Nunca la limpieza tuvo un papel tan importante como en los tiempos actuales. Los cambios normativos y organizacionales dentro de las empresas han requerido de medidas adicionales a las que ya se tomaban, convirtiéndose en uno de los principales requisitos para poder trabajar con seguridad.
La limpieza se consideraba en algunos sectores como un bien que no aportaba valor a la empresa, incluso que era un coste que podía ser objeto de continuos recortes. Pero la realidad actual ha demostrado que la limpieza es un valor añadido a la empresa que aporta beneficios tanto a los trabajadores como a los clientes, en los casos de centros de trabajos donde se da un servicio público y que la apuesta por la mejora continua es la base para dar un servicio de calidad y excelencia.
La pandemia ha supuesto un antes y un después
La irrupción del coronavirus en nuestras vidas supuso un cambio sustancial en el enfoque que se daba a la limpieza: se pasó de una limpieza enfocada a que el trabajador estuviese cómodo realizando su trabajo, a una limpieza preventiva de enfermedades y basada en la protección de la seguridad sanitaria de las personas, que veían con un temor fundado que la falta de limpieza podía tener un impacto negativo en su salud.
A raíz de esta situación, las empresas de la mayoría de los sectores han entendido y dado su importancia a la limpieza como elemento diferenciador y de calidad, siendo un aspecto que se percibe de forma positiva por los trabajadores y que, además, está muy bien valorada en las encuestas de satisfacción del cliente.
Desde el transporte público, hemos hecho una apuesta significativa por una limpieza de calidad de alto nivel, donde se han aumentado los recursos materiales (productos y equipos específicos) y humanos para conseguir que el trabajador tenga sensación de bienestar, además de aportar la seguridad de que los procesos utilizados son los correctos y están avalados desde el punto de vista sanitario.
Hemos sabido adaptarnos al reto que ha supuesto las nuevas necesidades impuestas por una sociedad cada vez más comprometida con la salud, y hemos trabajado con el fin de alcanzar el nivel de calidad requerido por nuestros clientes y trabajadores.
La formación como aspecto a mejorar
Los profesionales de la limpieza llevamos reclamando desde hace tiempo que el personal tenga más formación en los diferentes sectores, textil, transporte, sanitario, etc. Es muy común que nos encontremos con que el personal que llega a esta profesión suela tener poca experiencia y formación, ya sea porque es su primera incursión en el mundo laboral o porque en ocasiones vienen de otros sectores profesionales muy distintos.
Hay cursos muy heterogéneos en cuanto a su duración y temario que no suelen cubrir totalmente las necesidades de un mercado cada más exigente. Es por ello que se hace necesario una educación de grado medio unido a una enseñanza multidisciplinar continua que permita adquirir todos los conocimientos y habilidades necesarias para poder utilizar tanto las técnicas tradicionales como las nuevas técnicas que han surgido como consecuencia del coronavirus (COVID-19).
La especialización como mejora profesional puede ser clave, máxime cuando nos encontramos en un mundo laboral cada vez más competitivo, donde el conocimiento es una pieza esencial para la búsqueda de un empleo.
Salud mental, limpieza y seguridad
La implementación de prácticas adecuadas de limpieza y desinfección tiene múltiples beneficios que afectan al desempeño y eficiencia de la empresa, así como a la seguridad y bienestar de los trabajadores. La psicología estudia cada vez más cómo un centro de trabajo limpio e higiénico tienen un impacto psicológico positivo, mejorando el enfoque, el rendimiento y el estado de ánimo.
Convencidos del impacto que tienen los productos y procesos utilizados sobre la salud y medio ambiente, cada vez se apuesta más por productos respetuosos con el medio ambiente y con la salud de los trabajadores que tienen que manipularlos: de ahí la importancia que tienen los departamentos de Seguridad y Salud dentro de las empresas, así como la implantación de un sistema de gestión de la salud y seguridad en el trabajo, el cual fomente entornos de trabajo seguros y saludables. El objetivo fundamental del estándar OHSAS 18001 es apoyar y promover buenas prácticas en materia de seguridad y salud en el trabajo a través de una gestión sistemática y estructurada.
Definitivamente, el impacto de la limpieza va más allá de la estética superficial, ya que una limpieza programada tiene efectos reales en la productividad de la empresa y la seguridad de los trabajadores, porque no debemos olvidar que un trabajo limpio y organizado minimiza la probabilidad de accidentes, tales como caídas o golpes. Es una inversión que asume la empresa en beneficio de un lugar de trabajo más saludable y seguro.