El Ayuntamiento de Madrid va a implementar un proyecto innovador en su sistema de limpieza urbana de residuos mediante la incorporación de vehículos de inspección equipados con Inteligencia Artificial. Esta iniciativa, considerada pionera a nivel nacional en el ámbito de los servicios medioambientales municipales, tiene como objetivo detectar residuos depositados fuera de los contenedores. Tras una primera fase experimental exitosa, estos vehículos estarán todo el mes de abril en las calles de Carabanchel, Usera y Villaverde, con un total de tres coches, uno asignado a cada distrito.
Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, realizó una visita el pasado 8 de abril al parque de limpieza de FCC, en el distrito de Carabanchel, para informar acerca de la puesta en marcha del proyecto y confirmar cómo su activación va a mejorar los servicios y la ‘agilidad’ en estos barrios en el ámbito de la limpieza.
La empresa FCC Medio Ambiente, responsable del Lote 6 del contrato de limpieza viaria que abarca Villaverde, Carabanchel y Usera, ha sido la encargada del desarrollo de este proyecto. Durante la fase de prueba, se equipó un vehículo de inspección con cámaras con la capacidad de analizar el entorno y los objetos capturados a lo largo de su recorrido. Estos dispositivos emplean sensores y algoritmos basados en Inteligencia Artificial (IA) y Machine Learning para llevar a cabo un reconocimiento visual. Este sistema permite que los vehículos puedan detectar de manera proactiva y automática los residuos cercanos a los contenedores (pero fuera de ellos) durante su ruta por las calles de Madrid. Estas máquinas, gracias a su labor, reducirán los problemas estéticos y de suciedad en el paisaje de la Comunidad de Madrid de manera significativa.
Ahorro de tiempo y mayor eficiencia
Gracias a la implementación de este proyecto, el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad disminuirá el tiempo requerido para retirar estos residuos en más del 50%. Los nuevos vehículos pueden completar el recorrido que se les otorga en aproximadamente dos horas; un gran ahorro de tiempo en comparación con las cinco horas que anteriormente requería un responsable intermedio del servicio para realizar la misma ruta. Este ahorro de tiempo no solo permite una respuesta más rápida, sino que también posibilita cubrir una mayor extensión. Además, los vehículos de inspección equipados con reconocimiento visual registran todas las incidencias recogidas, desde pequeños residuos hasta muebles y enseres voluminosos.
Hasta ahora, el encargado de esta labor tenía que centrar sus esfuerzos en los residuos de mayor volumen, ya que su impacto en el paisaje urbano o en la movilidad peatonal era mayor, y pierden una gran cantidad de tiempo. Tiempo que, gracias a este nuevo sistema, se reconvierte y permite al personal intermedio responsable de la inspección se libere de estas tareas rutinarias para dedicarse a otras actividades dentro del servicio.
Avisos rápidos y detallados
La gestión de las incidencias desde el vehículo se realiza de forma inmediata, ya que toda la información se envía en tiempo real al centro de seguimiento de los servicios de limpieza. Este proceso consigue agilizar el proceso de recogida ya que notifica la incidencia al vehículo más cercano o al equipo más adecuado para recoger cada tipo de residuo de manera eficaz. El sistema categoriza la información según las anomalías detectadas en el entorno de los contenedores, comunica cada caso al centro de datos y genera un registro en una plataforma digital que incluye detalles como el tipo de incidencia, la ubicación exacta con coordenadas GPS y una fotografía. Esta información no solo facilita la resolución inmediata de la incidencia, sino que también permite que todos los registros se ordenen en un panel de control que muestra las ubicaciones, los barrios y los días con un mayor volumen de anomalías.
En los distritos de Villaverde, Carabanchel y Usera, donde se implementará el proyecto, ya se realizan aproximadamente 2.100 intervenciones de este tipo cada día, de las cuales unas 260 incidencias, principalmente relacionadas con muebles y enseres, son notificadas por los operarios del servicio de barrido.
Entrenamiento para una mejora continua
La puesta en marcha de este proyecto innovador ha sido el resultado de un exhaustivo proceso de entrenamiento y calibración de los sensores, que ha llevado a lograr una precisión excepcional en la detección de residuos. Este proceso incluyó análisis de datos, entrenamiento de algoritmos y ajuste de parámetros para optimizar los resultados. Además, se realizaron sesiones de grabación en las calles de Madrid para que los vehículos se adaptaran a diferentes condiciones ambientales y tipos de residuos, como cartones, escombros, bolsas de basura, colchones y muebles.
Los resultados obtenidos durante esta fase demostraron una precisión del 85% en la detección de diversas incidencias. Con la implementación efectiva del proyecto, se continuará mejorando el modelo a través de cada grabación, lo que permitirá perfeccionar su diseño inicial y su capacidad de detección en tiempo real. Además, para cumplir con la legislación de protección de datos, se ha implantado un programa que automáticamente pixela las imágenes de personas y vehículos captadas durante el recorrido.
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