El SARS-CoV-2, también conocido como COVID-19 por la enfermedad que transmite, es un nuevo virus del que no tenemos histórico, pero sí información que deberíamos poner en relevancia para poder paliar/minimizar su impacto social.
Cómo se propaga el COVID-19 y su impacto social
Al estornudar, toser o hablar se emiten pequeñas gotitas de saliva, secreciones nasales que pueden quedar en las manos, en las superficies o dispersas en el aire (que caerán en pocos minutos). Estas gotitas transportan el virus hasta nuevos huéspedes (por eso es tan importante mantener la distancia de seguridad de un metro como mínimo para evitar la infección directa). Se emiten al estornudar, toser o hablar, pueden quedarse en las manos o en las superficies, donde pueden permanecer en activo (con capacidad infectiva) por un tiempo a determinar exactamente según la superficie.
Se estima que en las manos el virus puede sobrevivir hasta 30 minutos: por eso es tan importante el lavado de manos
El virus se puede transmitir indirectamente, por tocarse los ojos, la nariz o la boca después de haber tocado las microgotas o secreciones respiratorias procedentes de una persona infectada que han quedado en las manos o depositadas en superficies.
En superficies (de muebles, pomos, objetos…) el virus puede permanecer de horas a días. Por eso es importante limpiar más frecuentemente (a diario) estas superficies con los productos de limpieza habituales.
Se debe tapar la boca y la nariz con un pañuelo de papel al estornudar o toser y justo después tirar el pañuelo usado a la basura, o en su defecto, taparse con la parte interior del brazo (el hueco del codo).
Destaquemos la información veraz y consensuada de la que disponemos:
- El virus reacciona y sobrevive más o menos tiempo dependiendo, entre otros apartados, del tipo de superficie y de la temperatura, exposición al sol, etc.
- Los virus no son capaces de desplazarse (no vuelan). Necesitan un mecanismo de transmisión, «un transporte» que le ayude en su traslado para acceder a nuestro organismo. Estos mecanismos requieren de un medio húmedo como las gotículas de Flügge (emitidas al hablar, toser o estornudar), que pueden terminar en un soporte como nuestras manos, el cabello o una superficie inanimada, desde donde puede continuar expandiendo la infección .
- Las manos son una de las vías de transmisión más rápida y significativa. Tocamos muchas superficies y actúan como un ‘vehículo’ que lleva al virus activo, por lo que su protección e higienización/desinfección contribuye a evitar su difusión.
- Debemos ser conscientes de que la prioridad es evitar contagiarnos y contagiar (podemos ser portadores sanos o estar en fase de incubación pero infectiva). Un ejercicio sencillo para ver como actúa la dispersión mediante las manos es ponernos polvo de talco. Veremos que, realizando los movimientos habituales y normales el polvo irá ensuciando todo. Así entenderemos mejor el alcance y la importancia de tomar las medidas de prevención adecuadas para evitar la difusión del virus.
- Cualquier superficie, también nuestras manos, debe estar lo más limpia posible para que el desinfectante pueda actuar mejor. Cuanto menos carga microbiana mejor: actuará de manera más precisa sobre los microorganismos que queden. Unas manos o superficie sucia dificulta la actuación del desinfectante. Debemos ayudar a que se centre en los microorganismos patógenos.
- Lavarse las manos con frecuencia: Esta es la principal medida de higiene. Incorporemos a éstas acciones otras posterior al lavado, que se realizan en la limpieza de manos clínica, como abrir y cerrar el grifo con un papel que luego se desechará. La limpieza de manos siempre sin pulseras ni anillos y con un jabón dermatológico o hidroalcohólico con registro AEMPS. Compruébelo antes de adquirir y utilizar un hidroalcohólico sin registro y UNE correspondiente, como mínimo debe superar el UNE-EN 1500 (antisépticos para piel sana). Para productos virucidas debe superar la AFNOR NT 72-180 y el UNE más reciente en cuanto a virucidas es UNE-EN 14476. No utilizar un hidroalcohólico sin registros AEMPS, pues es un riesgo serio para nuestra salud.
¿Hay que usar mascarilla?
Respecto al uso de mascarillas, el director de emergencias de la OMS, Mike Ryan, dijo que la organización apoya a quienes las quieran utilizar si eso los hace sentirse más seguros, pero que no usarla no aumenta el riesgo de contagio para ninguna persona. “Las máscaras pueden prevenir que usted infecte a otras personas, pero nada más”, dijo, agregando que para los trabajadores de salud, sí era importante utilizar mascarillas especiales al tratar con pacientes infectados.
¿Hay que usar guantes?
En la web de la OMS se indica: “¿Usar guantes de goma cuando se está en público es una forma eficaz de prevenir la infección por el nuevo coronavirus? No. Lavarse las manos con frecuencia proporciona más protección frente al contagio de la COVID-19 que usar guantes de goma. El hecho de llevarlos puestos no impide el contagio, ya que si uno se toca la cara mientras los lleva, la contaminación pasa del guante a la cara y puede causar la infección”.
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