El sector turístico es uno de los principales motores para España y representa el 11,6% del PIB en 2022, según el INE. Las camareras de piso, esenciales en este sector, enfrentan numerosos desafíos relacionados con la salud y la seguridad laboral, principalmente riesgos ergonómicos derivados de tareas como limpiar habitaciones, hacer camas y mover muebles, que son físicamente exigentes y pueden causar lesiones.
El INSST destaca que este colectivo tiene una alta exposición a la siniestralidad laboral y enfermedades profesionales. De hecho, un alto porcentaje de estas trabajadoras sufre algún tipo de trastorno musculoesquelético a lo largo de su carrera. Los dolores de espalda, las lesiones de muñeca o de extremidades superiores y la fatiga muscular son los más comunes. Y estas lesiones son consecuencia de movimientos repetitivos, posturas incorrectas, largos periodos de pie y manejo de objetos pesados durante la jornada laboral. Además, el ritmo de trabajo intenso, debido al elevado número de habitaciones por jornada, y la presión para cumplir con altos estándares de calidad incrementan el estrés y la fatiga mental, lo que aumenta también el riesgo de lesiones musculoesqueléticas. Todo esto subraya la importancia de abordar los riesgos ergonómicos de manera efectiva.
El valor de la ergonomía y las evaluaciones ergonómicas
Para proteger al colectivo de las camareras de piso y lograr un entorno de trabajo ergonómico y seguro, es crucial identificar y mitigar los factores de riesgo a través de evaluaciones ergonómicas. Estas evaluaciones permiten detectar los puntos críticos, información clave para adoptar medidas preventivas (como el uso de equipos y técnicas de trabajo más seguros) y optimizar el diseño del entorno laboral.
Abordar los riesgos ergonómicos con estas medidas no solo protege la salud de las trabajadoras, reduciendo las lesiones, sino que también mejora su bienestar general y su productividad.
Medidas preventivas
La clave para reducir o eliminar las lesiones es adaptar el trabajo a las trabajadoras. Y, contrariamente a las creencias generales, muchas de las medidas más efectivas no implican un coste adicional significativo. Estas medidas preventivas abarcan aspectos muy diversos, como, por ejemplo:
- Selección de equipos y herramientas (de manera que sean adecuados a la tarea y a la persona) y mantenimiento en buen estado. Utilizar carros de limpieza ergonómicos, equipados con ruedas de calidad y altura ajustable, facilita transportar productos de limpieza y ropa de cama, reduciendo el esfuerzo físico y mejorando la postura. El uso de herramientas de limpieza adaptadas, ligeras y con mangos regulables puede minimizar el esfuerzo y mejorar la postura durante la limpieza. Es recomendable también que el mobiliario sea ergonómico y disponer de un procedimiento de trabajo bien diseñado que evite, dentro de lo posible, los movimientos forzados y repetitivos.
- Gestión y organización del trabajo, con variaciones de ritmos e intensidad, rotaciones con tareas que impliquen utilizar otros grupos musculares, micropausas o la eliminación de los pluses de productividad.
- Ambiente adecuado, que asegure una iluminación, nivel de ruido, temperatura y ventilación correctos.
- Información y formación a las trabajadoras e incorporación de programas de ejercicios de calentamiento previo y estiramiento posterior específicos, que consideren los grupos musculares que entran en juego durante la realización de las distintas tareas.
Es fundamental considerar el factor ergonómico al adquirir cualquier equipo o herramienta, siguiendo las recomendaciones de los técnicos de prevención, ya que existen muchos productos adaptados en el mercado.
En esta línea, la Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunitat Valenciana (HOSBEC) desarrolló en 2022, junto con el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), una herramienta de diagnóstico para detectar problemas ergonómicos en hoteles, que identifica y ofrece soluciones inmediatas y mejoras agregadas para adaptar instalaciones, utensilios y equipos de trabajo que reduzcan los riesgos laborales en la limpieza de hoteles. Esta herramienta plasma el resultado de un estudio realizado por el IBV en diferentes hoteles que permitió conocer cómo las camareras de piso realizan las diferentes tareas, de qué medios disponen, qué problemas se encuentran y cómo podrían salvarlos o reducirlos.
Una solución innovadora: elevadores de camas
Uno de los principios de la acción preventiva recogidos en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales es considerar la evolución de la técnica. Un ejemplo de innovación, junto con la motorización de los carros de lencería, es el uso de elevadores de camas.
Estos dispositivos, mecánicos o eléctricos, levantan las camas a una altura cómoda para que las camareras puedan trabajar sin tener que agacharse o levantar cargas repetidamente. Al eliminar la necesidad de flexionarse, se ve reducido el riesgo de lesiones de espalda y otras dolencias.
Estos sistemas ya se están implementando en muchos hoteles tanto de nueva construcción como renovados y están demostrando ser altamente efectivos en ciertas condiciones, reportando mejoras significativas en la salud de las trabajadoras y en la eficiencia operativa.
Un estudio realizado por el Instituto Balear de Seguridad y Salud Ocupacional en un hotel en Palma que utiliza estos dispositivos observó que las trabajadoras que los usaban ejercían 8,4 veces menos fuerza al hacer camas individuales, y 7,3 veces menos en camas dobles, en comparación con aquellas que no los usaban. Desde su implementación, se redujo, además de las lesiones, el absentismo, y mejoró el bienestar general de las trabajadoras.
Sin embargo, es importante considerar las limitaciones. Su costo puede suponer una barrera para algunos hoteles, sobre todo para aquellos más pequeños. En estos casos, pueden analizarse posibles alternativas, como sistemas de apoyo adicionales o soluciones más asequibles que ofrezcan beneficios similares, como son las cuñas para elevar los colchones.
Además, debe tenerse en cuenta que la incorporación de esta u otras soluciones no debe exponer a las trabajadoras a otros riesgos no presentes en la situación actual. En este sentido, destaca un estudio realizado por Mutua Universal y Meliá Hoteles International que analizó el impacto biomecánico en camareras de piso al utilizar estas camas. Aquí se observó que, si bien con su uso las posturas mejoraron objetivamente y se redujo el esfuerzo físico, en algunos casos las trabajadoras se veían obligadas a inclinar severamente la espalda cuando la activación se efectuaba acercando una tarjeta a un sensor ubicado en la parte inferior del bastidor. Esto generaba una nueva activación muscular intensa que podía suponer un riesgo ergonómico, aspecto que no se tuvo en cuenta a la hora de diseñar el sistema de activación.
Implementación y consideraciones
Siempre que se quiera implementar cualquier nueva medida, es crucial tener en cuenta varios aspectos:
- Realizar una evaluación ergonómica detallada previa, para identificar qué áreas se beneficiarían más de dicha medida.
- Capacitar adecuadamente a las camareras de piso sobre cómo aplicar la medida (procedimiento, uso del elemento, mantenimiento, etc.) para maximizar su efectividad y seguridad.
- Revisar y reevaluar continuamente para asegurar su eficacia en la eliminación o reducción del riesgo. Si de esa revisión se concluye que esta no es todo lo eficaz que se pretende, deberá modificarse.
Invertir en ergonomía no solo protegerá la salud de las trabajadoras, sino que también mejorará la eficiencia y la calidad del servicio. Por ello, antes de realizar alguna intervención o alguna inversión en nuevos elementos o útiles para la realización de las tareas de limpieza en habitaciones de hotel, es aconsejable contar con información sobre los riesgos y las posibles soluciones en el mercado. Y, para ello, la herramienta desarrollada por HOSBEC junto con el IBV puede ser de gran utilidad
