La revista Limpiezas reunió de manera digital al Consejo Técnico Asesor (CTA) de la revista, con el propósito
de pulsar el estado del sector de la limpieza e higiene profesional en sus distintos ámbitos, de los que estos expertos son grandes conocedores, por tener puestos relevantes en asociaciones sectoriales.
¿Cómo se han adaptado, en términos generales, las empresas del sector de la limpieza profesional a la “nueva normalidad”, teniendo en cuenta que el fin de la pandemia no está nada claro? Preguntó Antonio Borredá, director de la revista Limpiezas a los presidentes y directores generales de las asociaciones pertenecientes al CTA.
Josep Très, presidente de ASCEN, destacó la adaptación de las empresas al teletrabajo y la ayuda psicológica que necesitaron los trabajadores en el sector. Asimismo, señaló la labor importantísima de los supervisores y como todos tuvieron que adaptarse al uso de equipos de protección (EPIS).
Para el sector, que se enmarca dentro del mercado de los servicios, es relevante la sociabilización, el contacto con los clientes. Y esto es uno de los puntos débiles ahora en plena pandemia. Sin embargo, la fortaleza para el presente y futuro es la enorme visibilidad que se ha obtenido.
Por su parte, Juan Díez de los Ríos, presidente de ASPEL, comentó que no podemos olvidar que todos los canales de compras se rompieron “de la manera más absoluta y a muchas de las empresas también les fueron confiscadas las compras…” El sector tuvo que ir adaptándose, “hemos sido como camaleones”. Resaltó que, por ejemplo, hoy en día se sabe que lo importante son los aerosoles, “aunque desde luego las superficies son importantes”.
Asimismo, Díez de los Ríos explicó las desavenencias con los registros de empresas y su obligatoriedad. “Es una postura que se ha roto y habrá que ver cómo se arregla. Porque hay mucha contradicción”. Y resaltó: “Nos tendremos que acostumbrar a trabajar de otra manera, las distancias, los protocolos, las rutas, la frecuencia, etc.”
Ana María Dobaño, de ASEGO, comentó que, “tanto los hoteles como en otras entidades, se han creado procedimientos no solo de cómo limpiar también de los horarios de entrada y salida, aforos del vestuario, de cómo entregar el parte de trabajo y llave maestra, turnos de comedor, ordenadores o dispositivos compartidos. Por resumir, se ha dado una vuelta a todos los procedimientos para hacerlos más seguros y en cumplimiento de las normativas recomendadas por el ICTE”.
“Con respecto a los productos de limpieza, especialmente los hoteles han valorado individualmente si los productos con los que trabajaban estaban al nivel de desinfección ante el Covid-19 y en base a eso, han realizado cambios o ampliado según necesidades, pero en general, los productos de limpieza utilizados en los hoteles han cubierto las exigencias de limpieza y desinfección”, señaló. Los hospitales han seguido, como es lógico, otro tipo de orientaciones mucho más específicas.
El sector ha sabido dar respuesta inmediata adaptándose bien a través de formación, actitud, compromiso y profesionalidad
En lo referente al personal, “los cambios más relevantes son el uso de mascarilla, mandiles desechables y el uso obligatorio de guantes durante la limpieza. Algunos hoteles han retirado elementos y decoraciones de las habitaciones siendo el más usual, la eliminación de la papelería, colocando códigos QR para que los clientes descarguen los directorios de servicios y cartas de room service desde sus dispositivos móviles. Ha sido la manera de retirar elementos, pero sin perder la esencia de vivir una experiencia en un hotel”.
Pero, según Dobaño, con independencia de la pandemia, los hoteles españoles pueden presumir de hacer muy bien las cosas, “por eso los cambios que se han realizado mejorarán nuestra operativa y servicio”.
Esta pandemia nos ha enseñado y hemos aprendido muchas cosas, de esto no hay duda. “ERTE´s, absentismo, especialización en tratamientos de limpieza y desinfección, PRL, EPI’s, negociaciones, clientes, teletrabajo, reajustes estructurales, etc. etc…», para Javier Campuzano, presidente de ASELBI, “muchas de estas prácticas han venido para quedarse y es por ello que habrá que revisar muchos aspectos de la actividad, uno de ellos el tema de la habilitación o el reconocimiento para la utilización de desinfectantes por parte de los operarios de limpieza. Pero no solo eso, también hemos visto que el sector ha sabido dar respuesta inmediata adaptándose bien a través de formación, actitud, compromiso y profesionalidad”.
La «nueva normalidad» a la que nos quieren acostumbrar “y con la que no estoy totalmente de acuerdo”, inició Juan Carlos Cebriá, presidente de ASFEL, “es un nuevo escenario al que las empresas nos hemos tenido que adaptar en mayor o menor medida dependiendo del mercado al que se dirigía previamente. Pero no ha sido fácil. La Administración no lo ha puesto accesible a muchas de ellas y prueba de ello es que algunas empresas del sector ya están empezando con ERTES, que en mitad de la pandemia parecía imposible que pudiera afectar a las empresas de higiene y limpieza”.
No obstante, “nuestro sector no ha sido de los perjudicados por la pandemia y la gran mayoría, por los datos que tengo, han visto reflejados en sus balances una mejoría notable que permite afrontar, no con precauciones, este 2021 y probablemente el 2022”, continuó Cebriá.
Respecto al turismo y el ocio, añadió: “los gran motores de nuestro país, han sido los grandes sacrificados de la pandemia. Y, por ello, las empresas que no han podido acompañar y afrontar, con sus fabricados, la lucha contra el Covid-19, han sufrido y sufrirán en sus carnes la prolongación de la pandemia”.
En el 2020 hay que diferenciar dos fases: la de la demanda (en exceso) que fue de marzo a junio y la de la oferta (saturación) de octubre a diciembre y sigue en 2021, según la experiencia de Cebriá.”Aun así se ha visto que la venta de exportación ha sido sostenible, aunque en el primer semestre también hubo más demanda de producto que en el segundo, cuando todos los mercados han empezado a saturarse de producto”.
Rafael Arruga, gerente de AEFIMIL, comenzó señalando las diferencias en su sector: “Debido a la variedad de modelos de negocio que existe dentro de los asociados de AEFIMIL, las formas de adaptación a la crisis sanitaria y económica, provocada por la pandemia del Covid-19, han sido también diversas”.
El turismo y el ocio, los gran motores de nuestro país, han sido los grandes sacrificados de la pandemia
Por un lado, “a nivel de producto (maquinaria, útiles de limpieza y productos químicos) los fabricantes han realizado un extraordinario esfuerzo para lanzar o adaptar sus tecnologías de limpieza a los nuevos protocolos de limpieza y desinfección exigidos por la pandemia.
Por otro lado, a nivel de servicios (servicio técnico, distribución logística, alquiler, etc.) todas las empresas han tenido que flexibilizar la oferta de sus servicios para adaptarse tanto a las restricciones impuestas por la Administración como a las sustanciales variaciones en la demanda (sectores que ven reducir su demanda en un 70% o 90% y otros sectores en los que ésta se multiplica por 2 ó 3)”.
Dicho esto, para Rafael Arruga: “Todo ello nos ha dejado unas cifras del sector en España con una significativa caída en 2020. Así los datos preliminares de AEFIMIL sobre el mercado, nos dejan una caída del sector de la maquinaria de limpieza de interiores de aproximadamente un 11%, en línea con la caída del PIB de España”.
En otras áreas de actividad como los útiles de limpieza, maquinaria de limpieza de consumo o productos químicos han presentado unas tasas de crecimiento significativas durante 2020, en algunos casos con tasas de doble dígito, según cifras de AEFIMIL.
“Si bien los datos de la cifra de negocio en 2020 no han sido positivos, las expectativas del sector de la maquinaria para este año 2021 son más optimistas y se prevé un fuerte crecimiento, ligado a la recuperación económica de España”.
Retos sector de la limpieza profesional
Tras estas conclusiones, les preguntamos también, ¿cuáles creen que son los principales retos de sus empresas asociadas? Además, por supuesto, de lidiar con la pandemia.
Para Josep Trés, hay dos retos: “Como asociación, la diversificación en nuestro mundo es importante, hay que animar, informar, asesorar para que empiecen a participar en la contratación pública, en la que hay muy poca participación. Y por otro lado, habrá muchos problemas económicos, habrá muchas inspecciones. Entonces pedimos que se persiga el fraude pero no los errores”. Très piensa que no hay políticas claras y que saldrán muchas normativas nuevas.
Desde el sector de la hostelería, uno de los más impactados por la pandemia, Ana María Dobaño augura que el principal y más complicado reto “al que nos vamos a enfrentar en el sector, va a ser recuperar la actividad hotelera en las ocupaciones antes de la prepandemia, y luchar porque el personal no pierda su puesto de trabajo después de la finalización de los ERTES”.
Para la representante de las gobernantas, “hasta que esa recuperación llegue, nos toca lidiar con unos altibajos de ocupación que nos acarrea estar haciendo malabares para cubrir la limpieza y desinfección de las habitaciones”. Además, reseña, que ahora el cliente observa “con lupa nuestro trabajo, por lo que cargamos con una mochila de responsabilidad muy grande, ya que cualquier error es un desprestigio para el hotel, la cadena y la ciudad”. Por otro lado, ha observado que “la polivalencia ahora está a la orden del día, todo el mundo está haciendo de todo”.
Asimismo, vislumbra una competencia de precios muy grande que hará que se ponga el foco en los costes y en no distanciarse de los presupuestos, “hasta que las empresas se recuperen de este año tan nefasto”, comentó.
“Nos esperan unos años de pocas inversiones en renovaciones y compras de renovación de materiales, ciñéndonos a lo más estrictamente necesario y obligatorio para la realización de funciones”. Aunque, también asegura que, “muchas empresas han aprovechado estas circunstancias para hacer renovaciones y nuevas instalaciones para mejorar servicios y dar más nivel a nuestra hotelería”.
Hay que realizar fuertes inversiones y automatizar y robotizar al máximo las empresas para ser más competitivos
Para Javier Campuzano, “algo que siempre venimos reclamando, es que nuestra actividad (sector de limpieza profesional) sea considerada de bien común. A partir de aquí, se abrirán muchas puertas para realizar trabajos especializados y adaptados a situaciones concretas, que permitirán una mejor calidad de vida”.
Para este profesional, uno de los retos es la concienciación de la sociedad y las administraciones, “a la hora de contratar servicios de limpieza, valorando más la calidad que el precio, por sentido común. Éste podría ser un reto dado que hemos comprendido que la salud y el bienestar de las personas no debe estar por debajo de aspectos económicos”.
Se centró en el reto de gestionar la incertidumbre, Pilar Espina. “La incertidumbre de la demanda, provocada tanto por la propia situación que vivimos como la debida a los procesos legislativos en curso; ya que dependiendo de cuál sea el resultado final de estos, van a tener que afrontar distintos escenarios y requisitos”. Por ejemplo, citó: estrategia de los productos químicos para la sostenibilidad, con un amplio espectro de posibles implicaciones en actuales legislaciones relacionadas con la industria química y con los detergentes, en particular; así como posibles nuevas restricciones en sustancias químicas; la futura ley de residuos (más SUP) y RD de envases y residuos de envases, donde destaca, entre otros puntos, la nueva responsabilidad ampliada del productor para todos los tipos de residuos (domésticos, comerciales e industriales), etc.
Para Juan Carlos Cebriá. “Los retos, tal y como estamos viendo, son adaptar las empresas del sector limpieza profesional al nuevo entorno y aprovechar los fondos europeos que van a llegar para modernizarlas. Hay que realizar fuertes inversiones y automatizar y robotizar al máximo las empresas para ser más competitivos y trabajar en un entorno de industria 4.0, porque se avecinan cambios laborales importantes y drásticos”.
También señaló: “Tratar de interconectar todas las partes de una empresa, dando lugar a una automatización efectiva y una empresa más inteligente. Debemos organizar nuestros medios productivos y digitalizar toda la industria y los servicios relacionados con la empresa buscando una unión entre el mundo virtual y real”.
Por último Rafael Arruga puntualizó: “Efectivamente, la pandemia ha dejado en segundo plano algunos retos que sin duda alguna, van a marcar la agenda del desarrollo del sector de la limpieza profesional en España en los próximos años.
En ese sentido, podemos destacar la limpieza sostenible, el desarrollo de la robótica (Cobots, Robots Cooperativos), Internet de las Cosas, Sistemas de Gestión de Flotas o la Economía Circular en el entorno general. En España, en particular, a todas estas tendencias debemos añadir la casuística propia de nuestro mercado, en el cual el bajo ratio de mecanización en los procesos de limpieza todavía es una característica diferencial de nuestro sector de la limpieza profesional”.
Asimismo, comentó estar convencidos en AEFIMIL de que, “los nuevos hábitos y normativas sobre limpieza, que el escenario post pandemia nos traerá, no solo acelerarán la implementación de dichas tendencias, sino que también ayudarán de forma muy positiva al crecimiento del sector”.
En relación a ese futuro, “este otoño, tendremos la oportunidad de que los principales profesionales del sector de la limpieza se den cita en el marco de HYGIENALIA 2021.
Un foro de encuentro en el que tanto expositores como visitantes de los principales ámbitos de la limpieza: empresas de limpieza, usuarios finales (tanto públicos como privados) y fabricantes y distribuidores de productos químicos, útiles y accesorios y maquinaria de limpieza, tendrán un marco idóneo para ahondar en el desarrollo de todas esas tendencias y retos.
Desde la organización de HYGIENALIA, Feria de Valencia, ASFEL y AEFIMIL estamos trabajando con denuedo para que HYGIENLIA no solo sea el foro y punto de encuentro de referencia para el sector de la limpieza profesional en España. Sino que también ayude a reforzar la imagen de la limpieza como servicio esencial y de valor para nuestra sociedad.
Uno de los efectos de la pandemia ha sido que los medios de comunicación y la sociedad en general han puesto de relevancia y reconocido el papel de la limpieza como un servicio básico y primordial de nuestra sociedad”, concluyó Arruga.
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