En un día cualquiera miles de personas entre pacientes, personal y visitantes transitan por hospitales y centros sanitarios.Espacios donde la exigencia de higiene asociada a la limpieza es mucho más necesaria.
Estudios de la OMS demuestran que un bajo nivel de limpieza da lugar a una higiene inaceptable, y por aquí vienen más del 50% de las infecciones. Este riesgo debería minimizarse a través de tareas de control, eliminación y prevención, en la transmisión de infecciones entre áreas y/o pacientes en hospitales.
Está claro que no todas las dependencias tienen las mismas necesidades, un ambulatorio, un quirófano, una sala de espera, la unidad de cuidados intensivos, los pasillos y áreas comunes o las habitaciones de los pacientes.
Reducir las tasas de infección y mantener la imagen de orden y limpieza en los hospitales es prioritario. Unas correctas prácticas de mantenimiento y limpieza permiten reducir el coste anual que ello supone, pero los presupuestos de los centros no son ilimitados.
Existe una serie de prácticas incorrectas como pueden ser el empleo de procedimientos inadecuados, que puede poner en riesgo la salud de los pacientes o la de los propios trabajadores. Riesgo de transmisión por contaminaciones cruzadas, sobreesfuerzos cargando grandes pesos son prácticas comunes.
Prácticas incorrectas en centros sanitarios:
- Útiles inadecuados. Utensilios indicados para otros entornos tal vez no sean aptos para la limpieza en centros sanitarios. Ejemplos como el uso de cepillos que levanten la suciedad, bayetas no aptas para resistir agentes desinfectantes, guantes que no cumplen los requisitos imprescindibles…
- Carros mejorables. El empleo de un carro específico para este tipo de entornos asegura que además de la imagen de orden necesario, se maximice el espacio para el transporte de los elementos imprescindibles para desarrollar las tareas de limpieza.
- Protocolos erróneos. A medida que avanza la técnica, los nuevos materiales y prácticas deben adaptarse para dar una mejor respuesta a un mundo cambiante. La misma revolución en las prácticas médicas se ha dado en los procesos de limpieza y mantenimiento en los últimos años.
Posibles riesgos en hospitales
Una falta de higiene en el suelo del lavabo de un colegio puede tener una consecuencia muy diferente si se produce en el suelo de un quirófano. Desgraciadamente, muchas son las noticias en los medios de comunicación por la mala praxis en los protocolos de mantenimiento y la falta de limpieza que, aparte de la mala imagen, se asocian a costes financieros y, en muchos casos, afectan directamente a la salud.
Es importante diferenciar tres tipos de niveles de exigencia en la higiene:
- Limpiar: que es poner orden y eliminar la suciedad existente.
- Desinfectar: que además de limpieza implica una reducción de los microorganismos a niveles que no sean perjudiciales para la salud. Existen bayetas y mopas que eliminan en un 99,99% esos microorganismos. Únicamente por su acción mecánica.
- Esterilizar: implica una eliminación completa de los microorganismos. En este caso se precisa de medios especiales por calor o autoclave para llegar a estos niveles.
Lo importante es que en cada dependencia pueda haber el grado de contaminación que se espera, pero sin riesgos de proliferaciones de bacterias o traspaso entre ellas.
Solo un especialista puede ofrecer soluciones eficaces para limpiar un centro sanitario con los más elevados y exigentes estándares de higiene.
Vileda Professional cuenta con especialistas que se hacen cargo del proyecto, y en colaboración con el cliente crean el Plan de Limpieza y Formación más adecuado, de acuerdo a las necesidades y requerimientos del centro.
Tras la implantación de los sistemas hace falta un seguimiento continuo, soporte técnico y servicio postventa, como parte clave de su propuesta comercial.
Desde hace años, Vileda apuesta por el sistema de limpieza preimpregnado con mopas planas Swep y bayeta de microfibras, porque ofrece tres beneficios:
- Máxima higiene: por sus procesos y materiales que eliminan el 99,99% de la suciedad. Los mejores utensilios limpios en cada estancia, gracias al empleo de una mopa y una bayeta nueva para cada estancia, con lo que evitar posibles contaminaciones cruzadas.
- Control de costes. La limpieza con útiles de larga duración pre impregnados y soportes planos, permiten gestionar de forma simple, rápida y eficaz las labores de limpieza. Ahorrando en materiales, tiempos, agua y productos químicos.
- Ergonomía. Sencillos protocolos de limpieza pensados para el bienestar del trabajador, con productos ligeros y ergonómicos, para facilitar su labor. Sin riesgos ni sacrificar los resultados más exigentes.
Por eso Vileda Professional está presente en más de 500 centros de salud en la península Ibérica y ha cambiado la forma de entender la limpieza hospitalaria.