La nueva situación generada por la pandemia del SARS-CoV-2 (COVID19), nos deja un estadio económico y cultural muy diferente al que hasta ahora hemos vivido.No sólo los negocios tendrán que reorientar, cambiar y adaptarse a la nueva situación, si no que los propios consumidores deben aprender nuevas conductas como consumidores, nuevos hábitos de higiene y desinfección.
¿Cuáles son los nuevos hábitos adquiridos?
1. Uso de gel hidroalcóholico.
Su uso ya está extendido por todos los negocios bien sean restaurantes, hoteles, peluquerías o clínicas. Se ha integrado en nuestras vidas como elemento imprescindible para desinfectar nuestras manos utilizándolo antes y después de cada actividad o a la entrada de un establecimiento.
Para ello, los negocios han tenido que adaptarse y establecer puntos de higiene en todas las áreas comunes. El uso de dispensadores ha incrementado, prefiriendo en muchos casos los modelos con sensor, ya que facilitan el uso sin tener contacto con el propio dispensador.
En las entradas de los diferentes negocios, a veces no es posible instalar un dispensador automático y, por tanto, se debe recurrir a otro tipo de elementos que faciliten a los comercios y usuarios el uso de dicho gel.
Los tótems personalizados son una fantástica opción para este tipo de locales.
2. Limpieza y Desinfección entre visitas.
La necesidad de generar confianza y seguridad entre los clientes nos lleva como consumidores a tener más paciencia y como profesionales a ser más pulcros con la higiene. Será necesario para ello desinfectar el lugar donde se ha atendido a un cliente tras su visita, repercutiendo en el consumidor en tiempo de espera pero generando mayor confianza sobre el propio comercio.
Una buena praxis para realizar dicha desinfección de forma eficiente es la elaboración de Planes de Higiene ad hoc asesorado por tu proveedor de confianza.
El plan de higiene además de facilitar a los empleados la información para uso y actuación de los productos desinfectantes aportan de cara al cliente rigor y seguridad en los protocolos de desinfección.
3. Uso de productos desinfectantes vs higienizantes.
Si queremos asegurar la desinfección de nuestras zonas de trabajo y proteger a nuestros clientes, deberemos fijarnos más a la hora de adquirir productos que nos garanticen su eficacia.
¿Cómo asegurarnos de esto? Todo producto desinfectante tiene un número de registro y una ficha técnica y de seguridad que podrás solicitar, donde se detallan las propiedades, uso y eficacia del producto ante la eliminación de virus y bacterias.
4. Desinfección completa al inicio y final de la jornada laboral.
Además de las medidas de higiene personal que debemos cumplir, deben eliminarse por completo los posibles nichos de contaminación del virus, mediante la desinfección frecuente del interior de todo tipo de locales comerciales, clínicas, oficinas, servicios, restaurantes, hoteles, etc.
Deben desinfectarse especialmente y con mayor frecuencia las superficies que entran en contacto directo con las manos de las personas, tanto trabajadores como clientes, para eliminar o reducir la carga vírica que se pueda encontrar sobre las superficies y minimizar la posible transmisión entre las personas.
Cuatro buenas praxis que nos ayudarán a todos ante un posible rebrote o nuevos virus y nos generan hábitos de higiene y desinfección.