La Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT) es una sociedad anónima, propiedad del Ayuntamiento de la capital española, encargada de la prestación del servicio de transporte público urbano colectivo de superficie, mediante autobús, en la ciudad de Madrid, según explican en su página web. Integrada en el Consorcio Regional de Transportes de la ciudad, esta entidad es la encargada de la planificación del transporte de la ciudad y de la Comunidad Autónoma de Madrid.
La EMT madrileña cuenta con un total de 1.925 autobuses urbanos, de los cuales prestan servicio 1.635 de media en jornada laborable -nos explican fuentes consultadas de la empresa-, para explotar un total de 203 líneas. De éstas, 170 son convencionales diurnas; una línea es express para el aeropuerto, 6 son líneas universitarias, que sólo prestan servicio en periodo lectivo; y 26 son líneas nocturnas convencionales.
El servicio se presta los 365 días del año durante las 24 horas del día. Según informan en su página web, “recorren cerca de cien millones de kilómetros y transportan más de 404 millones de clientes”. Sin duda una gran responsabilidad.
Más datos: “la red de líneas de la EMT tiene una longitud de 3.562 kilómetros y un total de 10.178 paradas”. Con toda esta información se hace el usuario una idea de lo que supone este servicio, y del compromiso de la EMT de prestar un servicio público de transporte eficaz y eficiente, que además está poco a poco integrando el uso de nuevas tecnologías.
El servicio
El servicio diurno comienza entre las 5:30 y 6:30 horas de la mañana, nos explican, “el momento en el que más autobuses prestan servicio es alrededor de las 9:30 horas; a partir de ese momento se produce una bajada en el número de autobuses que circulan, coincidiendo con la hora valle del tráfico”. A continuación, “la flota regresa a los centros de operaciones para ser intervenidos en operaciones de mantenimiento ya programadas”.
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La segunda salida de la mañana “se produce sobre las 12 del mediodía, retornando al servicio gran parte de los vehículos que encerraron planificadamente sobre las 9:30”.
La jornada diurna “termina a las 25 horas, momento en el que la mayor parte de autobuses en circulación regresan a los centros respectivos. El servicio nocturno da comienzo sobre las 23 horas, y finaliza coincidiendo con el inicio del diurno”. Todo, completamente organizado y planificado.
Respecto a la limpieza, existe un horario en el que el refuerzo para las operaciones de avituallamiento y limpieza es mayor, éste coincidente precisamente “con el encierro del servicio”, que desde la EMT nos comentaban antes: “En este turno de trabajo se realizan la mayoría de estas operaciones, además de continuar con las operaciones correctivas necesarias y las programadas que hubiera”, señalan.
Protocolos
En los talleres de los centros de operaciones de la EMT se realizan operaciones de limpieza diferenciadas.
Por un lado está la limpieza diaria: “Esta operación de limpieza se realiza siempre que un autobús regresa al centro tras su servicio”. Se lleva a cabo una operación de avituallamiento y limpieza que consiste en repostar el vehículo y realizar las operaciones de limpieza básicas (limpieza en seco) para que quede preparado para su siguiente servicio, “además de una revisión del estado de limpieza interior y exterior, cumplimentando los defectos encontrados para que sean resueltos lo antes posible”, ya que los interiores junto con el compartimento motor, en general, son las zonas más críticas de este transporte, “pues el mantenimiento de los materiales exige minimizar la utilización de agua”, nos comenta. “De forma específica, los techos requieren de un esfuerzo adicional, y los compartimentos de conducción y trampillas de equipos, pues es necesario protegerlas especialmente”, añaden. En ese tipo de limpieza, el autobús también es aspirado y lavado exteriormente en el túnel.
Por otro lado, la limpieza general: “Esta operación de limpieza integral está incluida dentro del mantenimiento preventivo de cada taller”. La complementan con otras tareas cíclicas que abarcan a la totalidad de la flota. “Se realizan una vez cada cuatro semanas”, e incluye, aparte de las operaciones básicas, una limpieza integral exterior e interior, “se realiza en puestos de trabajo habilitados para ello”, clarifican.
Por último, una limpieza correctiva: “Esta operación se realiza cada vez que un autobús tiene que dejar de prestar servicio por una incidencia relacionada con la limpieza (por ejemplo: derrames de productos, vomitonas, actos vandálicos, etc.), y cada vez que el conductor señala alguna incidencia en el momento del encierro”, aunque si bien, también indican que si una de esta situaciones anómalas produce algún desperfecto o deja algún residuo en el área urbana “el servicio SELUR del Ayuntamiento de Madrid es quien se encarga de la retirada de los mismos en calle”. En resumen, esta tarea se realiza corrigiendo la incidencia, llegando incluso a inmovilizar el vehículo para realizar una limpieza general si fuera necesario.
En concreto, la EMT realiza las tareas de limpieza de su flota a través de tres técnicas de limpieza: la limpieza en seco, el túnel de lavado y una limpieza general completa.
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