limpiezas 125

Limpieza viaria y RSU creamos noticia desarrollamos marca obtenemos resultados Borrmart Online Portales web, newsletter, publicidad on-line y redes sociales Borrmart Editorial Edición de publicaciones técnicas con difusión nacional e internacional Borrmar t Comunicación, Eventos y Diseño Planes de Comunicación a medida, gestión integral de todo tipo de Eventos Diseño de cualquier pieza gráfica y merchandising Somos líderes en Comunicación y Networking Comunicacion, Eventos y Diseño ☎ +34 91 402 96 07 [email protected] 81 Octubre 2016 / Limpie Z as Como empresa mantenedora, nuestro cliente es tanto el que nos contrata como el usuario final. Así, en un con- trato público habrá que sumar los niveles de calidad que nos va a exigir el pliego técnico a los niveles de calidad que espera el usuario de un parque, un jardín o una acera arbolada. Igual ocurre en un contrato privado, aunque en este caso, si el contrato es pequeño, pueden identificarse ambos en una misma persona o grupo de personas. Sea cual sea el caso, podemos reducir los indicadores de calidad a los siguientes grandes grupos: : Indicadores de calidad de respuesta. : Indicadores de calidad técnica. El primer grupo, de calidad de respuesta, mediría to- dos aquellos objetivos relacionados con la capacidad de respuesta al cliente, es decir, con los medios humanos y materiales que hemos puesto a su servicio para satisfa- cer en plazo con lo que demanda. Nos dan una idea de cómo hemos dimensionado nuestro servicio y si está en sintonía con lo que se espera. Los tiempos están mar- cando nuevas tendencias a la hora de contratar. Cada vez es menos frecuente que un cliente marque el número de segadoras y camiones en la flota o de auxiliares jardi- neros y oficiales de poda que debe tener en nómina una empresa. Ya es normal que sea la propia empresa la que diga qué medios cree que son suficientes para llevar a buen puerto un servicio de jardinería y, en este sentido, parece una buena idea medir cómo de rápido se retiran unos restos vegetales de la vía pública, cuánto tardan unos aspersores en dejar de perder agua o a qué veloci- dad desaparecen unas pintadas ofensivas de un murete. El segundo grupo, de calidad técnica, mediría todos aquellos objetivos que tienen que ver con la capacidad técnica de nuestra empresa para satisfacer en forma y fondo a nuestro cliente. Es decir, estos indicadores miden cuándo está fallando la capacidad técnica y organizati- va de la empresa para gestionar las tareas programadas y cómo está haciendo frente a los imprevistos. Ni qué decir tiene que un mantenimiento verde, como sucede en una explotación agrícola o en los aprovechamientos forestales, está a merced de multitud de factores no pre- vistos a la hora de realizar una oferta económica, como plagas y enfermedades sobrevenidas y fenómenos me- teorológicos adversos, pero también actos vandálicos, eventos multitudinarios y otros muchos sucesos propios de la vida urbana. Las empresas, en su tortuoso camino para diferenciarse y aportar valor frente a la competencia,

RkJQdWJsaXNoZXIy MTI4MzQz