El primer estudio sobre el reciclado químico en España, presentado en un evento online inaugurado por el MITERD y con más de 800 participantes, incide en la necesidad de esta tecnología como complemento al reciclado mecánico para alcanzar las ambiciones de la UE en materia de circularidad y neutralidad climática.
Plastics Europe (Asociación Paneuropea de productores de plásticos), Feique (Federación
Empresarial de la Industria Química Española) y AIMPLAS (Instituto Tecnológico del Plástico) han presentado el informe Reciclado Químico en España: Apostando por un futuro circular, el primer estudio en el que se analiza la situación y grado de implantación del reciclado químico en España y se realiza una prospectiva a futuro, teniendo en cuenta las importantes inversiones empresariales ya anunciadas para el desarrollo de esta tecnología.
Una de las principales conclusiones del estudio es que, a tenor de las múltiples inversiones que se van a acometer, se estima que de aquí a 2025 se multipliquen por 40 las capacidades de tratamiento de residuos por reciclado químico, alcanzando casi el medio millón de toneladas para esa fecha.
El informe, presentado por Ismael Aznar, director general de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ante más de 800 participantes, ofrece una visión general, presente y futura de la industria del
reciclado químico en España y su potencial de contribución a la economía circular y la neutralidad climática. El evento ha contado también con la mesa redonda: Innovaciones para un futuro circular, moderada por Forética, en la que BASF, Repsol, SEALED AIR y Grupo Nueva Pescanova han expuesto distintos proyectos que ya han puesto en marcha.
El reciclado químico es el conjunto de tecnologías que permite descomponer los residuos plásticos (y otros materiales) en sus componentes básicos y transformarlos en valiosas materias primas secundarias para producir nuevos productos químicos y plásticos favoreciendo así la circularidad de los recursos. Esta tecnología permite el tratamiento de los residuos plásticos que no se pueden reciclar mecánicamente y en la actualidad, se depositan en vertederos o se incineran.
Los plásticos son materiales versátiles y duraderos, de gran valor y utilidad para la industria, la economía y la sociedad en general. Hoy en día, están presentes en infinidad de sectores de aplicación contribuyendo a la sostenibilidad gracias a sus propiedades: ayudan a reducir el desperdicio de alimentos, a disminuir las emisiones en el transporte y a limitar las necesidades energéticas de los edificios, entre otros, contribuyendo así a la lucha contra la crisis climática.
Los productos fabricados con materiales plásticos, al final de su vida útil, se convierten en residuos que deben ser gestionados y reciclados de forma adecuada para poder introducirlos de nuevo en los procesos productivos, favoreciendo de esta manera la transición hacia una economía circular baja en carbono. Las tecnologías de reciclado son diversas: desde el mecánico al químico pasando por el reciclado por disolución (o físico). La unión y complementariedad de éstas son palancas fundamentales para alcanzar los objetivos de sostenibilidad, circularidad y neutralidad climática de la Unión Europea y de la propia industria.
Ismael Aznar ha transmitido durante su intervención el apoyo del Ministerio de Transición Ecológica en el impulso de esta tecnología que ya ha sido incluida dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia: “Tenemos que avanzar hacia una nueva economía del plástico, un modelo circular en el que se incremente la reutilización y en el que los residuos plásticos, bien gestionados, sean aprovechados como nueva materia prima. En ese contexto, el reciclado químico está llamado a jugar un papel relevante, y por ese motivo queremos apoyarlo a través del PERTE de Economía Circular”.
Asimismo, Rafael Jiménez, presidente de Plastics Europe en la región Ibérica, ha incidido en el potencial de España para convertirse en un referente europeo de reciclaje químico: “No cabe duda de que estas nuevas tecnologías de reciclado químico tienen el potencial de ayudarnos a reciclar más cantidad de residuos plásticos, y convertirlos en materias primas circulares, disminuyendo así el uso de recursos de origen fósil. España puede posicionarse como referente en este ámbito. Para ello han de darse algunas condiciones clave como, por ejemplo, el reconocimiento legal del enfoque de balance de masa para medir el contenido reciclado y asegurar que el reciclaje químico cuente para los objetivos regulatorios de la UE en materia de reciclaje y el contenido reciclado”.
A su vez, José Antonio Costa, director general de AIMPLAS, ha destacado en la presentación del pionero estudio que: “El reciclado químico es una tecnología incipiente que debe ser utilizada de forma complementaria al reciclado mecánico. Sin embargo, pese a que abren nuevas posibilidades de gestión de los residuos plásticos, aún necesita tiempo para alcanzar su pleno potencial a nivel industrial y tiene importantes retos por delante que deben ser superados, en algunos casos, mediante mejoras en los propios procesos”.
Por su parte, Carles Navarro, presidente de Feique, ha señalado: “Enfocamos el futuro de esta tecnología con optimismo, pero conscientes de los múltiples retos por afrontar y de la necesidad de crear un escenario propicio para atraer las inversiones que requiere su despegue. España ha dado un paso muy importante al ser el primer país en incluir en una Ley el reconocimiento del reciclado químico. Es un punto de inflexión que nos coloca en una situación privilegiada. Aquí es donde la industria química jugará un papel primordial con su liderazgo e inversión en I+D+i”.
Como recoge el informe, la implementación del reciclaje químico a escala industrial requiere de un marco regulatorio estable y predecible que defina el reciclado desde la neutralidad tecnológica.
Además, se hace necesaria la colaboración público-privada, junto con el resto de agentes de la cadena de valor del ecosistema de los plásticos. En este sentido, el informe indica que España también es pionera en cuanto al marco regulatorio ya que, con la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, nuestro país se ha convertido en el primero de la Unión Europea en incluir el reciclado químico en un documento legislativo.
Asimismo, es el primer país europeo en aprobar una proposición no de ley para promover el uso de productos valorizados por procesos de reciclado químico de plásticos.
Sin embargo, para que este tipo de reciclado pueda alcanzar todo su potencial, quedan numerosos retos por delante, como desarrollar criterios claros de fin de condición de residuos o que se reconozca el balance de masas como metodología de trazabilidad del contenido en reciclado químico procedente de estas nuevas tecnologías.
La mesa redonda, moderada por Beatriz Laso, responsable del Grupo de Acción de Economía Circular de Forética, ha contado con la participación de Daniel Campo, director comercial de BASF Ibérica, Gabriela Superchi, Senior Manager Business Development de Repsol, Marta Lara, Retail & Sustainability Manager Iberia de Sealed Air y María Pérez, técnico especialista en Economía Circular del Grupo Nueva Pescanova. En ella se ha puesto de manifiesto que el impulso de proyectos empresariales relacionados con el reciclado químico resulta esencial para recuperar el valor de flujos de residuos muy complejos y volver a introducirlos en aplicaciones particularmente exigentes, como, por ejemplo, los envases alimentarios. También han resaltado cómo estas tecnologías les están permitiendo a las empresas avanzar hacia una mayor circularidad y neutralidad climática.
Archivado en: