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38 con Firma Limpie Z as / Febrero 2015 E n los últimos años, ciertas plagas han mostrado gran capacidad de adaptación al medio urbano generan- do nuevos problemas de cohabitación y, en algunos casos, riesgos probados para la salud. El cambio climático, con inviernos cada vez más templados y ci- clos reproductivos más cortos, así como el tráfico internacional de mercancías y de personas, se suman ahora a los tra- dicionales factores que contribuyen a la expansión de estas especies. Los insectos y roedores que residen en el entorno urbano son portadores de microorganismos patógenos en su piel, patas y aparato digestivo, que luego depositarán como agentes in- fecciosos sobre alimentos y utensilios que ingerimos y utilizamos en nuestro día a día, por lo que son contaminan- tes potenciales y transmisores de en- fermedades. Provocan, además, enor- mes pérdidas económicas si no son controladas a tiempo y por el personal cualificado. Así, por ejemplo, los da- ños producidos por roedores en las es- tructuras de los edificios, instalaciones eléctricas, alcantarillados, etc., pue- den dar lugar a grandes averías y pro- vocar situaciones de peligro como cor- tocircuitos, atascos en los desagües o averías en sistemas informáticos. Las administraciones públicas pue- den atajar esta problemática mediante la contratación de los servicios de em- presas externas que lleven a cabo el control de estas plagas. La clave está en actuar no solo cuando la plaga es ya una realidad, sino aplicando accio- nes preventivas. Sin embargo, debido vicios de control de plagas, como por técnicos de la administración local. R oedores y cucarachas El documento se centra en las plagas más comunes a las que deben hacer frente las administraciones públicas, que son las cucarachas y los roedores; aunque la idea es que se vayan incor- porando a ellas otras especies que puedan suponer un problema en los municipios y que estén proliferando en el ámbito urbano, como puede ser el caso de hormigas o véspidos y ápidos. Respecto a las cucarachas y roedo- res, se destaca la importancia de apli- car medidas de prevención para evitar su presencia. Así, por ejemplo, convie- ne gestionar cuidadosamente los resi- duos, ser prudente en el uso del agua en fuentes, ya que los encharcamientos pueden favorecer su proliferación, lim- piar frecuentemente la acumulación de hojas y otros materiales en exteriores que puedan servir de refugio, etc. En el caso de las edificaciones es fundamental establecer barreras que impidan la entrada de estas especies: sellar grietas, asegurar el hermetismo de ventanas y puertas, así como el ade- a la delicada situación económica que atravesamos desde hace unos años y a pesar de haberse incrementado la tendencia a la contratación externa de los servicios de control de plagas, se ha tendido a dar cada vez menos importancia a este aspecto, así como a los criterios técnicos y de calidad a la hora de contratar los citados servi- cios, siendo éstos los que garantizan su efectividad y aseguran el respeto al medio ambiente y el cuidado de la salud pública. Además, los responsables de higiene de las instalaciones del sector público encuentran, a menudo, dificultades para redactar los concursos, presu- puestarlos y/o puntuarlos y adjudicar las ofertas recibidas. Así, con el obje- tivo de ofrecer a la Administración una nueva herramienta que les facilite esta tarea y puedan seleccionar el servicio más adecuado, la Asociación Nacio- nal de Empresas de Control de Plagas (ANECPLA) ha editado una “Guía Para la Elaboración de Pliegos Para la Con- tratación Pública de Servicios de Con- trol de Plagas”, que ha sido elaborada por un grupo de expertos integrado tanto por técnicos de empresas de ser- La contratación pública de los Servicios de Control de Plagas M ilagros F ernández de L ezeta D irectora general de ANECPLA

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