Gonzalo Cano.
Gonzalo Cano Gerente Barlesa

Nuevas técnicas para cristalizar superficies verticales y de difícil acceso

Cristalizado de superficies.

Después del cristalizado de la superficie.

El cristalizado es un tratamiento de superficies empleado en la recuperación de suelos deteriorados y desgastados por el uso. Recibe este nombre porque durante el proceso se forma una capa de micro-cristales que se adhieren al sustrato formando una nueva superficie y recuperando el brillo perdido, además de aumentar su dureza y, por tanto, mejorar su resistencia al desgaste. La diferencia con las ceras es que estas últimas aportan un brillo no natural que se pierde en menos tiempo, además de no aumentar la dureza de la superficie.

No todos los suelos se pueden cristalizar, para ello es necesario que en su composición haya componentes calcáreos, independientemente de que sean suelos naturales o artificiales. Como ejemplo de superficies cristalizables tendríamos el mármol, el terrazo, el cemento o el mosaico hidráulico.

Para que el cristalizado tenga lugar se debe producir una reacción química entre el calcio presente en el suelo y los líquidos cristalizadores. Existen distintas composiciones para estos líquidos, actualmente, el que más se utiliza es el que contiene fluosilicato de magnesio. Como catalizador de esta reacción se utiliza lana de acero en la base de una máquina rotativa. Gracias a la fricción de la lana con la superficie se genera el calor necesario para que el líquido penetre por los poros iniciándose así el proceso químico de formación de los micro-cristales. Este sistema se ha venido utilizando desde la década de los años 50 para abrillantar suelos, sin embargo, los profesionales del sector no tenían un sistema desarrollado exclusivamente para abrillantar paredes verticales, encimeras, huella y contra huella de escaleras u otros espacios de tamaño reducido.

Cristalizado de superficies.
Antes del cristalizado de la superficie.

Los avances tecnológicos en la fabricación de los ‘no tejido’, han permitido procesar la lana de acero como de si una fibra textil se tratara y se ha logrado fabricar discos cristalizadores para abrillantadoras de mano, que ofrecen a los pulidores y las empresas de limpieza un amplio abanico de servicios y posibilidades para poder trabajar muchos más tipos de superficies, como superficies verticales y de difícil acceso.

Para que el cristalizado tenga lugar se debe producir una reacción química entre el calcio presente en el suelo y los líquidos cristalizadores

Una de las empresas pioneras en Europa en el cristalizado de superficies verticales y de difícil acceso es Barlesa, que ha desarrollado el disco inoxidable akron para abrillantadoras manuales. El disco es un ‘no tejido’ de lana de acero 100% inoxidable y una fibra sintética de soporte. Además, incorpora un soporte velour que facilita la sujeción al plato de la abrillantadora de mano. Su diseño completamente plano mejora el contacto de la lana de acero con la superficie a cristalizar; reduciendo el tiempo de cristalizado y mejorando la uniformidad y calidad del mismo.

El disco para cristalizar tiene un gran potencial en hoteles, donde muchas veces las encimeras de baño han perdido su brillo. Mediante el cristalizado podemos lograr recuperar su brillo inicial, proteger estas superficies contra la cal y las manchas de óxido. Lo mismo pasa en fachadas de mármol, se puede recuperar el brillo y además proteger contra agresiones como los graffitis.

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