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70 Limpieza y su ámbito Limpie Z as / Agosto 2017 CONTROL DE PLAGAS fecciones y de prevenir la enfermedad, que es simplemente aceptada. No obstante, la realidad es que la distribución de agua en Nueva York se ha mostrado como la raíz de la mayor parte de los brotes de Legionella regis- trados hasta la fecha. A pesar de ello en la ciudad no se han adoptado las me- didas globales y eficaces que permitan abordar el problema a largo plazo. Es más, el Departamento de Salud e Higie- ne Mental de la Ciudad de Nueva York (DOHMH) ha mostrado su desacuerdo con las opiniones vertidas por expertos en legionella y el consenso de la co- munidad científica que apuntaba al su- ministro público de agua como origen habitual de los brotes. A gua potable , centro de contaminación Estudios recientes de la Agencia de Pro- tección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), han encontrado Legionella en el 67% de los tanques de almacenamiento y en el 50% de los grifos de agua, por lo que cualquier fluctuación de presión pue- de liberar una gran cantidad de bacterias. Además, una vez en el interior del edificio, la transmisión se puede producir en múl- L a “Alianza para prevenir la le- gionelosis” ha publicado un exhaustivo informe en el que recoge los hechos que condu- jeron al brote de Legionella registrado en Nueva York en 2015, y que puso de mani- fiesto las elevadas tasas de enfermedad en la ciudad, pese a las nuevas regulaciones publicadas en este sentido. En el mismo se dan una serie de recomendaciones que persiguen controlar y atajar la enfermedad. Al igual que ocurre en nuestro país, en Estados Unidos los equipos de refrigera- ción evaporativa han estado en el punto de mira cada vez que se producía un bro- te de legionella. En España parece que, poco a poco, esta situación está remi- tiendo y las autoridades sanitarias consi- deran ya de forma habitual otros equipos de riesgo, que si bien han estado siempre presentes en los protocolos de preven- ción de Legionella no se habían tenido tan presentes. Sin embargo, en Estados Unidos, no parece ocurrir lo mismo con una enfermedad cuya tasa de mortalidad es del 10% y otra parte de los afectados nunca se recupera completamente. ¿P roblema o solución ? El caso más relevante lo constituyó el bro- te registrado en el sur del barrio del Bronx, en Nueva York, en el verano de 2015. Sin una investigación previa en el suministro público de agua y antes de que los proto- colos de investigación de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) se pusieran en marcha, se aludió a estas instalaciones como responsables del brote. Años antes de este brote ya se había evidenciado un grave problema en torno a la Legionella, ya que en la ciudad de Nueva York se notifican casi 300 casos de legionelosis anualmente, a los que se añaden los 400 que, en este mismo período de tiempo, se reportan en todo el Estado. Unas tasas mucho más altas que el promedio nacional que tienden a aumentar cada año. Sin embargo, es- tas tasas se han considerado dentro de la normalidad siempre que los brotes se hayan presentado de forma aislada o en unas instalaciones específicas como, por ejemplo, spas, fuentes o condensadores, y mientras tanto, el suministro público de agua ha sido percibido como seguro. En la gran mayoría de los casos no- tificados el departamento de Salud competente registra el incidente pero no realiza un muestreo ambiental como parte de la investigación, aunque sí de las fuentes potenciales. Para que un brote se catalogue como tal deben darse múltiples circunstancias, además los estándares son muy rígidos y no fa- vorecen las relaciones entre los casos individuales, estableciéndose vínculos solo en raras ocasiones. En consecuen- cia, no existen verdaderos intentos de apuntar al suministro de agua potable como la fuente más común de estas in- La normativa sobre Legionella en Estados Unidos, a análisis M anuel L amúa G erente de AEFYT
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