¿Por qué es importante que el sector de la limpieza sea reconocido como uno de los 10 principales sectores de servicios en España?
Creo que, por el peso en términos económicos y de empleo de la limpieza, debe estar en los primeros lugares de la clasificación de los servicios en España. Además, considerando factores más subjetivos, es importante que los ciudadanos entiendan el valor que tiene la limpieza en nuestro lugar de trabajo, donde nos operan y cuidan nuestra salud, donde estudian nuestros hijos, etc. También es importante para la sociedad este sector, que es uno de los principales para el acceso al mercado de trabajo de personas sin alta cualificación profesional.
ASPEL presentó el informe anual “Datos del sector limpieza de edificios y locales”, que muestra que la limpieza representa el 1,07% del PIB y emplea al 2,6% de los trabajadores en España. ¿Qué estrategias considera prioritarias para seguir reforzando este impacto económico?
El mercado de la limpieza debe crecer en España. Por un lado, clientes públicos y privados deben seguir externalizando este servicio; es evidente las ventajas que tiene no hacer esta actividad en interno. Además, debe crecer acompañando a la mejora de las condiciones salariales de los trabajadores. Este incremento solo será posible con un esquema adecuado de crecimiento de la dotación económica de los contratos, que pasa por la revisión de los precios y la adecuación de los presupuestos a esta realidad.
Desde ASPEL se insiste en la necesidad de realizar cambios en la Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) y la Ley de Desindexación. ¿Qué modificaciones concretas proponen desde la asociación para resolver los problemas actuales?
Es fundamental que en actividades como la limpieza, que son muy intensivas en mano de obra y tienen un alto porcentaje de clientes públicos, se puedan revisar los precios de los contratos, máxime cuando a las alzas de productos y gastos de personal, reflejo de la negociación colectiva, se unen subidas decididas por la misma Administración que no permite la revisión de precios, como son el incremento del salario mínimo, la posible reducción de jornada o el aumento de las cotizaciones a la seguridad social, entre otras.
También necesitamos que las prórrogas de los contratos no sean decididas unilateralmente por las administraciones públicas, volviendo al espíritu de la ley anterior, donde se decidían de mutuo acuerdo entre cliente y proveedor.
Es importante, también, que en los criterios de adjudicación de las licitaciones el precio no sea el principal concepto, y que los componentes técnicos tengan un peso cada vez mayor.
¿Cuáles son las principales consecuencias para las empresas de limpieza cuando los contratos públicos no permiten revisar precios ante el aumento de costos?
En un sector tan intensivo en mano de obra, lo que conlleva márgenes estrechísimos, la consecuencia es la imposibilidad de aumentar la formación de nuestros trabajadores, innovar, mejorar la calidad del servicio y revisar los salarios como quisiera nuestro personal. Además, en el camino muchas empresas desaparecen, con las consecuencias en términos de empleo que esto significa.
El informe señala que el sector cuenta con más de 500.000 empleados, de los cuales el 74% son mujeres. ¿Qué acciones se están llevando a cabo para promover la igualdad y el desarrollo profesional en este sector?
Creo que las empresas del sector, especialmente las que tienen un mayor número de personas trabajadoras, hacen un esfuerzo, plasmado en sus planes de igualdad. Volvemos a la pregunta anterior: la estrechez de los márgenes y la no revisión de los precios hacen que este esfuerzo en formación y políticas de igualdad no pueda ser todavía mayor.
Aunque el número de empresas en el sector creció a 17.750 en 2023, gran parte de estas son compañías muy pequeñas. ¿Qué medidas podrían implementarse para apoyar a estas pequeñas empresas y ayudarles en su crecimiento?
Evitando trabas y cortapisas. Es fácil entender que medidas como las que criticaba antes no ayudan. En estas empresas de pocos trabajadores, una eventual reducción de jornada va a hacer un daño irreparable si no va acompañada de un periodo de transición para que puedan negociarse los nuevos convenios y una revisión de precios para repercutir esos incrementos de costes.
En el informe también se destaca que casi el 50% del sector está concentrado en 14 grandes compañías. ¿Cómo afecta esta concentración a la competitividad del sector y a las pequeñas y medianas empresas?
La competitividad no está tan afectada como en otros sectores similares como servicios urbanos, tratamiento de residuos o conservación de carreteras, donde hay porcentajes parecidos repartidos entre menos empresas. Además, en este sector las grandes empresas tienen mayores cuotas de participación procedentes de actividades específicas como salud (hospitales, etc.) y transporte (aeropuertos, estaciones, etc.), donde se requiere una cantidad alta de trabajadores en un solo centro.
El absentismo laboral es una preocupación en muchos sectores, incluyendo el de la limpieza. ¿Qué factores cree que están impulsando este aumento en el sector y qué soluciones se están explorando?
Efectivamente, el absentismo es alto y además está creciendo en toda la economía española, pero en el caso de la limpieza es mucho mayor que en otros sectores. Las causas son múltiples y, además, el perfil de las bajas médicas está cambiando. Por ejemplo, antes la banda de mayor edad era la que más bajas tenía. Ahora la banda de los más jóvenes está tomando el relevo, con una altísima incidencia de problemas mentales.
El absentismo es una de las mayores lacras de la economía española y todos los actores, empresas, sindicatos, profesionales de la salud, mutuas y Administración tenemos que reflexionar juntos y tomar medidas apoyadas por todos.
¿Cómo afecta el absentismo a la productividad y al servicio ofrecido por las empresas de limpieza, y qué medidas están implementado para mitigar su impacto?
Hablando grosso modo, el 12% de los trabajadores de limpieza faltan todos los días a su puesto de trabajo. Creo que, como hemos comentado antes, la mitigación de este grave problema pasa por la implicación de todos y la voluntad clara de arreglarlo.
Sumando el crecimiento de empleados afiliados a la seguridad social y nuevas empresas, junto a los movimientos de compraventa y adquisiciones que se están produciendo en el sector de la limpieza profesional, ¿qué retos principales identifica para los próximos años?
Aparte de los comentados antes y que deben ser solventados, la falta de personal, que comenzó en algunos meses y ciertas zonas y que ahora es más general es un problema que empieza a ser acuciante.
En otro orden de cosas, ¿qué papel cree que juega la digitalización y la innovación en el futuro del sector de limpieza?
La digitalización en el medio plazo está teniendo más importancia en las oficinas técnicas y de contratación y en los departamentos de recursos humanos y comerciales de las compañías, más que en las operaciones. En estas, creo que los temas de innovación tecnológica, como la inteligencia artificial, la robótica o el Internet de las Cosas, sí tendrán mayor impacto.
Finalmente, como presidente de ASPEL, ¿cuál es su visión para el sector en los próximos cinco años?
El sector tiene unos retos enormes por delante, como he señalado anteriormente, por la regulación desde el sector público, el absentismo, la falta de personal o la innovación. Soy optimista: las compañías de limpieza han demostrado su valía muchas veces, solo hay que recordar el ingente trabajo que supuso la gestión de la pandemia en los años 2020 y 2021. Pero las administraciones tienen que ser sensibles a la singularidad de esta actividad y legislar en consecuencia para no poner ‘palos en las ruedas’ en nuestro quehacer.