Iván Fernández-Suárez, consultor PRL de Fraternidad Muprespa
Iván Fernández-Suárez Consultor PRL Fraternidad-Muprespa

Un vistazo a la ergonomía en el sector de la limpieza profesional

Ergonomía en el sector de la limpieza profesional_1

El sector de la limpieza es uno de los más relevantes desde el punto de vista productivo. Aunque sea una actividad poco reconocida, valorada y, en ocasiones, “invisible”, sus efectos sobre cualquier actividad son relevantes. Dentro de este sector existen en España más de 35.000 empresas que dan ocupación a más de medio millón de personas. Hablamos, por tanto, de un puesto de trabajo muy habitual en cualquier actividad. La limpieza conlleva riesgos para la ergonomía importantes, pues se trata de una actividad en la que el esfuerzo físico es necesario, y consecuentemente una de las principales causas de absentismo laboral por contingencias profesionales.

En las siguientes líneas vamos a desgranar las principales características de ergonomía de un puesto de limpieza y las recomendaciones para poder desarrollar esta relevante actividad sin consecuencias negativas para la salud.

Introducción a la ergonomía en la limpieza

Entre mayo de 2021 y abril de 2022 se produjeron 310.510 accidentes laborales en el sector servicios. Esto supone el 60% del total de accidentes de trabajo ocurridos en España en el periodo analizado (fuente INSST). Por ello, este sector se presenta como el de mayor siniestralidad acumulada. Dentro de esta industria las actividades de limpieza representan un impacto relevante, con un índice de incidencia hasta 1,5 veces superior a la media.

Todos conocemos las tareas desarrolladas en el sector limpieza, al menos nos hacemos una idea de los esfuerzos que pueden conllevar, pues muchas de esas tareas son realizadas a nivel doméstico. Si bien hay una diferencia importante, sobre todo en el tiempo y en el grado de especialización que requiere una limpieza de calidad. Esto se agudiza especialmente cuando hablamos de zonas críticas como puede ser un quirófano en un hospital. La reciente pandemia nos ha enseñado lo relevante de una correcta desinfección.

Dentro de los aspectos de la ergonomía en la limpieza, se deben analizar tres áreas, que iremos desgranando a continuación, y que son: la manipulación manual de cargas, los movimientos repetitivos y la carga postural.

Manipulación manual de cargas

La manipulación manual de cargas se refiere a cualquier empuje, arrastre, levantamiento o, en definitiva, movimiento de un peso por encima de los 3 kg. mediante el esfuerzo del ser humano. En el sector limpieza este tipo de tareas se concentran en los siguientes aspectos:

  • Movilización de cubos con agua y productos de limpieza. Aunque el cubo esté dotado de un sistema de movilización y ruedas (cubotank, por ejemplo), se debe realizar un empuje y puede suponer una manipulación manual de cargas. Especialmente en el llenado y vaciado de los cubos se manipulan pesos más elevados.
  • Movilización de equipos de trabajo y productos. En esta categoría pueden entrar, entre otros, aspiradores, rotativas, pértigas y alargadores (barra Tucker) y todos los consumibles en general (productos de limpieza, papel, bayetas, etc.).
  • Movilización de residuos. Muy asociada a la actividad de limpieza está la recogida y gestión de residuos que en ocasiones pueden suponer pesos importantes.

Existe una exposición clara a estos riesgos. Por tanto, debemos implementar medidas oportunas, entre las que destacan:

  • Minimizar la cantidad de agua que se va a transportar en los cubos, aumentar los cambios de agua y productos químicos o disponer de vertederos o puntos de carga adecuados para llenar y vaciar los mismos.
  • Disponer de equipos de trabajo para el transporte de mercancías, productos y residuos. Carros, jaulas y similares facilitan la movilización de cargas y reducen el riesgo generado por el transporte de consumibles y residuos.
  • Formación. Un aspecto fundamental en la manipulación manual de cargas es la correcta adopción de posturas y la organización de las tareas del puesto de trabajo. La formación es un aspecto crítico para reducir el riesgo.

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Movimientos repetitivos

Se entiende por movimientos repetidos a un grupo de movimientos continuos mantenidos durante un trabajo que implican la acción conjunta de los músculos, los huesos, las articulaciones y los nervios de una parte concreta del cuerpo. Este tipo de movimientos provocan fatiga muscular, sobrecarga, dolor y, finalmente, lesión.
Esta definición aclara la diferencia entre un movimiento repetido y uno repetitivo. En la actividad de limpieza existen múltiples tareas que se van intercalando sucesivamente.

Por ello, la principal medida preventiva para reducir los efectos de la repetitividad es la organización, con soluciones como las siguientes:

  • En caso de ser posible, intercalar diferentes tareas y equipos de trabajo. De esta forma se activarán grupos musculares diferentes y se minimizarán los efectos del esfuerzo.
  • Mecanizar las tareas más repetitivas, rotativas, fregadoras y sistemas de dilución y escurrido de los equipos de limpieza que minimizan la repetitividad en el puesto de trabajo.
  • Implementación de pausas activas como una de las grandes soluciones ergonómicas que permiten la reducción de la acumulación de carga física.

Carga postural

La carga postural se divide en dos grandes áreas. Por una parte, las posturas forzadas, aquellas posiciones que se alejan de puntos neutros de nuestro cuerpo (como los brazos por encima de los hombros y por debajo de la cintura); y la estaticidad, posiciones que, aunque sean cómodas a priori, se mantienen durante mucho tiempo, aumentando el riesgo de lesión.

En el caso del sector limpieza, y dado la variedad de tareas y movilidad de la actividad, las posturas estáticas casi no están presentes. Es la postura forzada, combinada con las variables anteriores (repetitividad y manipulación manual de cargas), la que puede presentar efectos negativos sobre la salud. Para ello, debemos prestar atención a las siguientes soluciones:

  • Evitar tareas con brazos por encima de los hombros o por debajo de la cintura. En este aspecto son relevantes los alargadores telescópicos y sistemas de limpieza ergonómicos.
  • La elección de los equipos y métodos de trabajo es determinante. Para ello, se demanda conocimiento, especialistas que sean capaces de decidir y planificar los trabajos correctamente. Hay que tener en cuenta que el trabajo de limpieza es autónomo, variable y, normalmente, desarrollado en centros ajenos con poca supervisión (en cuanto a técnicas y procedimientos de trabajo).
  • Igualmente la formación adecuada en higiene postural y en el manejo de los equipos de trabajo.

Conclusiones

Tanto las innovaciones ergonómicas, que poco a poco van mejorando la ergonomía de la actividad, como la formación y conocimiento que los profesionales de la limpieza tienen sobre la actividad y sus riesgos, son claves en la mejora de la salud. Ser conscientes de cómo desarrollamos el trabajo y cuáles son las principales causas de lesión puede ser el mejor comienzo para aumentar nuestra capacidad de anticiparnos y evitar el daño. Muchas veces, simplemente, ver nuestra postura al trabajar nos hace ser conscientes de nuestros propios errores. Este sector no es una excepción. Formación y concienciación son herramientas básicas en la prevención de riesgos ergonómicos.

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