El sector de la limpieza e higiene profesional está sufriendo una importante pérdida de negocio a causa de la pandemia. Las empresas de limpieza se encuentran en una situación muy delicada. Esta circunstancia, unida a la subida salarial en términos absolutos (hasta un 3,5 por ciento prevista para el año 2021 y pactada en el Convenio Colectivo), sitúa a las empresas de limpieza al borde del abismo.
Para Jesús Martín, presidente de la patronal de las empresas de limpieza madrileñas, AELMA, explica cómo, “a causa de la pandemia, muchas compañías se han visto obligadas a adaptar sus servicios», con no pocas dificultades de organización y con las exigencias puntuales de los clientes.
Las empresas, están «aceptando la modificación de los contratos en vigor en función de las necesidades de los clientes como consecuencia de los cierres o las suspensiones de actividad a las que se han visto abocados, muy a su pesar», continúa Martin.
«Pese a todo, las empresas han actuado con responsabilidad y generosidad asumiendo reducciones en las prestaciones comprometidas con nuestros clientes, por causa de la necesaria adecuación al régimen de teletrabajo de sus empleados”, prosigue Jesús Martín, presidente de la patronal.
En gran parte de los casos, las alteraciones producidas en las empresas no tenían causa directa con el Covid-19. Las causas han sido las decisiones unilaterales adoptadas en base a las razones anteriormente citadas. Por ello, esta situación ha obligado a presentar ERTES por causas organizativas y productivas, comportando el mantenimiento de la cuantía integra de las cotizaciones del personal, con el consiguiente perjuicio económico para las empresas de limpieza, dada la efectiva y real reducción en sus facturaciones.
Esta circunstancia, unida al gran esfuerzo que en su día hizo el sector, pactando un convenio plurianual, con incrementos salariales anuales acordados hasta el año 2021 -de hasta un 3,5% por cada ejercicio-, no solo supone la pérdida de cualquier beneficio empresarial, sino que, incluso, provoca pérdidas en los resultados de las empresas como consecuencia del desequilibrio entre ingresos y gastos. Hay que tener en cuenta que en esta actividad, el coste por mano de obra supone el 85 por ciento del gasto total que genera la prestación del servicio.
En ese contexto tan desfavorable, se hace necesaria la actualización en el precio de los servicios para contribuir a reducir ese desajuste y permitir la adecuada revisión de salarios del personal, que ha estado, y sigue estando, en la primera línea de actuación ante la pandemia, y que, por tanto, merece el reconocimiento de la revisión de su contraprestación por el trabajo que realiza.
“En esta situación, y dado el esfuerzo que nuestros empleados han realizado por contribuir en gran medida a paliar los efectos de la pandemia, no solo no podemos, sino que tampoco deseamos, acometer actuaciones que puedan comprometer la revisión de sus salarios. Y ello a pesar de que la voluntad negociadora mantenida en su día, conforme a la realidad vigente en la fecha de negociación, en nada se corresponde con el momento actual y con la recesión que se ha producido en el año 2020”, sostiene Jesús Martín.
Las empresas de limpieza han asumido el reto de participar activamente en la lucha contra la pandemia y ello ha posibilitado que el sector haya contribuido notablemente a la contención de su expansión a través de los medios humanos y técnicos que le son propios, los cuales han sido puestos a disposición de sus clientes, ocupando así un lugar relevante en el esfuerzo llevado a cabo por todos a fin de superar esta crisis.
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