En el número anterior abordamos con entrevistas y reportajes los protocolos de actuación de medidas contra la propagación del Covid-19 en centros formativos, entre los que se encuentra la limpieza y desinfección. Ahora, sin embargo, nos gustaría profundizar algo más en la salubridad de los centros, para los que también hay que atender a otros parámetros como la calidad del aire.
“La reincorporación de los alumnos a colegios e institutos en septiembre fue un acontecimiento al mismo tiempo esperado y temido”, nos confiesan desde Grupo Alarcon. “Esperado por la vuelta a una cierta normalidad y temido por lo que podría suponer en cuanto a rebrotes del nuevo coronavirus”.
Los centros educativos fueron un importante punto crítico al comienzo de la pandemia, procediendo a su cierre total desde marzo del 2020 hasta el final de ese curso lectivo. “Pueden suponer una importante fuente de contagios: son espacios con una gran afluencia de personas y mucho movimiento. Como sabemos, para proteger a sus alumnos, trabajadores y respectivas familias es necesario extremar las precauciones”, continúa.
Por eso en la vuelta al colegio en septiembre del año pasado se pusieron en marcha una serie de protocolos, procedimientos pautados desde la Administración, que han ido actualizándose durante todo el curso académico, más los que los propios centros decidieron implantar.
En Grupo Alarcon, “la limpieza de este tipo de instalaciones es una de nuestras especialidades. Proveemos servicios de limpieza y de externalización (monitores de patio) desde hace más de diez años, a un colegio de educación primaria y secundaria que recibe a cientos de alumnos todos los días. Y también a su patronato, ubicado en el mismo emplazamiento. Por eso, conocemos de primera mano cómo se han intensificado las demandas y qué nuevas necesidades han surgido en estos espacios en concreto para combatir la Covid-19”.
Grupo Alarcon, reforzó el servicio para dar solución a esta coyuntura. “La metodología ha sido revisada para adaptar nuestro servicio a los nuevos riesgos y garantizar la higiene y seguridad de todos en la medida de lo posible. Una metodología que se apoya en todos los medios y materiales que requiere la prevención de riesgos laborales para cada estancia de las instalaciones. Por poner un ejemplo, el procedimiento requiere equipación y técnica diferenciada si es un aula, el comedor, el gimnasio, etc.”
Se debe ventilar cuando se están produciendo los contaminantes, es decir, mientras se está produciendo el uso para asegurar la calidad del aire
A día de hoy, se encarga de este servicio un equipo de veinte profesionales en total, liderados por un responsable de equipo y apoyados por su correspondiente gestor. “Suman entre todos décadas de experiencia en el servicio de limpieza”.
Como compañía especializada, en limpieza, “en esta época marcada por la pandemia nuestro objetivo también ha cambiado. No solo trabajamos para la satisfacción del cliente, sino para la protección de todos y todas. Y seguiremos avanzando para combatir la pandemia como mejor sabemos: con experiencia y afán de superación.”
¿Cómo podemos ayudar a garantizar la calidad del aire y salubridad de los colegios?
La Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), asociación sin ánimo de lucro que engloba a profesionales, empresas y personas con inquietudes y conocimientos en el campo de la eficiencia energética en la edificación, ha lanzado recientemente el “Manifiesto por una EducAción sostenible”. Una iniciativa que recoge una serie de propuestas de actuación en los centros escolares tras haber realizado el mayor estudio de Monitorización de Colegios en España hasta la fecha, en cuanto a confort higrotérmico y calidad del aire.
Hablamos para este fin con la plataforma, quienes nos indican: “Es fundamental mantener una adecuada ventilación de los espacios, puesto que en el interior se genera humedad, CO2 y otros contaminantes por el propio uso del edificio y la actividad de las personas en su interior, más aún si hablamos de envolventes muy aisladas y herméticas, puesto que esta ventilación incontrolada ya no existirá”.
De esta manera, nos hablan de la ventilación de los espacios interiores, que se debe garantizar de manera continua, y, para ello, “el único sistema viable, que además aúna el filtrado del aire de renovación y la recuperación de energía del ambiente interior para contribuir a conseguir edificios de consumo casi nulo es la ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperación de calor”.
En términos de salubridad, para garantizar su grado máximo, los espacios interiores de los edificios -colegios en este caso- deben contar con buenas envolventes térmicas y garantizar la adecuada ventilación de las aulas, es decir, los espacios interiores”. En este sentido, una buena envolvente térmica garantizará que no haya puentes térmicos que puedan generar puntos fríos que sean puntos críticos para la aparición de condensación, moho, hongos u otras patologías que afectan a la salubridad del interior, según explican los expertos de la plataforma Passivhaus.
Lo descrito anteriormente, “también garantizará que no tenemos infiltraciones o exfiltraciones de aire incontroladas, las cuales además de producir disconfort y pérdida energética, también transportan humedad, lo que puede causar daños estructurales y de nuevo patologías o, lo que es lo mismo, situaciones insalubres”.
En el ámbito que nos ocupa, los colegios o centros formativos, es especialmente importante, “puesto que los usuarios que los habitan son especialmente vulnerables y también por el patrón de uso que tienen”. En estas instalaciones hay una alta concentración de personas (generando estos contaminantes interiores que decíamos) y, además, en períodos de tiempo muy concretos. La ventilación manual de manera puntual o intermitente, antes y después de los periodos de uso no suele ser suficiente. Se debe ventilar cuando se están produciendo los contaminantes, es decir, mientras se está produciendo el uso.
“También queda claro que la ventilación únicamente natural en periodos de temperaturas exteriores extremas, bien por frío o bien por calor, es un disparate energético y va totalmente en contra del confort interior de los edificios”. De igual forma, “la efectividad de la ventilación natural depende en gran medida de la configuración geométrica, de la posibilidad de conseguir ventilaciones cruzadas, de los gradientes de temperatura, de las velocidades de viento y su dirección, etc.”, nos explican.
Para la plataforma, “conseguir aulas salubres con unas adecuadas condiciones de confort no debería estar sujeto a debate, sino que debería ser una obligación para la comunidad educativa y para los agentes de las Administraciones Públicas”.
Partiendo de esa base, “si además lo hacemos garantizando el mínimo consumo energético posible, mediante estándar Passivhaus, estaremos cerrando el círculo de la mejor manera posible, pudiendo destinar los ahorros económicos a nuevas reinversiones en lugar de al gasto corriente para la climatización de estos centros, cómo venimos haciendo.
La pregunta que siempre lanzamos desde la Plataforma de Edificación Passivhaus es, que si sabemos que hay métodos que garantizan numerosas ventajas en diferentes ámbitos (salubridad, confort, ahorro energético y económico) ¿por qué no actuamos ya?”.
Antonio M. Fdez Sanabria, coordinador COVID. IES El Arenal
¿Qué protocolos se están llevando a cabo para garantizar la correcta limpieza de las instalaciones frente al Covid-19?
Hemos realizado a principios de curso un protocolo de actuaciones, dónde hemos contemplado todas las posibilidades que nos podrían acaecer durante el curso. En cuanto a la limpieza, hemos dispuesto en todas las aulas de una solución de agua con alcohol y rollos de papel para la desinfección de mesas y material que hay que compartir. Contamos con el refuerzo de una limpiadora en horario lectivo, que atiende la limpieza de las aulas que se comparten con más de un grupo; realiza limpieza de mesas y ordenadores en el cambio de clase, también desinfecta periódicamente pomos y servicios de profesorado y alumnado. Contamos con el Excmo Ayto de Dos Hermanas (Sevillla), que una vez a la semana desinfecta la acera de la entrada del centro educativo.
¿Cuáles son los principales cambios que se han dado en los protocolos ante el Covid-19?
Tenemos dispensadores de gel hidroalcoholico en la entrada de todas las aulas/talleres, a excepción de los talleres de soldadura por motivos de seguridad.
Disponemos de solución alcohólica para desinfección de mesas, ordenadores, máquinas y herramientas que son compartidas por más de un alumno o profesores.
Comparando con un curso normal, contamos con una limpiadora de refuerzo en horario lectivo para la limpieza y desinfección de las zonas comunes, servicios, pomos y clases que son compartidas por más de un grupo en el mismo día.
Tenemos un protocolo de limpieza de aulas y demás instalaciones, también de los aires acondicionados, con un registro para saber cuándo se han realizado los trabajos.
¿En qué grado creen que la limpieza y desinfección de las instalaciones ha supuesto la reducción de los posibles contagios?
Creemos que ha tenido buen efecto, porque no hemos tenido ningún positivo que podamos achacar dentro de nuestras instalaciones. Los positivos que hemos tenido han sido pocos y todos han sido producidos por contactos fuera de nuestro centro, tanto los de alumnos como los de profesores. No sabemos en qué porcentaje ha contribuido la desinfección y limpieza en estos buenos resultados, pero lo que sí está claro que ha formado parte, junto con la distancia de seguridad, uso de mascarillas, desinfección de manos y reducción del aforo de aulas, de las medidas que nos han funcionado en el control de la pandemia en el Instituto.
¿Usan sistemas complementarios como ventilación, sistemas de medición de CO2, purificadores de aire para reducir los contagios?
Tenemos medidores de CO2 con los que alumnos de 2º CFGS Prevención de Riesgos Profesionales dirigidos por su profesora han realizado mediciones y comparaciones de niveles de CO2 con distintos niveles de ventilación. También hemos usado purificadores de aire en las aulas dónde con la ventilación natural no era suficiente para reducir los niveles de CO2 o cuando hemos padecido la semana de frío que tuvimos en enero.
Archivado en: