El año 2020 ha representado todo un reto para cualquier empresa, no solamente desde el punto de vista productivo, sino también emocional. Luchar contra la pandemia ha sido todo un desafío. Sacyr Facilities dirige los servicios no asistenciales en el Hospital Universitario Infanta Cristina (Parla, Madrid), lo que incluye el mantenimiento, la restauración, los tigas, los administrativos, los suministros y, uno de los principales, los servicios de limpieza. En Sacyr, estamos habituados a realizar limpiezas especializadas en todas las áreas asistenciales, pero lo que no nos imaginábamos es que el hospital se transformaría en un hospital de pacientes infecciosos, aislados (Covid) en la mayoría de los casos, lo que obligó a cambiar mucho las cosas.
Las tipologías de limpiezas, las rutinas, los circuitos de paso y las ubicaciones se modificaron de una forma vertiginosa, a veces en horas debíamos responder a las nuevas demandas y protocolos de desinfección y, por tanto, modificar nuestra forma de proceder.
Entre las nuevas áreas que habilitamos, un ejemplo muy gráfico fue cuando el gimnasio del Servicio de Rehabilitación se transformó en una nueva Urgencia exclusiva para los pacientes no infecciosos (urgencia verde), estableciéndose unos circuitos diferenciados para evitar la contaminación cruzada de las zonas infecciosas a las zonas no infecciosas o “limpias”. Este cambio conllevó no solo diferenciar las zonas de paso y redistribuirlas, sino también diferenciar los limpiadores que estarían asignados a zonas Covid de los asignados exclusivamente a zona limpia. También los carros de limpieza y los utensilios debían ser distintos. Incluso, utilizamos como bayetas gasas no estériles desechables para la zona Covid asegurando la desinfección.
Problemas de desabastecimiento
También nos encontramos con el escoyo del desabastecimiento de desinfectantes, con lo que nuestros proveedores hicieron un gran esfuerzo por priorizar las necesidades del hospital. Adelantarse a las demandas que iban a surgir y mantener un gasto eficiente de productos fue también muy importante.
Tanto en los boxes de urgencias como en las hospitalizaciones Covid pasamos de realizar limpiezas de mantenimiento diario a otras especiales de arrastre en todas y cada una de las habitaciones y boxes Covid, dos veces al día como mínimo. Esto implica un mayor esfuerzo físico para los limpiadores, dado que estas limpiezas incluyen techos y paredes mediante la técnica de arrastre, además del resto de superficies habituales. Al ser habitaciones de pacientes aislados Covid, debíamos disponer de dos carros diferentes, uno para las habitaciones y otro para zona limpia (control de enfermería, almacén de medicación, zona de descanso de personal, baños de personal, etc.).
Implantamos numerosas medidas para proteger a los limpiadores y reducir al máximo el riesgo de contagio. Por ejemplo, adaptar los carros para el traslado de contenedores de residuos de las unidades Covid a los cuartos intermedios. Con la pandemia se multiplicaron por diez el número de kilos de residuos y estos pasaron de ser “asimilables a urbanos” a “residuos biosanitarios especiales”, es decir, peligrosos.
También se habilitaron ubicaciones exclusivas para que el personal se cambiara los EPI, de manera que no se utilizaran los vestuarios para esta actividad con el fin de no contaminar zonas limpias.
La información ágil sobre Prevención de Riesgos Laborales, sobre todo en relación a uso de EPI, la comunicación rápida y directa con responsables para detectar y cubrir las necesidades del personal, fueron vitales para superar la primera ola sin apenas secuelas.
Otra de las iniciativas que implantamos fue la asistencia psicología precoz al detectar que era un riesgo añadido para nuestro personal.
Refuerzo de la plantilla para la limpieza del hospital
La actividad asistencial aumentó considerablemente, por lo que el Servicio de Limpieza fue reforzado con más personal. Muchos de los candidatos no se atrevían a incorporarse por miedo a contagiarse, por lo que hubo que buscar nuevas fuentes de reclutamiento, apoyarse en el centro de formación, cuyos alumnos realizan con nosotros las prácticas, y en el Departamento de Recursos Humanos de Sacyr para dar una respuesta ágil a estos refuerzos indispensables. No solo había que adelantarse a los refuerzos, también al absentismo generado por las bajas derivadas del Covid.
Equilibrar el esfuerzo físico, las suplencias de personal, refuerzos y el bienestar mental de la plantilla ha sido todo un reto añadido
El personal de limpieza tenía una presión adicional al riesgo de contagiarse mientras realizaba su trabajo, y era asistir en primera línea a las circunstancias que sufrían los pacientes Covid. El sufrimiento por el malestar físico y por encontrarse solos sin la compañía de familiares fueron situaciones que los limpiadores vivían y superaban cada día.
Todo el equipo estamos enormemente agradecidos a todos estos valientes que realizan un esfuerzo y trabajo diario excepcional, que en momentos críticos ha sido titánico. La pandemia ha puesto en valor la importancia de la limpieza en todos los ámbitos, pero sobre todo en el sanitario, ya que se ha demostrado como uno de los eslabones fundamentales para que todos los servicios y áreas de un hospital funcionen adecuadamente. Y lo que es más importante, su influencia en la prevención y protección al paciente y a todos los trabajadores del hospital.