El uniforme de los trabajadores en el sector de la limpieza, además de ser adecuado para los trabajos que realiza, puede ofrecer una serie de ventajas tanto para los trabajadores como para la propia empresa; sin olvidar que en esa uniformidad deberá primar la higiene, la seguridad y la comodidad.
Cada vez más se está inculcando la importancia de contar con un uniforme laboral adecuado al ejercicio de la actividad de los profesionales de la limpieza. Sin embargo, tomar la decisión de implantar un uniforme no siempre es tarea fácil y tiene, lógicamente, sus pros y sus contras.
Cuando una empresa modifica o instaura una nueva política de uniformes de trabajo, la empresa debe salvar antes una serie de dificultades. Por un lado, ha de conseguir de sus empleados el respaldo, no solo en la elección del atuendo sino también en el posterior cuidado de la vestimenta; sin dejar de lado que han de ser conscientes de la importancia de cumplir con las normas de seguridad e higiene, y de que conozcan las ventajas de esa nueva uniformidad.
Una ropa laboral acorde con las tareas que desempeña el trabajador siempre incidirá en la productividad del mismo. Además de cumplir la normativa tanto en prevención como en otros aspectos legislativos, las prendas de trabajo ayudan a los empleados a sentirse más protegidos y cómodos, y a favorecer la sensación de bienestar mientras desempeñan sus tareas.
Si una empresa proporciona a sus empleados el equipamiento y la ropa adecuada, se reducen las probabilidades de accidentes e incidentes y, por tanto, contraer responsabilidades por daños personales.
No hay que olvidar que, el hecho de que los integrantes del equipo vistan el mismo uniforme contribuye a crear una sensación de pertenencia y a desarrollar el espíritu de equipo, lo que al mismo tiempo favorece al ánimo, la productividad y la motivación del personal.
Por otro lado, un atuendo corporativo contribuye a identificar y a aclarar las funciones de los empleados, facilitando a visitantes y clientes la elección de la persona a la que deben dirigirse, además de conferir a los empleados un aspecto mucho más profesional.Asimismo, las prendas de trabajo que llevan el distintivo de la empresa permiten identificar al personal y hacer promoción de la misma.
El atuendo de la empresa constituye una de las vías más sencillas para dar a conocer los servicios de la empresa al público en general
Prendas cómodas
Los profesionales de la limpieza deben llevar un uniforme cómodo, lavable y especialmente diseñado para trabajar, atendiendo a esos criterios relacionados con las funciones que se desempeñan. Zapatos adecuados, unos tejidos acordes a esas tareas, la utilización de gafas y guantes, en momentos determinados, que los protegen de los productos químicos, y un sinfín de aspectos que solo los profesionales de la fabricación de ropa laboral conocen y tienen en cuenta a la hora de confeccionar sus productos.
Un estudio realizado por el Centro Tecnológico del Textil (AITEX) para Galworker confirma lo que el sentido común y el área de Diseño e Innovación y Desarrollo (I+D) de la empresa alicantina ya saben, que la comodidad debe primar en la ropa del personal de limpieza; unas prendas diseñadas para facilitar el desarrollo de la gran actividad de estos profesionales.
Detalles tan importantes como una manga que favorezca los movimientos del brazo y del hombro; unos bolsillos acordes y conformes con su actividad, se han venido incorporando a los diferentes artículos de Galworker, sin olvidar los tejidos con los que están confeccionados: transpirables, antibacterianos, repelentes de líquidos, antiparasitarios…
Todo ello influye en el diseño y fabricación de la línea dedicada a vestir a los profesionales del sector de la limpieza. La composición mixta de algodón y poliéster permite aprovechar el confort del algodón, que al ser mezclado con poliéster (fibra sintética muy resistente y autodesarrugable) favorece la consecución de un tejido suave y resistente a la vez, al tiempo que resulta muy apropiado para las labores de limpieza.
La hechura y amplitud del uniforme, prendas sueltas o ajustadas con cinta elástica, en su justa medida, permite no entorpecer los movimientos propios de estas tareas, independientemente de que la empresa o el trabajador elija pantalón, casaca, bata con o sin mangas.
Otro de los aspectos primordiales en la uniformidad del personal de limpieza es el calzado
Horas y horas de pie, realizando movimientos repetitivos pero estáticos en la ubicación, hace necesario que el calzado sea anatómico y ergonómico para minimizar, en la medida de lo posible, las consecuencias físicas de estas tareas. Se recomienda el uso de zapatos, zapatillas, zuecos, etc., ultraligero, anatómico, antideslizante, antiestático, resistente a ciertos líquidos o sustancias como el aceite, al mismo tiempo que resistentes a los hidrocarburos.
Desde 2014 Galworker cuenta en su catálogo de producto prendas específicas para que los profesionales de limpieza se sientan cómodos y vistan adecuadamente durante su horario laboral.
Fabricado en tejido de sarga, con una composición del 65% en poliéster y 35% en algodón, entre las características de estas prendas cabe destacar su consistencia, su buena caída, además de su resistencia a las arrugas.
El diseño está enfocado en la comodidad y en favorecer el movimiento de quien viste estas prendas, permitiendo combinarlos con cualquier otra ropa, así como con otros productos Galworker. Dentro de los productos de la firma dirigidos a este sector cabe destacar, asimismo, nuestro calzado profesional diseñado para que estar de pie no suponga un problema.
“En Galworker siempre pensamos en el profesional que va a vestir nuestra ropa y en las nuevas líneas del catálogo 2014 hemos incluido estas prendas para vestir desde los pies a la cabeza al personal de limpieza de una empresa. Los profesionales de la limpieza buscan ropa laboral que les permita trabajar sin que su uniforme les incomode en el desarrollo de sus funciones, y así se ha enfocado”, explica Galworker.