¿Cómo aplicar correctamente productos desinfectantes, tanto para la efectividad del tratamiento como para la seguridad de operarios, clientes y trabajadores?
Para una correcta aplicación de los desinfectantes, inicialmente los operarios de limpieza deberán emplear desde equipos de protección como buzos impermeables, botas de seguridad resistentes a los líquidos, guantes de nitrilo, gafas protectoras y mascarillas.
En cuanto a los trabajadores o clientes se limitarán a los conceptos básicos de seguridad: guantes, mascarillas, recomendaciones de uso de los productos determinados en la etiqueta de los desinfectantes (muy importante ver en etiqueta y ficha técnica incompatibilidades y manipulación del producto).
Principalmente, para un tratamiento efectivo frente al Covid-19 (virus de doble capa lipídica), se requiere de desinfectantes homologados como virucidas, que cumplan la normativa UNE-EN 14476.
Además, los virucidas que se empleen, deberán utilizarse en la concentración fijada en la etiqueta del fabricante.
Normalmente, esta clase de productos permiten diluciones varias, con rangos diferentes incluso en tratamientos de choque, hasta su empleo puro.
En la mayoría de los casos, dependiendo del ingrediente activo, su uso será a temperatura ambiente aplicándolo mediante pulverización o bayetas desechables.
¿Cómo se comporta el virus en las diferentes superficies y cuál es el producto más adecuado para cada una de ellas?
Dependiendo de la superficie, si es más lisa o rugosa; con recovecos será más difícil su limpieza, debido a que el virus se alojará en esa zona.
El problema es que los laboratorios certificadores de la eficacia de los virucidas contra el Covid-19 están colapsados
En líneas generales, nos encontramos con virucidas de diferentes características técnicas:
- Desde alcalino clorado que tiene sus limitaciones por el ataque químico sobre superficies de aluminio, cromados, mármol y madera.
- Otros de naturaleza ácida, como los peracéticos, muy efectivos contra el virus pero desagradables en su nota olfativa. No tienen tantas contra indicaciones de uso como el anterior
- Por último, existen los desinfectantes formulados con tensioactivos catiónicos como el Didecyl Dimetil amonio cuaternario, muy efectivo frente a los virus y que su rango de ph puede situarse de 5 hasta 10,5, permitiendo su aplicación en diferentes superficies.
Puesto que el proceso de inscripción de productos como biocidas es muy lento por parte de la Administración. ¿Qué otros laboratorios y centros certificadores existen y qué garantías ofrecen de que los productos son efectivos?
Actualmente existen muy pocos laboratorios para realizar el test de eficacia de los virucidas y el tiempo estimado actual se ha ampliado de 7 a unas 20 semanas, originando un colapso por la fuerte demanda de estas pruebas.
En cambio para el resto de biocidas, el tiempo oscila de 4 a 5 semanas para realizar el test de eficacia, como bactericida y fungicida, en los laboratorios acreditados por el Ministerio de Sanidad.
En cuanto al proceso de inscripción de los biocidas por parte de la Administración, tratándose del Ministerio de Sanidad y, sobre todo, en el caso de los virucidas, el tiempo se ha recortado considerablemente debido al interés general por el estado de pandemia que estamos atravesando.
Por lo que, el Ministerio de Sanidad está priorizando el registro de los virucidas, para aportar más referencias en el mercado. El problema es que los laboratorios certificadores están colapsados.
¿Qué malas praxis estáis detectando por parte de los consumidores ante la masiva proliferación de sistemas de desinfección, en muchas ocasiones realizados por particulares sin la formación adecuada?
Continuamente estamos expuestos por Internet y redes sociales a información de proveedores y fabricantes con sistemas de desinfección de todo tipo, como generadores de ozono, nebulizadores, ultra violetas, infrarrojos, agua osmotizada, productos nano capsulados, etc.
Hay mucha incertidumbre en estos sistemas, ya que, en muchos casos, todo lo recomendado es desmentido unos días después por otras fuentes, creando un mundo confuso entre los usuarios y consumidores.
Fundamentalmente, y en la mayoría de ocasiones, todos estos sistemas de desinfección requieren de una formación adecuada, que no se traslada directamente al cliente, ya sea por la gran variedad de los equipos o que los propios fabricantes no pueden formar en sus sistemas, debido a la gran demanda y la falta de tiempo para impartir cursos de formación.
