Polémicas y situaciones rocambolescas a parte, España iniciaba el año 2022 con una nueva Reforma Laboral.
La nueva legislación buscaba, con el beneplácito de los agentes sociales, sacar al país de la precariedad laboral y, sobre todo, no seguir arrastrando la temporalidad, como tendencia, en los contratos.
En concreto, la reforma persigue tres objetivos: en primer lugar, como decíamos, acabar con la contratación temporal que hace que en las crisis se destruya tanto empleo; en segundo lugar, mejorar las condiciones laborales; y, por último, sumar a la legislación ordinaria los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), que deben sustituir a los utilizados en pandemia, y que, nuevamente, eviten despidos masivos.
Sin derogar por completo la reforma de 2012, esta nueva legislación transforma puntos importantes: la contratación temporal, el contrato fijo discontinuo, los contratos formativos, la subcontratación de servicios, los ERTE, la negociación colectiva y los convenios colectivos.
Esta nueva reforma laboral afecta al sector de los servicios de limpieza en varios asuntos. Para el presidente de la federación nacional AFELIN, Jesús Martínez, “es un texto no tan malo como podría ser, dadas las propuestas iniciales del Gobierno. Tiene algunos aspectos positivos (pocos) como la clarificación de los contratos fijos discontinuos, y traslada a la legislación muchas cuestiones en las que ya las sentencias indicaban el camino. Por supuesto, lamento profundamente que se haya desperdiciado esta oportunidad para solucionar el tema de las deudas de la empresa anterior a la nueva adjudicataria en las subrogaciones, teníamos los deberes hechos, el texto estaba en la mesa de negociación… pero al final nada… Por descontado hemos de seguir trabajando para revertir esta situación injusta”.
Respecto a la subrogación, Juan Díez de los Ríos, presidente de ASPEL (Asociación Profesional de Empresas de Limpieza), nos explica que, “no nos han hecho caso. No había nada ni nadie en contra para que se aplicase la modificación que proponíamos en el artículo; que además se lo dimos hecho. La Ministra de Trabajo y economía social ni si quiera ha contestado a la carta que se le envió desde la Comisión de Servicios de CEOE, en la que participaban 12 asociaciones, todas ellas de acuerdo y de distintos sectores”.
Otro punto a destacar es la externalización, que aunque continua ,“prevalece el convenio del servicio que se presta frente al del cliente”, resalta Díez de los Ríos. Además, en cuanto a los convenios colectivos y de empresas, “ahora el convenio de empresa en los asuntos salariales no puede estar por debajo del sectorial”, apunta.
La ultraactividad y la temporalidad son otros de los puntos que incidirán en el sector.
Salario Mínimo Interprofesional
La subida del Salario Mínimo Interprofesional es otra de las preocupaciones para las empresas del sector, sobre todo, siendo éste un sector de mano de obra intensiva.
En septiembre ya hablábamos de una nueva subida del salario que ascendía la cifra hasta los 965 euros mensuales. ASPEL por entonces declaraba que, “muchas empresas estarán abocadas a una crisis y a una situación que no podrán sostener durante mucho más tiempo”. Ésta es “una oportunidad para encontrar alguna fórmula legal que solucione estas deficiencias en los contratos para que las empresas no tengan que asumir todo el coste en contratos vivos”, explicaba Juan Díez de los Ríos, presidente de ASPEL.
Recientemente, con la nueva subida (que ha entrado en vigor el 22 de febrero, con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2022) hasta los 1.000 euros mensuales, la misma patronal nos comenta que, “abogan por actualizar el precio de aquellos contratos públicos en ejecución dentro del propio Real Decreto”.
En este sentido, Díez de los Ríos ha pedido de nuevo que se reforme la Ley de Desindexación, para permitir modificar el valor de los contratos ya firmados y el precio de estos. “Esto solucionaría las sustracciones de margen que hemos tenido en los contratos en ejecución y que las empresas no tengan que asumir el coste”.
Por su parte, Martínez (presidente de AFELIN) insiste en que “influye muy negativamente en las provincias donde esta subida ha rebasado lo pactado entre las partes de la mesa. El Gobierno ha interferido subiendo los salarios pero pagándolos las empresas. Sube los salarios y, por tanto, también las cotizaciones e impuestos, baja la competitividad, sube la economía sumergida; pierden los empresarios que quieren hacer las cosas bien”.
Asimismo, ASPEL denuncia que la subida del SMI perturba la negociación colectiva de la mayoría de los convenios colectivos de limpieza de España. “La medida llega en un contexto económico marcado por la incertidumbre. No era el momento para nosotros que llevamos arrastrando subidas de más del 30%”, ha confesado Díez de los Ríos. Y ha añadido que, “la propuesta del Gobierno sigue olvidándose de los sectores de servicios que llevan años soportando sobrecostes de todo tipo”.
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