En el ámbito de la limpieza profesional, el cristalizado y encerado de suelos proporciona en los suelos tratados un efecto brillante totalmente natural, antideslizante, duradero y altamente resistente al tráfico y las pisadas.
El uso de cristalizadores en el mantenimiento regular de un pavimento alarga la vida del mismo, evitando su deterioro por el tráfico intenso y la acción de agentes externos.
El encerado es la aplicación de una base cérea sobre cualquier tipo de pavimento, que proporciona por sí misma, un brillo artificial capaz de proteger al suelo de agentes externos, pero con menor duración que el cristalizado.
Beneficios
- Aspecto limpio y pulcro de las superficies.
- Conservación óptima de las instalaciones.
- Fácil limpieza y mantenimiento.
- Buena imagen y motivación del personal.
Tratamiento para suelos duros recién instalados
Al hablar de Cristalizado y encerado de suelos tenemos que distinguir entre
Pulido. Una vez instalado el suelo, se debe pulir con máquina de rebajado y piedras de distinto grano (desde 220 hasta 30, aplicándolas de grueso a fino) con agua, con el fin de igualar el suelo y obtener el mejor pulido posible. Normalmente se aplicarán de tres a cuatro pasadas con diferentes granos y siempre con agua. Las juntas entre losetas deben de estar bien cerradas y tapadas.
Cristalizado. Tras una o dos semanas, dependiendo del clima y de la temperatura ambiente, evaporada el agua que se ha ido acumulando en el suelo durante el pulido y una vez esté bien limpio y seco, empezamos el proceso de cristalización con un cristalizador base y lana de acero gruesa del nº 3, con el fin de realizar los procesos de limpieza y cristalización al mismo tiempo y tapando el poro de la superficie. Se deben realizar dos pasadas como mínimo, con máquina rotativa de baja velocidad de 150 a 190 rpm. Se continúa el tratamiento con un cristalizador sellador obteniendo el mayor brillo y sellando el suelo. Se aconseja dar de dos a tres pasadas con lana de acero nº 2 y máquina rotativa de baja velocidad de 150 a 190 rpm. La última pasada se puede dar en seco con lana de acero fina y limpia del nº 2 para eliminar rayas o lugares donde no se haya secado correctamente.
Encerado. Este tratamiento se realiza con una emulsión polimérica metalizada de alto contenido en materia activa, que abrillanta y protege eficazmente sin frotar todo tipo de pavimentos, ya sean plásticos, sintéticos o de piedra natural (PVC, linóleum, terrazo, mármol, etc.). Este tipo de emulsiones se muestran idóneas para abrillantar grandes superficies y deben ser autobrillantes, antideslizantes y de máxima resistencia al tráfico y al lavado. Tienen una fácil y cómoda aplicación, se utilizan puras aplicando una mano sobre la superficie bien limpia y aplicando otra mano en sentido cruzado a los 60 minutos. El rendimiento aproximado es de 30 m²/litro en la primera mano y de 50 m²/litro en la segunda, dependiendo de la porosidad y estado del pavimento. Adquieren la máxima dureza a las 12 horas de la aplicación y permiten retoques o re-aplicaciones en zonas de mucho tránsito.
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