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a fondo LIMPIEZA PROFESIONAL E QUIPAMIENTO PARA www.hiladosbiete.com [email protected] química profesional 49 Junio 2016 / Limpie Z as positiva del 3,5% este 2016 hasta los 34.070 millones de euros. El sector ha sabido, además, aumentar la diversifica- ción geográfica de sus exportaciones, lo que le está per- mitiendo reducir su dependencia de un escaso número de mercados y esquivar las consecuencias que en algu- nos de ellos están teniendo elementos como la caída de los precios del petróleo y las materias primas, la ines- tabilidad política e institucional, o la desaceleración de China. De este modo, el sector, que en 2000 destinaba el 71% de sus exportaciones a miembros de la Unión Eu- ropea, un 12% más que en 2015, se ha abierto camino en países como Suiza, Canadá, Japón o Turquía. Por otro lado, para ser capaces de atender a una de- manda exterior cada vez más exigente, las empresas químicas españolas han desarrollado un esfuerzo inno- vador permanente que las ha situado en una posición destacada frente a sus competidores. El sector cuenta con importantes activos en ciencia e investigación: no solo invierte 1 de cada 4 euros que el conjunto de la industria destina a innovación, sino que también emplea a 1 de cada 5 investigadores contratados por la indus- tria en su conjunto. Esta sólida base de conocimiento, ciencia y tecnología ha hecho posible que la industria química se sitúe a la vanguardia del desarrollo económi- co español constituyendo el pilar sobre el que el sector seguirá proyectando su crecimiento. La industria química es, por tanto, un sector con un peso importante y consolidado en la economía españo- la que, según las previsiones de FEIQUE, continuará su tendencia ascendente, pero esta potencialidad seguirá viéndose limitada hasta que las administraciones pú- blicas no apuesten por una política industrial efectiva más coherente y proindustrial que no desincentive la inversión en Europa. A nivel nacional necesitamos me- jorar factores de competitividad claves como los costes energéticos, mayor eficacia y orientación al comercio internacional de las políticas de infraestructuras de lo- gística y transporte, o el sobrecoste y sobrerregulación derivado del marco regulatorio europeo, entre otras. Y es fundamentalmente en esos tres ámbitos -aunque no son los únicos- donde deben concentrarse los esfuerzos por mejorar la competitividad de la industria, desde la con- vicción de que apostar por ella es seguir una vía segura hacia el desarrollo científico, tecnológico e innovador, así como la forma más eficaz de proteger a nuestra eco- nomía de nuevas crisis. 㔾

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