¿Para ADELMA cuál es la situación del sector químico especializado en la detergencia, en el sector de la limpieza, en este primer semestre del año?
Aunque aún no disponemos de datos contratados ni el semestre se ha cerrado, desde nuestra perspectiva, basándonos en los datos de producción, publicaciones y, sobre todo, teniendo en cuenta que por estas fechas estábamos en el pico máximo, justo en la zona adyacente de la demanda de productos desinfectantes por la pandemia (ya que eran los primeros meses de la irrupción en nuestras vidas del Covid, del confinamiento, del acopio máximo de productos esenciales: alimentación, papel, desinfectantes, en particular lejías), es lógico que este año el consumo de los productos de nuestro sector empiece a estabilizarse, volviendo a ampliar el espectro a la sostenibilidad, pero sin perder de vista que el virus continúa entre nosotros, lo que conlleva que la limpieza y la desinfección continúen siendo una de las prioridades, no solo de los ciudadanos en su ámbito doméstico sino también en los distintos ámbitos de la vida social, laboral, etc.
¿Qué se vislumbra desde estas empresas para los próximos seis meses?
A estas alturas se empieza a ver la luz, especialmente en las empresas de productos de limpieza y desinfección enfocadas en el sector profesional y, más concretamente, aquellas relacionadas con la hostelería o el turismo, ya que la apertura de locales y el retorno a la actividad conlleva directamente la necesidad de volver a limpiar y desinfectar sus instalaciones, lavar la ropa de cama, de mesa, etc.
En líneas generales, como ya empecé a esbozar en la respuesta anterior, se está produciendo un ligero giro hacia consumos de categorías de productos que habían quedado rezagadas ante la pandemia, empujados tanto por la situación actual más optimista como por la relevancia de la economía circular y todo lo que conlleva, es decir, una intensificación de sus parámetros hacia la sostenibilidad, entendiéndose ésta en el sentido más global, es decir, no solo centrada en la propia formulación de los productos detergentes y limpiadores sino también de sus envases, aumentando el contenido de plástico reciclado en su composición, su reciclabilidad/reutilización, reducción de la generación de residuos desde la fase de diseño hasta todas las siguientes fases posteriores.
Y, de nuevo, sin olvidar que las fragancias están teniendo cada vez más protagonismo en los productos debido a los gustos que el consumidor y los usuarios estaban demandando antes de 2020.
Respecto a la fabricación de productos químicos para desinfectar y limpiar, ¿qué cambios han percibido desde ADELMA en estos meses en comparación con los momentos más difíciles de las crisis sanitarias? ¿Cuáles son ahora los productos que más se reclaman? ¿Qué ha ocurrido con los viricidas y los geles hidroalcohólicos?
Como hace poco tuvimos oportunidad de escuchar a Guillermo Díaz en el Open Cleaning Day sobre ello, solo reiterar que los productos viricidas han sido los más demandados desde la aparición del Covid 19, convirtiéndose en dichos momentos en vital, para las empresas, que sus productos apareciesen en el conocido “listado de productos viricidas autorizados en España”
Vemos que en aproximadamente un año, desde la publicación del primer listado, el Ministerio de Sanidad/AEMPS ha autorizado 1.206 referencias en su última actualización (17 mayo 2021).
En aspectos legislativos, ¿en qué escenario se encuentra el sector? ¿Se han retomado temas aparcados o siguen inmersos en un escenario cambiante?
En plena vorágine de legislación europea que afecta a todos los productos químicos, tanto trasversalmente como de forma específica para ciertos subsectores, a través de numerosas propuestas legislativas o revisiones de normativas existentes dentro del marco del llamado Pacto Verde (Green Deal), ya que comprende nuevas disposiciones, así como la estrategia de productos químicos sostenibles (CSS) que, a su vez, incluye la modificación de grandes piezas legislativas para la industria química como el Reglamento REACH, el Reglamento CLP, alteradores endocrinos, microplásticos, el programa de revisión de sustancias biocidas, etc.
Además, específicamente en nuestro ámbito, nos preocupa la revisión del Reglamento de Detergentes, así como la digitalización de la información al consumidor.
Todo ello conjugado con el fin del proceso de transposición al derecho español de tres importantes Directivas: Residuos, Envases y Residuos de Envases y SUP, que previsiblemente verán su publicación en 2021.
En este sentido, ¿qué nos puede decir sobre los Biocidas?
Si nos atenemos estrictamente al marco legislativo del Reglamento de Biocidas, observamos que, según los últimos datos de los que disponemos, parece que será difícil que en 2024 (plazo establecido en el Reglamento) se hayan podido llevar a cabo las evaluaciones de todas las combinaciones de sustancias activas notificadas para los diferentes usos, ya que hasta el momento se han evaluado aproximadamente el 40%, es decir, debería realizarse el 60% de las evaluaciones en los próximos tres años, correspondiendo al grupo de los desinfectantes (de TP1 a TP5), el 39,8%, al de los conservantes (de TP6 a TP13) el 51,6%, al de los plaguicidas (de TP14 a TP20)el 6,9% y al de otro (de TP21 a TP22) el 1,7%.
No olvidemos que, mientras tanto, seguirá conviviendo en España la legislación de plaguicidas para todas aquellas sustancias activas que no hayan sido evaluadas biocidas con las complicaciones que esto conlleva.
Además, debe tenerse en cuenta que las reclasificaciones de las sustancias marcadas por la legislación REACH/CLP afectan a las autorizaciones de los productos biocidas, ya que, por ejemplo, si una sustancia activa se clasificase como alterador endocrino, no podría utilizarse en ningún producto biocida conforme a los criterios de exclusión establecidos por el Reglamento de Biocidas.
Quiero decir con lo anterior que es muy complejo predecir con cierta exactitud cómo será el futuro de los productos biocidas al afectarles no solo su legislación específica (complicada ya en sí misma) sino otras más transversales.
Desde su experiencia en la asociación ADELMA, ¿perciben algún cambio importante, alguna tendencia que se consolide en el sector, producida o acelerada por la crisis sanitaria?
De momento, y esperemos que nunca se olvide, el valor de los buenos hábitos de limpieza y desinfección en los diferentes ámbitos de la vida. A lo largo del año podremos ir viendo si esa consolidación se mantiene, aunque con cierta proporcionalidad marcada por cómo progrese la vuelta a la rutina o, mejor dicho, hacia la misma (era pre-Covid).
¿Continúan los problemas de desabastecimiento? ¿Hay alguna lección aprendida por el sector en este aspecto?
En general, en nuestro sector actualmente no hay incidencias en ese sentido, salvo algunos casos puntuales. Si bien es cierto que en determinados casos más sensibles y en previsión de que no se volviesen a producir dichos problemas se han prorrogado hasta septiembre las excepciones concedidas inicialmente por un período de seis meses durante la primera etapa de la crisis.
Para ayudar a las empresas y a las Autoridades nacionales, la Comisión Europea y la Agencia de Sustancias y Mezclas Químicas (ECHA), activaron la vía del artículo 55 apartado 1 para, así de esta manera, garantizar la disponibilidad de este tipo de sustancias y productos en el mercado.
El apartado 1 del artículo 55 del reglamento 528/2012, prevé la posibilidad de obtener permisos excepcionales de emergencia, para productos no autorizados, cuando exista un peligro para la salud pública y no existan alternativas
¿En qué está trabajando principalmente ADELMA, en la actualidad o a medio plazo?
En el futuro más inmediato podemos decir que en lo que suele ser habitual, desde hace tiempo, en las cuestiones relacionadas con la implementación de biocidas en España (transición de plaguicidas a biocidas), en el actual proceso legislativo referente a la revisión del reglamento de detergentes a nivel europeo y a nivel español en las trasposiciones de las legislaciones relativas a residuos tanto en su marco global como en la de los diferentes flujos que nos afectan (domésticos/comerciales/industriales, peligrosos, plásticos de un solo uso, marcado de toallitas), el impuesto al plástico, que afectará a todos los envases que contengan plástico no reciclado, debido a que previsiblemente entrarán vigor a finales de este año o principios del siguiente.
Sin embargo, no podemos solo centrarnos en los mencionados procesos inminentes sino que deberemos trabajar en paralelo y de forma muy activa conjuntamente con diferentes sectores en los números proyectos en curso a nivel europeo comprendidos dentro del Pacto Verde y de la Estrategia de Productos Químicos Sostenibles. Son legislaciones que, según la información disponible actualmente, podrían conllevar serias implicaciones para los productos químicos en general, así como para los detergentes limpiadores y biocidas, en particular.
Una vez más me gustaría resaltar que nuestro sector, al igual que otros dentro de la industria química, ha respondido de forma extraordinaria tanto en los momentos más duros de la pandemia como a lo largo de la misma, adaptando sus líneas de producción a las necesidades del momento, así como colaborando estrechamente entre ellos con el fin de mantener el suministro a toda la población de productos esenciales para su protección.
No quiero finalizar sin agradecer a la Revista Limpiezas el gran esfuerzo que ha realizado durante este tiempo complicado por dar visibilidad a las dificultades y las preocupaciones que afectaban al sector de los productos de detergencia, limpieza y, con especial énfasis, a los desinfectantes en este año excepcional, así como por su apoyo a la labor que desde la asociación se realiza en ayuda a las empresas de este sector.