La limpieza de cristales en altura se ha convertido en el ‘talón de Aquiles’ de muchas empresas de limpieza en los últimos años. Debido a los recientes diseños arquitectónicos, tanto en edificios empresariales como en urbanizaciones particulares, la limpieza de cristales de difícil acceso es una parte indispensable del equipo de trabajo de toda empresa de limpieza que se precie.
Muy diversas son las diferentes soluciones que empresarios del sector se han visto obligados a encontrar para poder satisfacer las crecientes necesidades de sus clientes. Una solución factible, aunque aparentemente no la más económica, ha sido la de delegar estos trabajos en personal externo cualificado y dedicado en exclusiva a los servicios que nos ocupan.
Diferentes empresas del sector (como Serviclean Limpiacristales) se dedican casi de forma exclusiva a proveer sus servicios de limpieza de cristales de difícil acceso a empresas de limpieza. Las ventajas de subcontratar estos servicios es más que obvia: la seguridad de contar con un coste fijo previamente valorado, la posibilidad de ofrecer trabajos a los que no podrías optar con personal propio y, por supuesto, la tranquilidad de ahorrarte los problemas que serán absorbidos por la empresa subcontratada.
A primera vista subcontratar los servicios de limpieza de cristales en altura a una empresa ajena puede parecernos una opción costosa o generarnos cierta inseguridad. Sin embargo, si analizamos detenidamente esta solución rápidamente cambiaremos de pensamiento. La idea de pagar por un servicio que podemos realizar nosotros parece de lo más absurda. Al fin y al cabo, si la empresa subcontratada tiene que pagar por sus servicios a sus empleados y obtener un margen de beneficio, la lógica nos lleva a concluir que el servicio va a ser mucho más costoso. ¡Nada más lejos de la realidad! Si la empresa a la que subcontratamos es una compañía especializada en limpieza de cristales en altura, dispondrá de sistemas mucho más efectivos y tendrá una dilatada experiencia para afrontar un trabajo. No olvidemos que el mayor coste de una empresa de limpieza es la mano de obra. Es bastante probable que una compañía cualificada pueda reducir los tiempos de trabajo hasta en un 50% y, por lo tanto, darnos un precio más competitivo al que pudiéramos ofrecer nosotros. Como se suele decir, no hay dos cristales iguales, aunque lo parezcan.
Debido a los recientes diseños arquitectónicos, tanto en edificios empresariales como en urbanizaciones particulares, la limpieza de cristales de difícil acceso es una parte indispensable del equipo de trabajo de toda empresa de limpieza que se precie
Un buen profesional sabrá cómo abordar un cristal de difícil acceso en cuanto lo vea. Dicha capacitación no se puede obtener en cursos de trabajos en altura o seminarios. Sólo una dilatada experiencia y el haberse enfrentado en mil y una ocasiones a retos similares puede garantizar que la actuación se realice en el menor tiempo posible y con la calidad óptima.
Añadido a esto evitarás los costes de desplazamiento de personal, bajas laborales, cursos específicos de formación, etc. Así que tal vez no sea mala opción delegar el servicio y no sea tan costoso como nos había parecido.
Si tu opción elegida es la de usar a tu propio personal, el reto se presenta ante la necesidad de formarlo en un servicio altamente cualificado y capacitarlo optimizando al máximo la rentabilidad de tu empresa. Aunque esta opción requiere dedicación y esfuerzo, los recientes avances en tecnología de limpieza de cristales en altura te facilitarán mucho la labor.
Hasta años recientes la única solución para limpiar un edificio que no disponía de sistema propio de acceso a cristales en altura mediante góndola era la de alquilar una plataforma elevadora que nos diera acceso a los cristales. Esto suponía un elevadísimo coste que en ocasiones era absorbido directamente por la empresa que ofrecía el servicio. En otras ocasiones las limitaciones del pavimento, el acceso al edificio o la situación geográfica del centro hacían sencillamente imposible la limpieza con plataforma. En estos casos la única solución era la de contratar empresas de escalada, que en la mayor parte de las ocasiones eran mucho más costosas que las plataformas, y agravaban los riesgos en los que se incurría.
Con las técnicas de limpieza de cristales en altura desarrolladas en los últimos años es mucho más fácil y económico afrontar el reto sin necesidad de convertir un contrato en deficitario. La limpieza con agua pura u osmotizada permite limpiar cristales hasta 20 metros de altura sin necesidad de elevadores.
El sistema es sencillo. Tan solo es necesario ‘limpiar’ el agua de todas sus impurezas en forma de cal y usar esa agua pura para mojar los cristales. De esta forma y sin necesidad de químicos, el agua pura absorberá toda la suciedad del cristal y caerá al suelo dejando los cristales impolutos. Tan solo necesitaremos de un equipo de filtrado y una pértiga capaz de llegar a la altura deseada. Hasta hace poco los equipos de filtrado de agua eran caros (más de 3.000€) y voluminosos, lo que los hacía poco prácticos y rentables. Pero en la actualidad la innovación desarrollada por algunas marcas (como la marca alemana Unger), permiten hacerse con un equipo completo para limpiar hasta 9 metros por un coste poco superior a los 300€.
Por otra parte, existen diferentes opciones de herramientas tradicionales de los que hablaremos en un próximo artículo y sistemas de limpieza de interiores en altura, tales como el Cleano de Pulex o el Stingray de Unger, que nos permiten limpiar sin gotear la superficie y en poco tiempo. La ventaja del Stingray respecto a Cleano es que al ser eléctrico no tenemos que cargar con el depósito en la base de la pértiga sino en la punta que apoya sobre el cristal. Tampoco tendremos que bombear manualmente el limpiacristales.
La conclusión a la que llegamos es que aunque la limpieza de edificios en altura es un reto cada vez mayor, es posible afrontarlo con diferentes opciones, todas ellas correctas, que nos permiten ofrecer la profesionalidad y eficacia que demandan nuestros clientes.
