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normativa Por otro lado, “la ley se aplica en un momento muy concreto en el tiempo, cuando acabamos de salir de una crisis económica, de manera que en los pe- riodos en los que puede haber ciclos al- cistas nos preocupa más el medio am- biente, porque la mayor actividad tiene más impacto; al igual que en periodos de recesión sufren más los temas so- ciales. Por lo que estamos en un mo- mento claro de efecto rebote”. En la actualidad, “hay un movimiento real desde la Administración, importan- tísimo” en cuanto a cuestiones medio- ambientales y sociales. Hernaez resaltó cómo cada pueblo, ciudad y provincia cuenta con guías, manuales... sobre criterios medioambientales y sociales. En su discurso incidió en los meca- nismos y límites de la ley. Por ejemplo, una primera línea de control sería la “desviación de poder”, que preten- de eliminar “que utilicemos criterios medioambientales con el único objeto de quitarnos licitadores de encima” o lo contrario. Por otro lado, recalcó que ya “no vale hacer una oferta a bulto, estamos incluirse al menos una cláusula social o medioambiental”. Así, busca que se implanten procesos que impliquen una reducción de recursos, residuos, etc. En este sentido, lo más importante que resaltó el ponente es que “se le puede dar un rango de obligación esencial, de tal manera que el incumplimiento pue- de suponer la finalización del contrato, con todas las penalizaciones y los pro- blemas que esto conlleva”. Es importante incidir en que los crite- rios que ahora se usan tienen un sentido mucho más amplio. Se especifica en la ley que se hace referencia a si “afecta o puede afectar al medio ambiente”, por lo que se tiene en cuenta, tanto para un producto como para un servicio, todo su ciclo de vida. Este concepto significa abarcar desde el inicio hasta el fin de la vida útil de un producto, y en este mismo sentido se aplica a un servicio. García concluyó su intervención señalando que la definición de estos criterios en la ley “es muy amplia en cuanto a qué tipos de criterios se pue- den introducir; en que se pueden intro- ducir en todas las fases de la contra- tación; y, en cuanto, a que se deja en manos del órgano contratador cuáles serán éstas políticas”. Por su parte, Elena Hernaez comen- zó insistiendo en que “estamos en un momento lleno de oportunidades”, no solo en términos de contratación, para Hernaez estamos ante un “Administra- ción inteligente” (smart), que tiene que colaborar e interactuar con el merca- do, porque la manera de avanzar es ‘de la mano’. Según Elena Hernaez partimos “de que la contratación pública es estraté- gica; no hay ninguna duda de que Eu- ropa se ha decantado plenamente por la inclusión de la estrategia frente al carácter competencial y economicista que tenía en tiempos pasados”. ante una Administración especializa- da y nos van a escrutar, hasta el pun- to de echarnos de la licitación”. Eso sí, todo tiene que estar especificado en el pliego, y explicado el mecanis- mo de valoración. “Os pueden obligar a presentar facturas o certificados (siempre hablamos en lo que respecta a criterios medioambientales y socia- les en estas jornadas) o estudios de costes que tienen que ser acordes con la oferta... Ésta es una posibilidad que ha pasado desapercibida pero que irá saliendo a la luz”, ni si quiera hace fal- ta estar en una ‘oferta a la baja’ para que ocurra esto, “ya no hay posibili- dad en el caso de lotes pequeños de acuerdos”, subrayó. Por otro lado, no podemos olvidar, que en un sector donde se quiere fo- mentar la participación de las pymes, según la ponente, hay que hallar “un equilibrio” entre este fomento y los cri- terios, en este caso, medioambientales que se demanden. Entre otros temas que abordó, como la participación de las compañías en las consultas preliminares, cuya opi- Roberto Natale, Corporate Marketing Manager de SUTTER, durante su exposición. Diciembre 2018 / Limpie Z as 31