Las chinches de cama se han globalizado. Del mismo modo que el transporte de personas alcanza en cuestión de horas prácticamente cualquier rincón del planeta, igual sucede con determinados insectos que parasitan a la especie humana. Una plaga de chinches ha tomado París al asalto en las últimas semanas. ¿Llegará a suceder lo mismo en España?
«Nadie está a salvo»
Pasaban unos minutos de las ocho de la mañana cuando el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire, proclamó dramáticamente en la televisión gala: “Nadie está a salvo”. El político francés no se refería al cambio climático ni a algún nuevo virus incontrolable. Estaba hablando de chinches. “Ante una infestación de chinches, se necesitan medidas coordinadas que reúnan a las autoridades sanitarias, a las comunidades y a todos los líderes locales, para prevenir el riesgo y actuar de forma eficaz,” explicaba Grégoire en la cadena francesa LCI el viernes 29 de septiembre. Era la primera admisión pública de de la plaga por parte de las autoridades municipales galas.
La capital de Francia se encuentra en situación de alerta por una presencia masiva de estas alimañas que pueden observarse campando a sus anchas en medios de transporte como el metro y los trenes de alta velocidad, en los aeropuertos, en los asientos de los locales públicos y en las habitaciones de los hoteles. Según cifras publicadas por la prensa del país vecino, en torno a un 10% de viviendas de la glamurosa Ciudad de la Luz —la Ville Lumière— sufrirían los estragos de este bicho chupador de sangre humana.
Es comprensible que el problema haya llegado a la Asamblea Nacional, porque París va a ser la sede de los Juegos Olímpicos en el verano de 2024. El Gobierno francés no solo ruega a los ciudadanos que dupliquen su vigilancia y extremen la higiene doméstica, sino que va a montar un observatorio para seguir de cerca el desarrollo de este grave incidente.
¿Va a llegar a España la plaga de chinches?
Con el crecimiento exponencial del turismo, estos insectos oportunistas han reforzado su viabilidad y capacidad de propagación. Capaces de pegarse a las prendas de vestir y a las maletas, pueden viajar a cualquier destino del mundo casi en un abrir y cerrar de ojos. Las chinches no tienen ya obstáculos ni límites físicos que frenen su esparcimiento en forma de plaga por nuestro orbe.
Tras un par de veranos limitados por los controles pandémicos, el turismo ha regresado a España con su esplendor habitual. De confirmarse las cifras, España podría cerrar el año 2023 con un nuevo récord, al superar los 85 millones de turistas, casi duplicando la población de nuestro país. “La globalización, los mayores niveles de contaminación y el aumento de las temperaturas debido al cambio climático están detrás del resurgimiento de las chinches en Europa”, afirma Jorge Galván, director general de ANECPLA. Conforme se multiplican las noticias sobre la plaga de chinches europea, muchos se preguntan si va a llegar a España. Tal vez el descenso de los termómetros propio de esta época nos libre de la infestación que sufre la capital francesa.
¿Qué es una chinche?
Para quienes no lo saben, las chinches son pequeños insectos sin alas que pican a los humanos y se alimentan de nuestra sangre, a menudo por la noche. Nos localizan al sentir el dióxido de carbono en nuestro aliento y el calor de nuestro cuerpo. Si bien las chinches pueden portar una gran cantidad de patógenos, no parece que transmitan enfermedades a los humanos, aunque sí causan ronchas que escuecen.
Plaga de chinches: Medidas de prevención al viajar dentro y fuera de España
El medio de transporte de las chinches son las personas que hayan estado en camas de hoteles infestados. Por tanto, es recomendable tomar estas medidas de prevención al hacer turismo nacional e internacional.
1) Revisar las guaridas idóneas de chinches, como cenefas de alfombras, costuras de colchones, fundas de almohadas, somieres, cabeceros de cama y otros resquicios donde se puedan ocultar.
2) Mirar en concreto las costuras y ribetes de los colchones en busca de manchas de sangre, excrementos, huevos o larvas, que son pequeñas y de color blanco.
3) Encender la luz durante la noche, para intentar captar a las chinches en plena actividad, sin darles tiempo de esconderse.
4) No dejar la ropa tirada sobre el suelo ni encima de una cama, usando en cambio perchas o ganchos capaces de mantener la ropa lejos del suelo o la cama. Estas medidas se deben aplicar a las compras realizadas durante el viaje.
5) Cerrar las maletas y bolsas cuando no se usen, para evitar que las chinches puedan meterse dentro por la noche.
6) No poner el equipaje en el suelo, ni tampoco sobre mesas o sillas, lugares donde se pueden aglutinar las chinches.
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