Un estudio por un equipo del Instituto de Investigación Médica de la Universidad de Leeds y el departamento de Microbiología de Leeds Teaching Hospitals NHS Trust de Reino Unido, ha descubierto que secarse las manos con secadores de aire produce más aerosoles que cuando se usan toallas de papel.
Hay que tener en cuenta que el secado es fundamental para conseguir una higiene de manos correcta pues ayuda a eliminar las bacterias o virus que quedan en las manos después de un lavado deficiente, y así, reducir que las infecciones se propaguen.
Secado de manos: ¿toallas de papel o secador de aire?
En el experimento, los participantes se secaron las manos con un secador de aire a chorro o con toallas de papel y llevaban puesta una mascarilla para medir el riesgo de inhalar virus. En primer lugar, se añadió un bacteriófago (un tipo de virus) a las manos de los voluntarios antes del secado para investigar si los microbios en manos mal lavadas pueden propagarse por el baño. Posteriormente, se midió la contaminación de la mascarilla de la persona que se secó las manos y de la mascarilla de otra persona a 1 y 2 metros de distancia. Los voluntarios esperaron 15 minutos tras el secado de manos para examinar si las gotas de aire continuaban depositándose sobre mascarillas nuevas que se cambiaban cada 5 minutos.
Como resultados, en los ensayos que utilizaron secadores de chorro de aire, la contaminación de las mascarillas aumentó 15 minutos después del secado de las manos, lo que sugiere la aerosolización de partículas pequeñas que permanecen en el aire durante más tiempo. En definitiva, cuando se usaron secadores de chorro de aire, el 89 % de las mascarillas estaban contaminadas por virus, frente al 29 % de las mascarillas de los voluntarios que usaron toallas de papel.
Teniendo en cuenta estos hallazgos, los responsables de equipar los baños públicos tendrán mayores implicaciones. Ya sean propietarios de restaurantes y bares o directores de compras de centros comerciales, es probable que revisen los equipos de secado de manos que ofrecen. Está claro que el método de secado de manos puede afectar a la diseminación aérea de patógenos microbianos, incluidos virus respiratorios, lo que podría aumentar el riesgo de exposición e infección para otros usuarios del baño.
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