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Limpieza y su ámbito RECURSOS HUMANOS una de las principales razones que nos conducen a unas tasas de absentismo tan elevadas en nuestra actividad. El dato más ilustrativo es que el número de bajas entre el personal con edades comprendidas entre los 55 y los 65 años triplica al de los menores de 30 años. Nuestro trabajo implica necesaria- mente, como comentaba, un gran es- fuerzo físico, que, prolongado durante años, provocan patologías músculo- esqueléticas que son casi inevitables. Las patologías músculo-esqueléticas, como la lumbalgia, lesiones del túnel carpiano, cervicalgias, bursitis y ten- dinitis, son las principales afecciones que padecen los trabajadores de nues- tro sector. No obstante, sí es cierto que con una formación adecuada, como promove- mos desde AELMA, el número de lesio- nes se puede reducir y, lo que es más importante, cuidar la salud de los tra- bajadores. Es, por tanto, fundamental enseñar a utilizar de forma adecuada ciertos utensilios y corregir una inapro- piada higiene postural. Nosotros, empresas y patronales, ponemos todo de nuestra parte para minimizar los efectos de los problemas derivados de las ausencias laborales. Ahora es turno de la Administración Pública. Es momento de que, definiti- vamente, muevan ficha y muestre su compromiso e interés por resolver la situación. De otro modo, estarán des- cuidando sus funciones y nos estarán abocando al precipicio. 㔾 ir a trabajar para poder hacerse cargo de los hijos. Otros aprovechan la baja médica, obtenida de forma dudosa, y mientras cobran de la empresa y del sistema realizan ‘chapuzas’ en la eco- nomía sumergida. Estas situaciones suponen un abuso de los derechos de los trabajadores y, por supuesto, una burla hacia el empleador, el sistema e, incluso, hacia los mismos compa- ñeros. Son un fraude que, reitero, debe ser perseguido. L a elevada edad , origen del problema Como avanzaba anteriormente, las plantillas de las empresas de limpie- za cuentan cada vez con un perfil de trabajador de edad más elevada, ya que no se está produciendo un relevo generacional. Como consecuencia, el envejecimiento de las plantillas es al inicio de este escrito, uno de los moti- vos que conllevan a esos escandalosos guarismos es la permisividad social del absentista fraudulento, que nos roba a todos; otra se debe a la inexistencia de una persecución del mismo, tal como se persigue, por ejemplo, el fraude fis- cal o al conductor que ha estacionado erróneamente en la zona de la hora. Y es que las empresas de limpieza madri- leñas soportan una tasa de absentismo del 6,5 por ciento, lo que significan 2,1 puntos porcentuales por encima de la media nacional en el global de los sec- tores. De acuerdo con el CEIM, en total, el año pasado, el absentismo creció en España un 39 por ciento, lo que signifi- ca un coste de 10 mil millones de euros para las empresas. En concreto, en el sector de la lim- pieza, 6 de cada 10 trabajadores han solicitado, al menos, un día de baja en el último año. Es un porcentaje elevadí- simo que, como digo, resulta imposible de soportar por más tiempo y, menos aún, ante la tendencia alcista que se prevé para los próximos ejercicios. A estos niveles, asumir los costes de una persona en periodo de baja y los de la nueva persona que le sustituye, implica un dispendio que descuadra los balan- ces de muchas empresas y, de hecho, en muchas ocasiones hay que plan- tearse si la sustitución resulta rentable. Algunas de las bajas son inevitables. Incluso pueden entrar dentro de las previsiones de las empresas. Sin em- bargo, las ausencias injustificadas sí son intolerables. Se está propagando una denunciable figura del absentista fraudulento, es decir, personas que programan sus bajas ajustadas a sus necesidades personales. Por ejemplo, están demasiado extendidos los ca- sos en los que las bajas coinciden en los periodos de vacaciones escolares, ya que los padres optan por dejar de En 2015, el absentismo creció en España un 39 por ciento, lo que significa un coste de 10 mil millones de euros para las empresas 65 Abril 2016 / Limpie Z as