En la industria hotelera, crear la experiencia perfecta para visitantes y clientes es primordial. Especialmente en esta era digital en que una o dos reseñas negativas pueden minar la reputación de un negocio. Y para crear esta experiencia perfecta es necesario tener en cuenta las particularidades del negocio en sí mismo.
Los hoteles son únicos en comparación con otros negocios. Operan en un horario completamente diferente, ya que, en realidad, nunca cierran y la gente entra y sale constantemente de ellos.
Por ejemplo, los huéspedes usan los baños las 24 horas del día, los siete días de la semana. Esto difiere de un espacio de oficinas, donde la mayoría de los empleados se van a casa a una hora determinada y el personal de limpieza puede trabajar después del horario laboral.
El objetivo básico de la limpieza de hoteles consiste en conseguir garantizar la limpieza y desinfección de todas las superficies
Por ello, este horario especial hace que los hoteles sean un reto para las operaciones de higiene.
Para añadir dificultad a la hora de tomar decisiones, un reciente análisis de la universidad de Florida sobre una muestra de más de 1.100 hoteles indica que no hay una relación directa entre el gasto efectuado en tareas de limpieza y la percepción de los clientes de la limpieza del establecimiento. Mientras que un 90% de los hoteles encuestados aseguraron haber incrementado sus costes en tareas de limpieza y desinfección respecto al último año, únicamente un 25% vio incrementada su puntuación por parte de los huéspedes en esta área.
Al limpiar un hotel, uno debe de ser capaz de no interferir en la experiencia de los huéspedes. Tenemos que mantener el foco de trabajo en la innovación y ésta debe llegar a los clientes en forma de soluciones perceptibles de forma rápida y duradera. Proporcionar un ambiente limpio y seguro, mientras que miles de huéspedes ocupados disfrutan de las comodidades del hotel, es un desafío constante.
El objetivo básico de la limpieza de hoteles consiste en conseguir garantizar la limpieza y desinfección de todas las superficies, de tal forma que cada nuevo cliente, al ocupar una habitación, tenga la sensación de estar estrenándola por primera vez y, por supuesto, conseguir un alto grado de homogeneidad en el mantenimiento y limpieza de las zonas comunes, como salones, recepción, hall de entrada o restaurantes.
Podemos clasificar las operaciones de limpieza y desinfección según el mecanismo de acción:
- Limpieza física: se produce por la acción manual de los operarios, con arrastre de la suciedad, fregado, aclarado, utilización de herramientas y productos limpiadores. Un ejemplo de este tipo de limpieza puede ser el barrido de suelos con mopa.
- Limpieza química: puede ser manual o con la utilización de máquinas, pero incorporando productos químicos. Entre estos tipos de limpieza, por ejemplo, está la limpieza de sanitarios con productos ácidos o la limpieza de inodoros, cámaras frigoríficas o superficies de trabajo en cocinas con productos desinfectantes para evitar la proliferación de microorganismos patógenos.
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