Lavarse el pelo todos los días se ha convertido durante las últimas décadas en una actividad considerada normal, sobre todo entre las generaciones más jóvenes. Pero nadie parece saber cuál es la frecuencia idónea y cuando sale el tema abundan las dudas. ¿Cómo saber qué es lo mejor? Bueno, lavar el pelo a diario no es ni bueno ni malo. El asunto depende de una serie de factores que no siempre se pueden tener bajo control.
Lavar el pelo a diario: una costumbre quizá excesiva
Si tienes dudas en cuanto a la conveniencia de lavarte el pelo todos los días, la respuesta es que lo puedes hacer. Pero un número creciente de expertos aconsejan reducir la cantidad de champú o incluso hacerlo sin champú en caso de ser una práctica muy frecuente. Conviene tener presente que el uso excesivo puede quebrar y resecar el cabello.
Cientos de miles de personas dan por hecho que es una costumbre de higiene que debe hacerse mecánicamente, sin darle demasiadas vueltas. Pero cada vez son más las personas que consideran excesivo el lavado diario.
¿Cómo funciona el champú?
El champú limpia el pelo con detergentes sintéticos menos tóxicos y con un pH más suave que el del jabón. Estos ingredientes eliminan los residuos superficiales del cuero cabelludo y del propio cabello. Un buen número de champús también contienen compuestos llamados sulfatos, que producen una densa espuma que elimina la grasa. Esto puede servir para dar al pelo un aspecto más reluciente, pero también lo puede dañar.
Conservar al menos algo del aceite del propio pelo es importante para protegerlo. Hay personas que prefieren usar champús humectantes o sin sulfatos para conservar la salud natural del cabello. Pero no está demostrado que los champús sin sulfatos sean menos agresivos que los productos normales. Otras personas optan por recortar el número de veces que se lavan el pelo. Algunas personas incluso recomiendan abandonar el champú por completo.
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