La pandemia mundial generada por el COVID-19 ha obligado a multitud de compañías y, en concreto, a los departamentos encargados de los servicios de contratación de Facility Management y Limpieza, a atravesar por numerosas fases con el fin de tratar de vislumbrar o adivinar cómo sería el futuro más próximo sobre el que girarían las nuevas relaciones laborales en los entornos de trabajo.
Con la finalización del primer Estado de Alarma en España y, a pesar de la incertidumbre generada y que aún persiste, todas las compañías en nuestro país comenzaron a movilizarse para que el regreso a los espacios de trabajo, dentro del marco que se denomina ‘la nueva normalidad’, garantizase a clientes, usuarios y visitantes ciertos niveles de seguridad y limpieza dentro de los espacios de trabajo.
Sin embargo, hemos podido observar cómo inicialmente algunas compañías, con el objetivo de alcanzar ciertos estándares de seguridad en limpieza e higiene, comenzaban a aumentar sus gastos de explotación en servicios de limpieza y medidas de seguridad, recursos, etc., sin ningún tipo de criterio o parámetro que, ciertamente, garantizaran una seguridad mínima.
Así mismo, hemos comprobado cómo algunas compañías también comenzaron a certificar sus espacios de trabajo y oficinas con una gran variedad de sellos o certificaciones locales o nacionales, ya fuera con el objetivo de demostrar que las medidas tomadas para proteger a sus trabajadores eran las más adecuadas o suficientes, o bien para intentar reimpulsar económicamente sus negocios o bien ganar imagen y credibilidad de cara a sus consumidores.
Por ello, analizando el contexto de medidas que se impulsaban desde las principales instituciones gubernamentales de nuestro país y estudiando la batería de medidas que se promovían desde distintos sectores y empresas, desde Althea Management Solutions comenzamos a trabajar en una posible solución que abarcara a todas las industrias y negocios, y que verdaderamente diera solución al gran problema al que todas las empresas se están viendo inmersas en el día a día: evitar la paralización de su actividad económica y garantizar unos verdaderos estándares de seguridad a toda persona usuaria de sus espacios e instalaciones.
Para ello, nos hemos apoyado en el expertirse y dominio de las principales organizaciones y asociaciones internacionales existentes en materia de limpieza e higienización, tratando de huir de medidas y recomendaciones que, en muchas ocasiones, dudamos que atiendan a criterios verdaderamente profesionales y que, en otras tantas ocasiones, obedecen a criterios estrictamente políticos. En consecuencia, buscamos establecer un proceso de consultoría que verdaderamente acreditase los procesos y metodologías de limpieza e higiene implantados en cada organización y que, en cierta manera, pudieran ser fácilmente medibles, renovables y monitoreadas en el tiempo, de forma que tendamos a evitar la relajación de ciertas medidas y procesos en las empresas. De esta forma, conseguimos desligarnos de aquellas tendencias empresariales basadas en garantizar la seguridad de los trabajadores en el mero aumento de recursos o de gastos y atajamos el problema centrándonos en lo que consideramos lo verdaderamente más importante: el diseño y metodología de un servicio de limpieza e higienización adaptado a la situación actual y que cuente con profesionales con suficiente formación en la materia.
Gracias a la pandemia ocasionada por el COVID-19, son muchas las compañías que han ido prorrogando sus servicios de limpieza e higienización más allá del marco contractual para el que inicialmente estaban contratados, fiándose únicamente en la pericia de la empresa de limpieza contratista; pero también comenzamos a observar a una gran masa de compañías que comienzan a apoyarse en empresas consultoras externas para diseñar unos servicios de limpieza e higienización modernos, basados en rendimientos y objetivos, y que se sean adaptables a la realidad y necesidades existentes en cada momento. La importancia de apoyarse en un tercero (o empresa externa) fundamentalmente obedece a:
- Ventaja de contar con una visión global del mercado.
- Ventaja de diseñar servicios que se amolden a cada cliente y que se alejan de las prácticas tradicionales de los servicios de limpieza e higienización.
- Ventaja de diseñar unos servicios fácilmente medibles y ajustados en precio, ya que comprar barato no es garantía de éxito.
- Ventaja de poder formar a profesionales de limpieza y asegurar el control de sus conocimientos.
Como hemos expuesto anteriormente, para nosotros, la clave de la contratación de los servicios de Facility Management, se basa en la contratación de servicios cuyo control y fiscalización se base en el monitoreo y seguimiento continuo de los mismos, ya que dicho control es el que debe garantizar y demostrar que nuestras instalaciones, centros comerciales, restaurantes, oficinas, etc., son espacios y entornos verdaderamente seguros.
En la actualidad, contamos con protocolos y procesos, no sólo a nivel nacional sino también a nivel internacional, que nos están ayudando a alcanzar niveles de exigencia y de control nunca antes vistos, por lo que consideramos que es el momento de que toda empresa u organización eleve sus criterios de exigencia. Nos encontramos en el momento o en la época en el que los servicios de limpieza e higienización, tan denostados en la actividad económica diaria, se han posicionado como actores fundamentales, por lo que es el momento de aprovechar esta coyuntura para integrar en los mismos servicios alternativos que nos ayuden a configurar los espacios de trabajo como lugares que garanticen no solo la seguridad de los consumidores y usuarios sino que atraigan a los mismos a dichos espacios precisamente por las medidas de control y las mejoras implementadas.
