En la industria alimentaria, donde la seguridad y la higiene son pilares fundamentales, la utilización adecuada de Equipos de Protección Individual (EPI) juega un papel crucial. Estos equipos protegen la integridad física de los trabajadores, garantizando su seguridad en el entorno laboral.
Los EPI deben cumplir con condiciones específicas para garantizar su eficacia. Es esencial considerar el tiempo de exposición del trabajador a los riesgos, la gravedad de los mismos y las características del entorno laboral, como la humedad, la temperatura y los productos utilizados. Además, deben ser capaces de proteger contra múltiples riesgos existentes en este tipo de industria, como los biológicos, químicos y físicos.
Tanto las empresas como los trabajadores tienen responsabilidades definidas en relación con los EPI. Las empresas deben proveer equipos adecuados y en buen estado, así como capacitar a los trabajadores para su uso correcto. También deben implementar sistemas de control de calidad para asegurar la efectividad de los EPI y supervisar un uso adecuado en el lugar de trabajo.
Por otro lado, los trabajadores, según el Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual, deben utilizar y mantener adecuadamente los EPI proporcionados, colocándolos en el lugar designado cuando no estén en uso y comunicar cualquier problema o deterioro a sus superiores.
En tareas de limpieza y desinfección, actividades críticas en la industria alimentaria, el uso adecuado es fundamental para proteger al personal. Ropa impermeable, guantes anticorte, con protección de antebrazos, mascarillas y gafas de seguridad son algunos de los equipos de protección individual comúnmente utilizados durante estas actividades que protegen a los trabajadores de sustancias químicas agresivas y agentes patógenos.
En Cleanity, entendemos la importancia de garantizar que la indumentaria utilizada en la limpieza dentro de la industria alimentaria cumpla con estándares rigurosos para mantener la seguridad y la higiene en todo momento. La elección de la ropa adecuada es fundamental, ya que puede marcar la diferencia entre un entorno de trabajo seguro y uno que presente riesgos para la salud y favorezca la contaminación cruzada.
Nuestra política respecto a este tema se basa en criterios estrictos para garantizar la máxima protección. En primer lugar, la ropa utilizada por nuestros trabajadores debe estar diseñada sin bolsillos ni botones. Esta medida evita la acumulación de suciedad y residuos en la ropa, reduciendo así el riesgo de contaminación cruzada durante la manipulación de alimentos o la limpieza de las instalaciones, además de evitar desprendimientos involuntarios de cualquier elemento que pueda terminar en el producto final (cuerpos extraños). La ropa debe ser de colores claros, o de diferente color al producto que se elabora, lo que facilita la detección de cualquier contaminación visible y ayuda a mantener un ambiente de trabajo limpio y ordenado.
La implementación adecuada de EPI, en especial en la industria alimentaria, busca priorizar la seguridad en el lugar de trabajo y en el producto final. Esto lo logramos eligiendo meticulosamente cada equipo y asegurando, a través de la amplia formación y de los rigurosos procedimientos de seguimiento, la idoneidad de los mismos. En Cleanity velamos por nuestros trabajadores, ya que ellos son la pieza clave de nuestro éxito en la higiene alimentaria.