Una tabla de cortar de madera es un elemento básico en una cocina, pero sin el cuidado adecuado, puede acumular bacterias, lo que compromete la seguridad alimentaria. Te recomendamos seguir estos pasos para garantizar que tu tabla sea una pieza tan higiénica como duradera.
1) Limpia inmediatamente tras usarla
Después de cada uso, lava la tabla con agua tibia y un jabón líquido tipo lavavajillas. Usa una esponja o paño suave para frotar la superficie y eliminar los restos de comida. Evita poner la tabla en remojo o meterla en el lavaplatos, ya que el exceso de humedad causa deformaciones, creando grietas donde proliferan las bacterias. Enjuaga con agua abundante para eliminar los residuos de jabón y deja la tabla en una posición vertical, de manera que pueda secarse entera.
2) Elimina los olores y manchas
Para eliminar olores o manchas persistentes, espolvorea sal gruesa o bicarbonato sobre la tabla y luego frota con medio limón. La acidez del limón neutraliza los olores, mientras que la acción abrasiva elimina las manchas. Enjuaga y seca inmediatamente. Este método también desinfecta, eliminando las bacterias que generan olores desagradables.
3) Desinfecta tras cortar carne o pescado crudo
Para evitar la contaminación cruzada, desinfecta la tabla después de cortar proteínas crudas como carne o pescado. Prepara una solución con partes iguales de vinagre blanco y agua o agua oxigenada diluida. Moja un paño con esta mezcla, limpia la superficie y déjalo reposar de 5 a 10 minutos antes de enjuagar. Ambas sustancias eliminan eficazmente patógenos como la salmonela, entre otros.
4) Cuida bien tu tabla de cortar
Recuerda secar la tabla siempre al aire en posición vertical en un área bien ventilada. Debes evitar la humedad prolongada, que favorece la aparición de moho y bacterias. No guardes la tabla en espacios cerrados ni amontones cosas encima. Aplica mensualmente una cera natural tipo Alex, que puedes encontrar en una buena perfumería o gran superficie de bricolaje como Leroy Merlin. Este producto sella la madera, impide la aparición de grietas y repele el agua. Evita limpiarla con productos químicos agresivos como la lejía que puede dañar la madera y dejar residuos tóxicos. Guarda la tabla en un sitio seco y fresco, alejada del calor directo. Ten claro que está totalmente seca antes de guardarla, para no fomentar el crecimiento microbiano.
Si llevas a cabo estas prácticas de manera habitual, tu tabla de cortar de madera se mantendrá higiénica y duradera, reduciendo el riesgo de problemas sanitarios en tu cocina y conservando sus propiedades antibacterianas naturales. El mantenimiento regular es clave para equilibrar la limpieza y el cuidado.
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