El personal de limpieza ha salvado muchas vidas desde el inicio de esta pandemia y si miramos con perspectiva de futuro, el comportamiento de la ciudadanía y los espacios limpios e higienizados serán la base de la ‘nueva normalidad’, también en la apertura de los hoteles.
Por eso en los hoteles, la gobernanta y el departamento de Pisos siempre ha sido un pilar determinante, pero en estos momentos de la película, en la apertura de los hoteles, nos toca interpretar el papel protagonista. Es triste que tengamos que vivir unas circunstancias tan extraordinarias para dar la visibilidad y el reconocimiento a las personas que nos dedicamos al sector de la limpieza profesional.
Es un virus nuevo y cuando se averigüe más de él, lo que ayer servía, hoy no valdrá. Ante un escenario tan cambiante, tenemos que estar receptivos, ágiles y ser dinámicos, porque de la misma manera que todo va a ir evolucionando, nuestros manuales de procedimientos se tienen que ir adaptando en base a la legislación y a los nuevos avances que se vayan realizando.
En este tiempo de confinamiento, lo que más nos ha preocupado a las socias de ASEGO, gobernantas/subgobernantas de hotel y de otras entidades, no era cómo íbamos a trabajar en un futuro, sino como íbamos a gestionar la parte de las emociones con los equipos de trabajo cuando personas en nuestro equipo han perdido a familiares, tienen hijos pequeños y no saben quién les va a cuidar cuando comiencen a trabajar o si perderán su puesto de trabajo por los planes de contingencia. Esta parte emocional es la que más nos preocupa y donde no queremos defraudar como jefes de departamento.
Somos el sector que vende experiencias y estímulos a los sentidos, demos garantías de limpieza y desinfección pero no olvidemos que los hoteles no son hospitales
Cuando nos preguntan cómo se hará cuando reabran los hoteles, me gusta utilizar lo que dijo una socia de ASEGO en una webinar: había que tomar la reapertura de los hoteles en la nueva normalidad como si trabajáramos en un hotel de temporada que abre y cierra. Es interesante utilizar esta reflexión para simplificar cómo debemos comenzar la limpieza cuando abramos los hoteles: limpieza a fondo, nuevos procedimientos, nuevas normas, formación al personal como si fuera nuevo y a comenzar esta nueva temporada post COVID 19 con profesionalidad y sonrisa.
Somos el sector que vende experiencias y estímulos a los sentidos, demos garantías de limpieza y desinfección, en la apertura de los hoteles, pero no olvidemos que los hoteles no son hospitales.
Desde ASEGO, una de las primeras recomendaciones que hemos hecho a nuestras socias ha sido que contactaran con sus proveedores de productos de limpieza a fin de verificar que los productos de limpieza que estaban utilizando en sus hoteles cubren las actuales necesidades de higiene y, en el caso de no cubrirlas, hacer un listado de qué productos utilizar, zona de aplicación e instrucciones de uso. La lejía no es apta para limpieza profesional y existen productos cuyos principios activos desinfectan con total garantías. Con respecto a los enseres de limpieza, valorar necesidades y estipular si se utiliza desechable o reutilizable. En el caso de este último, se incrementaría el stock para utilizar uno por habitación.
Con respecto al uso de EPIS, confío que los equipos de trabajo van a estar a la altura de las circunstancias y las gobernantas no estaremos como policías para que se usen correctamente como a veces ha ocurrido.
Cada hotel tiene sus características, pero tener procedimientos de las diferentes áreas sería lo correcto: zonas comunes, habitaciones, lavandería, spa, gimnasio, zonas internas de personal, despachos y oficinas, zona de mercaderías, comedor de personal, etc.
En zonas comunes, para velar por la distancia de seguridad, será necesario la retirada de mobiliario, así como otras atenciones como periódicos, revistas y piezas de fruta de cortesía (a no ser que sea embalada unitariamente). La limpieza de los espacios ha de ser más repetida, especialmente, en los puntos críticos y haciendo hincapié en los periodos de mayor afluencia, tanto en zonas de clientes como en la personal, porque hay que dar garantías tanto al cliente externo como interno. El personal, aunque no sea de limpieza, tendrá responsabilidad por velar por la desinfección de los materiales que utilizan durante su jornada. Tendremos que limpiar los materiales y dispositivos electrónicos que compartimos con otros compañeros, la mesa de trabajo, los datáfonos cada vez que son utilizados por los clientes, llaves de habitaciones, etc.
En el caso de las habitaciones, se recomienda que las habitaciones sean atendidas por la misma persona o en su defecto, tener una hoja de ruta para delimitar el espacio de trabajo del camarero/a de piso.
En habitaciones, la limpieza se tiene que procedimentar minuciosamente y sin olvidar ningún espacio. Para ello, el personal tiene que estar muy formado y practicar antes de abrir los hoteles porque nos encontramos en una situación nueva y no podemos olvidar que cualquier fallo de procedimiento puede afectar a la salud de clientes y trabajadores y, en consecuencia, la imagen del hotel y del sector.
Estos primeros meses de ‘nueva normalidad’, en los que se hará la apertura de los hoteles, son cruciales para ganarnos la confianza de los clientes, y las gobernantas estamos preparadas para demostrarlo.