La higiene podría parecer un asunto local o individual, pero de hecho es un desafío global. No en vano un factor esencial para frenar la transmisión de enfermedades infecciosas. UNICEF considera la higiene un factor básico para lograr que los niños tengan una infancia plena y saludable. Y contribuye a que los niños vayan al colegio a diario, de modo que puedan ser adultos educados e informados para afrontar la vida.
¿Sabes qué es la pobreza higiénica?
Pero conviene tener en cuenta que la higiene no es un esfuerzo que se pueda realizar de modo gratuito, ya que cuesta dinero. El término pobreza higiénica define la incapacidad para asumir el coste de productos higiénicos como el champú, la pasta de dientes, el desodorante y el jabón. En el mundo hay millones de personas privadas de los estándares de higiene que se consideran normales en Occidente. Según el Banco Mundial, 685 millones de personas viven en extrema pobreza en el mundo, lo que equivale a un 9,1 por ciento de la población global.
La higiene como reto global
Casi una décima parte de la población mundial vive en condiciones que dificultan o impiden mantener un nivel aceptable de higiene. Millones de personas viven en regiones del planeta cuyas viviendas, tiendas y colegios tienen suelos de tierra. Es frecuente que en estas zonas del mundo no se disponga de agua potable ni tampoco de agua para lavarse las manos. Mantener una higiene aceptable puede ser un desafío para quienes viven en casas compartidas con animales de granja.
Programa UNICEF contra la pobreza higiénica
Una cultura de la higiene es decisiva para poder mejorar los niveles de limpieza y salubridad, tanto individual como global. Por ello la transformación social es una parte integral de los programas de higiene de UNICEF, centrada en estas estrategias:
- Promoción de una cultura de la higiene, movilizando a las comunidades mediante campañas de lavado de manos e integrando la limpieza en los planes de estudios escolares.
- Suministro de productos de higiene, tanto para paliar las situaciones de emergencia como para implantar la limpieza como costumbre. Además, se construyen en los colegios instalaciones que permitan lavarse las manos con frecuencia. Y se garantiza el acceso a lugares que permitan el aseo personal.
- Apoyo a mujeres y niñas para que aprendan lo que es la higiene menstrual. Esta campaña aporta información para que la menstruación se normalice e incorpore en el proceso de cuidado y salubridad individual, sin considerarse un estigma.
- Colaboración con otros organismos y con empresas del sector privado. Esta cooperación estratégica y financiera permite incorporar las novedades tecnológicas que ayudan a mejorar las condiciones de higiene en los barrios y en los lugares de trabajo.
- Refuerzo del sector de la higiene, mediante la colaboración con el sector público para potenciar medidas políticas, proyectos institucionales, programas de financiación y observatorios, cuya meta es una mejora sostenible de la higiene en el mundo.
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