Creo que coincidiréis conmigo en que los servicios de limpieza profesional han actuado como medida de protección y contención durante la pandemia, proporcionando las medidas necesarias para que empresas y organismos públicos pudieran mantener su actividad. En momentos de incertidumbre, fueron los protocolos de higiene y desinfección los que hicieron posible el desarrollo de los servicios esenciales y asegurar la seguridad de las personas. Las empresas especializadas en la prestación de servicios de limpieza integral hemos sido capaces de dar cobertura a todo tipo de clientes y adaptar ágilmente la gestión de los procedimientos para hacer frente a la COVID-19.
La higiene incluye todas las acciones de limpieza para conservar la salud o prevenir enfermedades y se debe desarrollar tanto en el ámbito personal, es decir, el que corresponde a los hábitos de higiene de cada individuo; como en el ámbito social, en que incluimos mecanismos para higienizar y desinfectar los espacios públicos en los que las personas conviven, como es el caso de oficinas y lugares de trabajo, áreas administrativas, hospitales, comercios, industrias o centros de ocio entre otros.
Para poder ofrecer un servicio de higiene integral se hace necesario realizar un estudio previo de los riesgos asociados a cada espacio y zona susceptible de limpieza, teniendo en cuenta las características y usos específicos. Sólo de este modo, se pueden asegurar los máximos niveles de higiene en cada espacio. Debemos tener en cuenta que al hablar de higiene hacemos alusión a todos los mecanismos que permiten ofrecer unas instalaciones seguras a nuestros clientes. En Limcamar somos conscientes de la importancia de nuestro servicio para asegurar el negocio de nuestros clientes; por ello aplicamos estrictos procedimientos de higiene y desinfección, adaptados a los requerimientos técnicos demandados por cada sector de actividad y basándonos en las normativas más exigentes desarrolladas en cada ámbito, como ejemplo la certificación UNE 179003:2013 de la Gestión de riesgos para la seguridad del paciente que desarrollamos en los servicios de limpieza hospitalaria.
La limpieza es un proceso manual o mecánico mediante el cual se elimina la suciedad y disminuye la cantidad de gérmenes de las superficies con la aplicación de soluciones de jabón o detergentes, su posterior secado permite disminuir riesgos. La desinfección también puede ser manual o mecánica, pero en su caso se emplean soluciones capaces de matar microorganismos (clorados, amonios o peróxidos) para eliminar los gérmenes, haciendo necesaria la limpieza previa o posterior de los elementos, ya que este proceso si bien mata los microorganismos no limpia la suciedad que puedan albergar las superficies.
La especialización del sector permite contar con plantillas formadas en el desarrollo de metodologías de trabajo, uso y utilización de productos y maquinaria, dónde se incluyen además las últimas novedades del sector y sistemas de supervisión que garanticen no solo el óptimo desarrollo de los procedimientos, sino la aplicación de las normativas internacionales en materia de calidad asegurando medidas adecuadas de higiene y desinfección en los edificios. El diseño de programas de higiene en edificios y oficinas incluye:
- Selección de procedimientos de higiene y desinfección específicos para cada área.
- Aplicación de metodologías y protocolos en base al dimensionamiento de los espacios y niveles de excelencia establecidos.
- Utilización de productos, maquinaria y útiles más apropiados para garantizar la calidad y eficiencia de los procedimientos.
- Diseño de planes de higiene que optimicen el desempeño de los servicios y mejore los rendimientos.
- Implementación de medidas de prevención de riesgos laborales que garanticen la seguridad y salud laboral del equipo humano en el transcurso del servicio de limpieza.
- Establecimiento de Protocolos Medioambientales en el desarrollo de los trabajos.
- Aportación de protocolos y herramientas para la supervisión y monitorización global del servicio.
Entre los factores determinantes para la incorporación de empresas de limpieza profesional para la prestación de los servicios de limpieza en los edificios, encontramos la gestión de las plantillas de limpieza, marcadas por la subrogación y los convenios colectivos sectoriales; la capacidad de flexibilidad y adaptación ante las demandas fluctuantes del servicio, como ampliaciones de servicios o necesidad de servicios extraordinarios; y la incorporación de criterios medioambientales, tecnológicos y sociales propios del sector a los que estos servicios deben responder eficientemente.
Asegurar el desempeño y la calidad de los procesos permite a los clientes ser conscientes de las especificaciones técnicas del servicio y del cumplimiento de los indicadores clave del servicio establecidos por Limcamar. Por ello, ofrecemos un servicio de limpieza diseñado por especialistas en limpieza que garantizan la higiene y desinfección de las estancias con la aplicación de innovaciones que optimizan el servicio y garantizan su seguridad. Estas implementaciones, únicamente pueden ser sustentadas con la aplicación de políticas de formación relativas a salud laboral, procedimientos y sistemas de limpieza, tecnología y prevención de riesgos laborales lo que permite contar con plantillas de trabajo profesionalizadas y capacitadas y el cumplimiento de las normativas y certificaciones internacionales que permiten asegurar la calidad en nuestros servicios.