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82 Limpiezas específicas Limpie Z as / Diciembre 2018 HIGIENE EN LA OFICINA Aire que no ves, contaminación que respiras A maya R omero R esponsable de M arketing de PHS S erkonten L a calidad del aire en los es- pacios cerrados es una me- dia de cinco veces peor que la del exterior, según todos los estudios realizados en los últimos años. Si a esto le unimos espacios con muchas personas trabajando durante horas; a veces incluso en turnos rotati- vos las 24 horas del día; edificios inteli- gentes que no permiten abrir ventanas, o enfermos, que producen emisiones tóxicas, la conclusión es que estamos pasando por alto la importancia de cui- dar la calidad del aire. En España, por ejemplo, según un estudio realizado por CCOO, el 65 por ciento de los edificios tienen sistemas de filtración de aire mal ajustados o inadecuados, y el 35 por ciento tienen cerradas totalmente las en- tradas de aire para conservar la energía, con lo que no hay renovación. El diseño original de un edificio de ofi- cinas se realiza contando con un sistema de distribución de aire que, en la mayor parte de los casos, responde a las ne- cesidades de las salas. Sin embargo, es común que la empresa compartimente su espacio conforme a sus necesidades, creando por ejemplo despachos nuevos o falsas paredes que delimiten las distin- tas áreas. En estos casos, la circulación del aire se altera completamente y algu- nas zonas pueden ser deficientes a la hora de reciclar el aire que respiramos. La Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo define que un edificio debe ser calificado como «enfermo» cuando más del 20 por ciento de sus usuarios expresan quejas sobre la ventilación, temperatura, humedad y aire respira- ble con el que se enfrentan cada día. ¿Y cuáles son los síntomas? A grandes rasgos, y según los manuales de Segu- ridad Laboral, se escalonan en cinco ni- veles: sequedad de piel y ojos, lagrimeo y secreción nasal, procesos asmáticos y opresión torácica, dolor de cabeza y fati- ga y, por último, infecciones y patologías de más envergadura como gripe, resfria- do o bronquitis. Si un trabajador se encuentra a disgus- to en el ejercicio de su profesión, la pro- ductividad baja forzosamente. Si además, el aire no está limpio, se vuelve más sen- sible frente a todo tipo de obstáculos en el plano personal y el profesional. La relación entre calidad del aire y ab- sentismo está clara. Según datos del de- partamento de Salud Laboral de CCOO, entre el 30 por ciento y el 40 por ciento del absentismo laboral se debe a proble- mas de las vías respiratorias superiores. Y muchos de estos males son fruto de la mala conservación de los circuitos de ventilación de los edificios. O ficinas tóxicas Según diversos estudios de calidad del aire realizados por PHS Serkonten, en una oficina de 1.100 metros cua- drados, donde trabajan 150 personas con similar número de ordenadores personales, revela que la contamina- ción interior puede ser cuanto menos preocupante. Además de los agen- tes microbianos, se miden niveles de monóxido (CO) y dióxido de carbono (CO 2 ), temperatura, humedad relativa y las partículas que hay en suspensión. Por ejemplo, el CO 2 no es tóxico en sí mismo, pero su presencia refleja cómo está el ambiente de cargado. Los máxi- mos niveles de CO aconsejados en un ambiente laboral son de 5 ppm (partes por millón) y en los centros de trabajo sometidos a estudio, roza ese límite. Este indicador normalmente no es tan alto pero en este caso se trataba de ofi- cinas situadas en el centro de Madrid, con altos niveles de polución y apertura de ventanas. Paradójicamente, la concentración de partículas en suspensión que se La mala calidad del aire en los espacios de trabajo aumenta la posibilidad de contagio e incide en el índice de absentismo laboral

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