantiles, centros sanitarios y hospitales».
La calidad del aire en espacios interiores es uno de los principales problemas de salud pública a nivel global. A diferencia de algunos países europeos, como Francia, que lideran la investigación y la normativa en este ámbito, España se encuentra rezagada en esta materia. En este sentido, ANECPLA insiste en la urgente necesidad de regular la calidad del aire en interiores en nuestro país, una medida esencial para garantizar la salud pública de todos sus ciudadanos.
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